La Medalla de Oro de la Ciudad, la más alta distinción que hace Melilla, ya está en las manos de quien la merece. La Asamblea ha querido reconocer este año en el Día de Melilla al pintor de la luz, Eduardo Morillas, que falleció este año. Pero también a la entidad que investiga y divulga la historia de la ciudad, la Asociación de Estudios Melillenses.
El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, fue el encargado de entregar estas distinciones, en un sencillo acto celebrado en la plaza de las Culturas.
La consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, fue quien habló sobre los galardonados con la Medalla de Oro.
“Las personas o entidades que recibís estos reconocimientos nos hacéis sentirnos orgullosos de nuestra ciudad, nos dais raíces y también alas. El futuro os necesita”, remarcó.
De Morillas destacó que “atrapó la luz en sus cuadros”, que pintó el tiempo de su ciudad y lo hizo también unido al mar.
Asimismo, Fernández Treviño resaltó el galardón que recibió la Asociación de Estudios Melillenses, premiada por la excelencia y el trabajo realizado porque han sido “el corazón de la cultura durante 40 años”. “Un corazón que sigue latiendo entre sus paredes de piedra para que Melilla tenga la brújula de su historia, de su geografía, de su cultura, de su conocimiento, custodia y guarda entre muros que son la cuna que gesta la vida”, añadió la consejera de Cultura.
Además, dijo que con estos reconocimientos también se premia la esperanza al mirar al pasado para coger impulso hacia el futuro. Aseveró que es una forma de salvaguardar la memoria de los que nos precedieron para ser un espejo para futuras generaciones
El presidente de la Asociación de Estudios Melillenses, Benito Gallardo, agradeció a todas las autoridades la Medalla de Oro. Aseveró que este día iba a ser uno de los más entrañables y emocionantes para los socios de esta entidad.
Pero precisamente también se centró en la importancia del trabajo de los miembros de la asociación. Remarcó la importancia de todos los socios que han pasado por la entidad, de los presidentes y de las juntas directivas que le precedieron en el tiempo en estos 40 años de historia.
“Han hecho que sea reconocida la labor de investigación y divulgación de la historia de nuestra ciudad”, subrayó.
Gallardo destacó que entre todos los socios y colaboradores se ha logrado este reconocimiento a “un trabajo en común, a esfuerzos compartidos y, sobre todo, a un proyecto de cultura que hemos construido entre todos”.
Por su parte, Francis Montoya, la viuda del pintor Eduardo Morillas, logró emocionar a todos los presentes con un discurso que le ha salido del corazón. Destacó que su marido fue un gran hombre, un esposo genial y un gran padre y abuelo.
Y tras agradecer la Medalla de Oro a todos los partidos que componen la Asamblea, también se acordó de quien estuvo a su lado en esos difíciles momentos.
Mandó un gran agradecimiento a los amigos de Morillas que iban a visitarle a casa y a los que llamaban por teléfono para interesarse por su salud.
Además, reconoció la labor del enfermero que cuidó del pintor en esos últimos días de su vida, Paco, por el cariño que aportó a sus cuidados. Y también destacó la labor de los Bomberos. Y es que explicó que su marido había perdido por completo las fuerzas en las piernas y cuando se caía, llamaba a los Bomberos, que sin dudar y lo más rápido que podían, le ayudaban a levantarle del suelo.
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