La Consejería de Medio Ambiente que dirige Manuel Ángel Quevedo procede en estos días a la limpieza del fondo marino de la Ensenada de los Galápagos, según la información oficial publicada en su perfil de Twitter. Según afirma en esa red social, las labores se están llevando a cabo a través de equipos de submarinistas apoyados por embarcaciones dotadas del material necesario y observándose., además, todas las garantías y recomendaciones ambientales en este tipo de trabajos.
La finalidad de esta limpieza de choque del fondo marino es extraer el mayor número de residuos posible, incluidos los microplásticos, contribuyendo así a mejorar y garantizar las mejores condiciones ambientales en ese entorno natural, uno de los más hermosos de cuantos existen en la ciudad.
Este programa de limpieza se inició el pasado 9 de junio para dar respuesta a unos de los problemas del litoral melillense, en el que se acumulan residuos plásticos en descomposición que la dinámica litoral natural hace acumularse en la zona, que constituye sin duda una de nuestras joyas naturales, y es la imagen utilizada en todas las campañas publicitarias de Melilla.
La Ensenada de los Galápagos encuentra entre las murallas de Melilla la Vieja, con una playa de arena de aporte y un fondo rocoso. El problema de limpieza de esta playa se produce por la orientación de la bocana de la playa (noreste), expuesta al levante, y que aporta la mayoría de plásticos y otros objetos flotantes, que terminan decantándose en ese fondo rocoso. En el rozamiento continuo contra su lecho se va formando una densa nube de microplásticos de difícil limpieza o extracción manual. Todos los residuos que entran en la ensenada no salen de ella, a no ser que sean extraídos.
Los trabajos se adjudicaron el 1 de junio por importe de 14.399 euros bajo el contrato de limpiea submarina en la zona norte del litoral durante la temporada 2023. Las tareas se desarrollarán mediante equipos de submarinistas apoyados por embarcaciones dotadas del material necesario, observando todas las garantías legales y recomendaciones ambientales para estos casos (Instituto Oceanográfico Español), y con la finalidad de extraer dichos residuos, contribuyendo a mejorar garantizar las condiciones ambientales de este entorno.
El levante arrastra a la costa lo que los guarros tiran. Solo hay que ver la cala de los galápagos. Entre que no limpia nadie y allí se tira de todo, es una pena. Las escaleras destrozadas, la suciedad entre los matojos que nadie retira. Hace poco fotografié lo mismo que estaban fotografiando unos cruceristas y me avergüenza que mi ciudad de esa imagen.