La Ciudad sigue en su empeño de que el transporte entre Melilla y la península deje de ser uno de los problemas de los ciudadanos. La tarea es ardua, y aunque se ha mejorado mucho en esta cuestión en los últimos tiempos, todavía hay escollos importantes que salvar.
La entrada del nuevo Gobierno central ha traído algunas modificaciones que no han sentado muy bien entre la población. Es el caso de la presentación del certificado de residencia para posibilitar la aplicación del 50% de descuento en el precio de los billetes. Las dos administraciones están inmersas en buscar algún tipo de solución, como por ejemplo crear una base de datos para que no sea necesario presentar este documento cada vez que se viaje. Y que se sepa, actualmente, se sigue trabajando en esta línea.
Pero en ese empeño de la Ciudad por mejorar el transporte se ha abierto ahora otro frente de trabajo que además cambia el paso del marcado para el resto del territorio español.
Si desde Fomento se planea reducir los horarios de la red nacional para intentar disminuir el gasto que soporta la red aeropuertaria española, Melilla propone, en atención a sus peculiaridades geográficas, todo lo contrario; una ampliación de su horario, espaciando los vuelos, lo que a su vez permitiría incrementar las posibilidades de desplazamiento y crear nuevas conexiones.
De momento, todo está en el aire, y aunque algunas de las intenciones parezcan quizá descabelladas, pueden producirse sorpresas. Y para ejemplo, la resolución del TSJA que, frente a otras sentencias, parece que otorga a la Ciudad algo que viene reclamando desde hace tiempo: sus especifidades propias en materia administrativa, corroborando que en esta materia, no somos ni una Comunidad ni un Ayuntamiento.