Cuidar el medioambiente supone al fin y a la postre cuidarnos a nosotros mismos, fomentar hábitos de vida más saludables y asegurarnos un entorno más confortable y apto a nuestras necesidades vitales. La iniciativa del carril-bici nos remonta los tiempos de larga alcaldía por parte del socialista Gonzalo Hernández y a aquel remedo de llevarla a cabo que, finalmente, quedó en nada. Hablamos de la década de los 80. Veinte años después la asignatura sigue estando pendiente y aunque la Ciudad, a través de EMVISMESA, ha abierto un sector de aparcamientos para bicis en la Plaza de las Culturas, es evidente que no resulta suficiente, que sigue siendo necesario plantear con seriedad la creación de un carril-bici.
Nuestros políticos deben empezar a pensar en el futuro y no afanarse sólo en proyectos inmediatos y de impacto, que aunque de larga vida por la importancia de muchos de ellos, no son los únicos que demanda la ciudadanía.
Aún así, hay que aplaudir también la iniciativa de tornar gratis el transporte en COA durante el fin de semana, así como el de abrir una línea hasta la playa. Fomentar el transporte público en una ciudad con tanta densidad de coches y tanto caos en el tráfico, debe ser una apuesta seria.