Melilla acoge a 330 menas en La Purísima, la cifra más alta de toda la historia de la ciudad

 Bienestar Social afirma que hay una “crisis” y que el Estado debe intervenir l Estima que hay 70 menores  en la calle que pasan por este centro de acogida, que está siendo reformado para atenderlos lo mejor posible

Melilla alcanza cifras de récord en el número de menores extranjeros acogidos en la ciudad. El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, aseguró ayer que hay 330 menas en La Purísima, cuando jamás se había superado los 200, a excepción de fechas puntuales, como Feria. Aseveró que se está viviendo una crisis con los menores. Calcula que hay otros 70 viviendo en la calle y que salen y entran del centro de acogida para evitar que se les practiquen las pruebas para conocer si tienen o no menos de 18 años como aseguran.
Ventura subrayó que en junio había unos 200 menas en este centro de acogida y en estos meses, ha sido cuando se ha incrementado más el número de chicos que han entrado en la ciudad.

Reformas en La Purísima
El consejero de Bienestar Social recordó que la capacidad de La Purísima es de 180 plazas, por lo que actualmente, está a casi el doble de su capacidad. Esto ha llevado a la Consejería a acometer reformas en el interior del módulo de primera acogida para poder atender mejor a los menores. Señaló que se están haciendo obras en los cuartos de baño para convertir tres duchas grandes en seis pequeñas. También se han remodelado dos comedores y se instalarán literas de hasta tres camas.
De hecho, el presupuesto de La Purísima es de 3,3 millones de euros, aunque resaltó que da igual si es “caro o barato” atender a los menas, porque lo importante es asistirlos.
En este sentido, Ventura reconoció que hay menores durmiendo en colchones que están en el suelo por falta de espacio y por lo tanto, que están de “forma inadecuada” en el centro.
No obstante, señaló que aunque estas palabras den a entender que La Purísima está hecho un desastre, no es así porque es una institución que está “bien” aunque no puedan dar la atención que desearían ni la que se podría ofrecer si hubiera  sólo 180 acogidos.

“Poner un tope”
El consejero hizo hincapié en que el número de menas que ha llegado a la ciudad es “tremendo”. Afirmó que la Ciudad no se puede hacer cargo de todos los menores que llegan de Marruecos porque es un asunto de “sentido común”.
Por ello, resaltó que “hay que poner un tope” y que debe ser el Ministerio del Interior el que determine el número de menores que puede acoger Melilla y el presupuesto que debe destinar a ello. Reiteró que se trata de “un problema de Estado” que preocupa y mucho a los melillenses y que no es nada fácil de resolver.  
En relación a este tema, Ventura indicó que en el pliego de condiciones de la empresa que gestiona La Purísima no se establece un máximo de menas que puede acoger, sino que se indica que el centro tiene capacidad para 180 y por cada menor que sobrepase esta cifra, la empresa recibirá una dieta para su manutención.
“La realidad de Melilla no viene recogida en ninguna legislación”, aseguró Ventura, que apuntó que no desean que ningún menor lo pase mal, pero que entre todos los centros de menores y los chicos que calculan que hay en la calle habría unos 500 o 520, una cifra muy elevada.

Cinco trabajadores más
También en relación al centro de acogida, el consejero de Bienestar Social resaltó que desde el pasado año se realizó una modificación en el contrato con la empresa que gestiona esta entidad para que incorporara a cinco trabajadores más. Esta ampliación de plantilla continúa este año. Sin embargo, el objetivo de Ventura es incrementar aún más los profesionales en el módulo de acogida, en concreto, hasta cinco o siete más, pero desconoce aún si los técnicos aprobarán esta subida.
No obstante, aseveró que la solución para esta situación no es contar con más plantilla ni aumentar las dimensiones de La Purísima.  Apuntó que el problema es muy amplio y que si no se puede repatriar a estos jóvenes a su país de origen, hay que buscar otras soluciones para la ciudad. Sobre todo, en los casos en los que los chicos son mayores de edad.
Ventura explicó que en dos meses se detectaron a 50 mayores de 18 años que se hacían pasar por menores de edad para entrar en La Purísima de forma intermitente.
En cuanto a los 70 menores que habría actualmente en la calle, el consejero aseveró que utilizarán el programa de educadores de calle para que hagan reseñas de estos niños y jóvenes y conozcan cuál es su situación. De ahí, la importancia de recuperar este proyecto.

Críticas y ninguna aportación de la oposición

El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, recriminó ayer a la diputada de CpM, Dunia Almansouri, que sólo critique la actuación de la Ciudad con los menores y no dé ninguna solución. Aseveró que nadie de la oposición aporta ideas para dar repuesta a los problemas que surgen con los menas.
Ventura destacó que hace unos días habló de mejorar la coordinación para evitar que jóvenes se hagan pasar por menores y entren en La Purísima y que Almansouri no lo interpretó así.
El consejero subrayó que nadie echa la culpa a otras instituciones. Insistió en que en 24 horas, porque ya se ha hecho antes, se pueden tener las pruebas de si un chico es menor de 18 años. Ventura aseveró que cuando habló de mejorar la coordinación con otras entidades, como la Fiscalía o la Policía, no es porque esté mal, sino porque se pueden acelerar los plazos y evitar que un adulto esté en un centro de menores

Unos 100 menores  piden traer a sus familias a Melilla

Ventura subrayó que hay unos 100 menas, cifra que aumenta cada día, que vienen a Melilla de zonas cercanas y con su documento de identidad solicitan estar en La Purísima. Aseveró que son chicos ejemplares y que tienen un comportamiento excepcional. Pero su objetivo es pedir la reagrupación familiar y que sus padres puedan estar en Melilla. Se trata de una estrategia para poder emigrar.
También indicó que hay un efecto llamada en las redes sociales cuando algún polizón logra llegar a la península.