El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, aseguró ayer que el Plan de control de Gaviotas Patiamarillas está funcionando. El pasado año se puso en marcha un proyecto piloto y como está dando resultados para reducir el número de aves dentro de la ciudad se ha vuelto a poner en marcha. Se han retirado ya 734 huevos, una cifra similar a la del pasado año, aunque en esta ocasión el proyecto durará los cinco meses de la reproducción de la gaviota. El objetivo es retirar unos 1.300, puesto que un 80% de ellos llegaría a edad adulta. Se ha destinado a esta actuación 18.800 euros
Quevedo explicó que se ha logrado reducir la población de esta ave en el Aeropuerto y otras zonas. Por ello, para el próximo año se sacará un contrato de 80.000 euros al año y se firmará con la adjudicataria por dos años prorrogables otros tantos. Esto permitirá revisar también la población de palomas y hacer charlas informativas sobre el tema, por ejemplo, para evitar que los melillenses les den de comer. Las gaviotas patiamarillas no sólo son molestas al estar dentro de Melilla, sino que estan haciendo desaparecer a los cernícalos o las gaviotas de pico rojo.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno va a aprobar un convenio con la UGR para que sus expertos hagan un estudio de las especies y hábitat de las zonas de especial conservación, como los acantilados de Aguadú o el río Nano. También harán inspecciones submarinas. Recibirán una ayuda de 34.200 euros al año. Además, la Administración aprobó el Plan Territorial de Contingencias Marinas del litoral melillense. Primero debe pasar por la Comisión Nacional de Protección Civil para poder entrar en vigor.