Médicos sin Fronteras denuncia “extrema violencia”de las fuerzas de seguridad en la valla

l El informe de la ONG indica que el aumento de la violencia para repeler las entradas es “consecuencia directa de las relaciones hispano-marroquíes” l Un documental recoge testimonios de algunos inmigrantes.

Médicos sin Fronteras (MSF) presentó ayer un informe sobre las situación de los inmigrantes subsaharianos que se encuentran “atrapados” en Marruecos intentando entrar en Europa, en muchos casos a través de nuestra ciudad. En el estudio, que recoge testimonios de subsaharianos y de trabajadores de la ONG en la zona de Nador y Oujeda se constata la “renovada violencia con la que se repele a los migrantes que intentan saltar la valla de Melilla por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas”.
La institución afirma en este documento que durante el pasado verano, por primera vez desde 2005, grandes grupos de inmigrantes trataron de cruzar las vallas que separan Nador y nuestra ciudad, algo que los melillenses ya saben. Sin embargo, desde Médicos sin Fronteras se indica, también, algo que quizás no es tan conocido. La ONG apunta que las fuerzas de seguridad del país vecino, pero también las españolas (aunque en menor medida) han respondido a los intentos de llegada de estos ciudadanos extranjeros “con extrema violencia”. Así, se indica que se han producido abusos de derechos humanos fundamentales, trato vejatorio y violencia que según ellos son “consecuencia directa de la nueva etapa de las relaciones hispano-marroquíes y la excenlente cooperación en cuestiones de seguridad”.
El informe de MSF  recoge que entre abril y octubre del año pasado el procentaje de personas asistidas por sufrir “violencia directa” pasó del 4% al 23%. Así, indican que aunque muchos inmigrantes se dañaron al intentar escapar durante redadas o se cortaron con la alambrada que recubre la valla que separa Nador de nuestra ciudad, había otros, la mitad de los atendidos, que presentaban heridas causadas por “violencia directa o intencionada”. Una coordinadora médica de la entidad indica que los equipos sanitarios se han encontrado en su actuación con personas con heridas como fracturas de brazos o piernas, conmociones cerebrales o dientes rotos que “coinciden con el tipo de traumatismo causado por piedras, palos de madera u otros instrumentos”.
Asimismo, la entidad indica que, según los testimonios de sus pacientes, tanto las fuerzas de seguridad como miembros de la población civil les tiran piedras cuando tratan de saltar las vallas y además afirman que, cuando son atrapados reciben trato vejatorio y les roban sus pertenencias.
Sin embargo, las declaraciones de los inmigrantes, según el informe de MSF, no sólo hablan de maltrato por parte de la Policía marroquí, sino también de la Guardia Civil. Traoré, un joven de 24 años, afirma en el testimonio que recoge este documento que la Guardia Civil le entregó a los militares marroquíes cuando ya había pasado a nuestro país. Además, MSF indica que a finales del año pasado sus equipos trataron a varios pacientes que afirmaron que agentes de la Benemérita utilizaron balas de goma para apresarles y golpearles.
El informe recoge, además, que, siempre según los testimonios de los pacientes, muchos inmigrantes que lograron cruzar la valla y fueron “atrapados” por la Guardia Civil, se entregaron posteriormente a las fuerzas de seguridad marroquíes. Uno de los casos que recoge el informe es el de un grupo de 43 inmigrantes que llegaron a la oficina de MSF en Oujda, después de que supuestamente la Policía marroquí los hubiera expulsado a la frontera con Argelia. Éstos indicaron a los médicos que habían conseguido entrar en Melilla, pero que fueron atrapados por la Guardia Civil y entregados a la Policía marroquí después de golpearlos. Estos testimonios se unen, según MSF, a los de otros muchos inmigrantes que dijeron que los agentes españoles los entregan a las fuerzas de seguridad del país vecino, “aún sabiendo que serán golpeados y expulsados a la frontera con Argelia”.
Así, MSF indica que estas actuaciones suponen una violación directa de la Ley de Extranjería vigente y del artículo 3 de la Convención Europea para la protección de Derechos humanos.

Documental

Algunos de los testimonios en los que se apoya la parte del informe de MSF que se refiere a la violencia a la que se enfrentan los inmigrantes que tratan de entrar en nuestra ciudad se recogen en un vídeo documental, también elaborado por la institución, bajo el título ‘Violencia: Esperando alas’. En este vídeo, varios subsaharianos que se encontraban viviendo en el monte Gurugú en el momento de la grabación cuentan su experiencia al intentar entrar en Melilla y las razones por las que algunos de ellos decidieron intentarlo a plena luz del día en lugar de por la noche a partir de este verano , lo que cambió la tendencia habitual, según ellos para evitar el maltrato de las fuerzas de seguridad. “Intentamos entrar a los ojos de todo el mundo”, indica Michael, uno de los inmigrantes que no lograron su objetivo de llegar a Europa. El joven narra el sufrimiento al que se enfrentó tanto él como sus compañeros e indica que él mismo fue golpeado en la cabeza.
Asimismo, los inmigrantes afirman, en el vídeo, que tratan de saltar la valla porque no soportan la situación en la que malviven en el bosque, aunque reconocen que saben que tanto las fuerzas de seguridad del lado marroquí como las del lado español tratarán de “hacer su trabajo” y evitar que ellos consigan su objetivo.
Uno de los jóvenes cuenta que su familia es pobre y que lo único que puede hacer ahora es seguir intentando entra en Europa a través de nuestra ciudad, aún sabiendo que puede morir en el intento. “Si tuviera dinero volvería a casa, pero ya no puedo. Sé que puedo morir, pero algún día hay que morir, no sé si en el bosque o intentando entrar”.
En poco más de seis minutos este vídeo narra y pone rostro y nombre a una tragedia que persiste a poca distancia de nuestra ciudad y en la que muchos inmigrantes pierden a veces la vida y casi siempre las esperanzas y las ilusiones.
El último intento de entrada masiva en nuestra ciudad se produjo el pasado martes, cuando medio millar de inmigrantes trató de llegar a la valla para conseguir saltar a Melilla, aunque sin éxito