Medio Ambiente intenta dar una solución a la falta de aseos en Horcas

La Consejería está esperando que Delegación comunique la fecha oficial de la apertura de la mitad de la playa norte.

La playa de Horcas Coloradas podría estar abierta al público este verano, previsiblemente a finales del mes de mayo, concretamente el día 30. Sin embargo, sólo la mitad de la playa será la zona destinada a los usuarios y la Consejería de Medio Ambiente está intentando buscar una solución a la falta de infraestructuras para instalar los aseos. Y es que, según informó el titular del área, Ramón Gavilán, no existen colectores ni fosas sépticas en la zona para instalar unos aseos como los que ya existen en el resto de la playa melillense.

Gavilán expresó a ‘El Faro de Melilla’ sus dudas con respecto a la intención de la Delegación del Gobierno en la ciudad de instalar aseos químicos, en concreto ocho, pues esta medida únicamente se toma “de forma temporal” para ocasiones puntuales y no para soportar los tres meses de verano ni la gran afluencia de usuarios que se espera al ser ésta la primera temporada de Horcas Coloradas como zona de baño. Además, y  tras la reunión mantenida con los responsables de la Delegación del Gobierno la pasada semana la Consejería pidió una comunicación oficial de la fecha para la entrega de la obra de la carretera de acceso.

“Al menos necesitamos un mes para montar todos los servicios, socorrismo, limpieza y vigilancia”, dijo. Por otra parte, también habrá que contar con el tiempo necesario para contratar el suministro eléctrico y de agua por lo que, en el momento en el que Delegación informe de la fecha exacta de la entrega de la obra la Ciudad Autónoma podrá ponerse manos a la obra para equipar la zona y que los melillenses disfruten de su primera playa abierta al mar.  La zona de arena será de 900 metros de longitud y 40 metros de anchura que supone una franja de 36.000 metros cuadrados. Además, en la zona sur se creará otra playa con 210 metros de longitud.

Otro de los inconvenientes que presenta la apertura al público del litoral norte de Melilla son los temporales de levante. Al tratarse de una playa artificial la pérdida de la arena que cubre el litoral podría perderse en el mar al no existir un dique de contención que, sin embargo, está contemplada en el proyecto.

El consejero también explicó que la razón por la que los usuarios únicamente disfrutarán de la mitad de la playa se debe a que en la parte superior de los acantilados se encuentra la zona de tiro de las Fuerzas Armadas por lo que, por motivos de seguridad, sólo se habilitará una parte del litoral.

Paseo Marítimo

La Consejería de Medio Ambiente realizará la misma organización de los servicios como recoge el Plan de Playas de Melilla cada año: instalación de balizas, limpiamar, pasarelas, sombrillas, duchas y lavapiés. Aunque por el momento el consejero no concretó qué coste económico tendrá.

La construcción de la carretera de acceso a Horcas Coloradas, con un coste cercano a los 18 millones de euros,  ha sido llevada a cabo por las empresas adjudicatarias Corsan y Tracsa que además de las actuaciones de acondicionamiento  del litoral se ha construido un paseo marítimo que comunica la carretera de la Alcazaba con Horcas. En total 1.387 metros de longitud de carretera de acceso para vehículos y acera para peatones.

Tal y como informó la Delegación del Gobierno la pasada semana el proyecto también contempla una zona de servicios de restauración, una rampa de acceso a la playa y un espigón que arranca de la margen norte de la bocana de la dársena de Trápana y Galápagos con la cala del Morrillo de más de dos kilómetros hasta ahora inaccesible y en estado de abandono.

Por otra parte, se habilitará un espacio de aparcamientos con 269 plazas, ocho baños químicos desmontables, 16 duchas, 89 luminarias para el alumbrado público, 35 bancos de ,adera, 50 papeleras, 91 farolas y canalizaciones de riego para las zonas verdes en una superficie total de 3.319 metros cuadrados. Así mismo se prevé la plantación de 1.689 árboles, principalmente pinos, y la construcción de 1.147 metros de balaustradas.

La Ciudad confía en poder abrir la cala de Galápagos

La temporada veraniega del pasado año contó como importante novedad la apertura de la ensenada de los Galápagos al público tras la intervención de la Administración central que incorporó más de 10.000 metros cúbicos de arena y la dotación de los servicios necesarios por parte de la Consejería de Medio Ambiente. Sin embargo, los vientos de Levante pronto llenaron la playa de residuos llevándose parte de la arena aportada al no existir un dique de abrigo específico para la zona.

Idénticas condiciones a las que un año más se enfrenta el Plan de Playas  de la Ciudad Autónoma por lo que confían en poder abrir al público esta temporada veraniega la ensenada de los Galápagos y así ofrecer una alternativa más de ocio a los ciudadanos melillenses.

Los horarios de apertura y cierre de las instalaciones serán semejantes a los del pasado año así como el servicio de limpieza y socorrismo. Según explicó el viceconsejero de Medio Ambiente, Guillermo Merino, “se intentará abrir en la medida de lo posible”, teniendo en cuenta todas estas cuestiones  para que los melillenses puedan disfrutar de las instalaciones.

Limpieza y seguridad

Los esfuerzos se centrarán en la limpieza de la cala pues el viento de Levante suele traer consigo numerosos residuos sólidos que obligaban al cierre de la ensenada al público durante tres días para poder abrirla nuevamente al público. Este es uno de los aspectos de los que más se quejaban los usuarios el año pasado junto con la seguridad.