“Me haría mucha ilusión que el PSOE gobernara en Melilla”

El número tres del PSOE destaca la buena reputación de Gregorio Escobar en Melilla ganada en su etapa en la Delegación del Gobierno. Cree que Imbroda defiende antes al PP que en la ciudad. El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, participó el pasado 11 de abril, junto a otros parlamentarios socialistas, en un encuentro con ciudadanos de Melilla. Aprovechando su visita a la ciudad, concedió una entrevista a El Faro en la que da un repaso a la actualidad del país, habla de los casos de corrupción que salpican a la clase política, y expone su percepción de la ciudad de Melilla, en la que asegura ver al PSOE de Gregorio Escobar gobernando porque “está haciendo lo que tiene que hacer: Estar con la gente”.
–En su visita a Melilla, ha participado en un encuentro ciudadano y dice que, con este tipo de iniciativas, el PSOE quiere hacer política “de la buena”. ¿Antes no la hacían?
–Buena pregunta (risas). He venido muchas veces a Melilla a hacer política de la buena. Quería enfatizar que estamos en un momento donde la política es un problema y  la gente está muy distanciada de la política y creo que hay que hacer muchas cosas como ésta y no comparecer en una televisión de plasma.
–Parte de ese desapego ciudadano a la política viene a raíz de los casos de corrupción que están saliendo a la luz relacionados con la clase política. ¿Cómo se ha llegado hasta este punto?
–Yo rechazo ese concepto de ‘clase política’ porque en política uno entra y sale y cuanta más gente entre en política mejor. Creo que la corrupción es un elemento fundamental de esa desafección, pero no el único. La crisis y no dar respuestas, principalmente, al paro es lo que está resonando. Yo he estado en debates donde la gente pide más o menos dureza, más acuerdos, más izquierda, menos derecha, más centro... La gente quiere soluciones a sus problemas. Mientras haya seis millones de parados en este país, la gente no puede creer en la política. Ese es el problema.
La política hoy en día no está dando respuestas y en eso hay un elemento nuevo esencial: La globalización y la Unión Europea. Se están tomando decisiones fuera de España que afectan a nuestro país y muchas veces por organismos que no son democráticos. Por tanto, cuando la gente ve que su voto no sirve para nada, como los que votaron en su día a Mariano Rajoy para que cambiaran las cosas y ven que todo va a peor, pues evidentemente le cuesta creer en la política. Creo que la política del futuro en cierta manera se tiene que parecer a la política del pasado, a la mejor parte. Aquella política de calles, de barrios, de a pie, de boca a boca y eso creo que hay que rescatarlo.
–Ha dicho que el PP tiene que aclarar su financiación por el ‘caso Bárcenas’. ¿La financiación del PSOE es clara y transparente?
–Le voy a ser radical en la respuesta. En todos los partidos hay casos de corrupción, la pregunta es si se afrontan con contundencia. Yo creo que el PSOE las afronta, pero es que el ‘caso Bárcenas’ o el ‘caso Gürtel’ no es un caso más, no es un caso aislado, no afecta a un dirigente del PP... Afecta a concejales, diputados, presidentes autonómicos, senadores, diputados autonómicos, al tesorero nacional del PP e incluso a Mariano Rajoy. ¿Por qué? Porque es un fenómeno de corrupción sistémica instalada en la cúpula del PP, donde estamos comprobando cómo durante 20 años ha habido un fenómeno de pagos, cobros, comisiones y sobresueldos. Eso no existe en el PSOE.
Siempre que hablamos de esto, el PP dice que el PSOE es el único partido condenado por financiación ilegal en este país por el ‘caso Filesa’ y es verdad. Ese es el problema, que el PSOE fue condenado, pero el PP no. Porque mientras ocurría el ‘caso Filesa’, el PP tuvo el ‘caso Naseiro’ y no fue condenado. Se libró con artimañas y triquiñuelas judiciales y el PSOE pagó por aquello, aprendió la lección y se puso la vacuna. El PSOE no ha vuelto a tener nunca jamás financiación ilegal, nunca.
Sin embargo, el PP, después del señor Naseiro, tuvo al señor Lapuerta y al señor Bárcenas. Ha habido una continuidad en la forma de trabajar por parte de las personas que estaban allí. Dicho de otra forma, el PP se llevó una sensación de impunidad con el ‘caso Naseiro’ que ha hecho que 20 años después descubramos lo que ha pasado este tiempo.
–Patxi López ha dicho que en todos los partidos hay casos de corrupción. ¿Si no son tan notorios o mediáticos como los que se están dando, se consienten?
–Todos los partidos tienen casos, pero insisto, cuando la corrupción afecta a personas concretas, a cargos públicos concretos, hay que actuar. Yo podría hacer una gran relación de casos en los que el PSOE ha actuado. El ‘caso Bárcenas’ no afecta a una persona, afecta a cientos de cargos públicos del PP porque no es un contacto directo de una empresa con una persona en una adjudicación, no. Es un fenómeno sistémico, una forma de trabajar en el PP, según los papeles de Bárcenas y según lo que ha dicho el PP a la justicia. Las cuentas que ha entregado el PP a la justicia, lo que dicen es que reconocen que durante 20 años han tenido financiación ilegal de empresas que no podían dar subvenciones a partidos porque tenían contratos con la Administración Pública, en cantidades que exceden lo que dice la ley. Con lo que, no es un caso de corrupción, es un fenómeno de corrupción sistémica, sistematizada e instalada en la cúpula del PP, que llega hasta el poder local.
–¿Duele reconocer que se dan casos de corrupción dentro de un partido?
–Cómo no va a doler. Además, está hablando con una persona que tiene la obligación de actuar cuando ocurre algo de esto. Por tanto, yo no solamente hago comentarios como ciudadano o como responsable político, es que me toca actuar y no quiero hacer aquí una relación de casos, pero créame que es muy duro cuando alguien descubre que un compañero ha hecho algo negativo y se le tiene que llamar. Por cierto, el que llama soy yo. Y cuando hay que hacerlo, se hace. Si quiere ejemplo, hace poco expulsamos al director de la Fundación Ideas porque había habido prácticas irregulares en la fundación. El PSOE actuó con dureza, sacarle de la fundación y del partido, las dos cosas.
–¿Qué cambios y reformas está dispuesto a hacer el PSOE para evitar estos casos y empezar a hacer política de la buena?
–Yo creo que a lo largo de 30 años hemos ido poniendo controles, pero es verdad que siguen habiendo prácticas. Creo que todo el fenómeno del ‘boom’ inmobiliario, del ‘boom’ del ladrillo, asoció gran parte de esa corrupción. Seguramente ahora ahí ya no hay corrupción porque ya no hay ese ‘boom’, pero puede haberlo en otros fenómenos como, por ejemplo, dado que no hay construcción, muchas empresas pueden tener tentación en lo que es la adjudicación de servicios o prestación de servicios.
Recientemente Rubalcaba hizo una serie de propuestas muy radicales y muy claritas. La gente lo va a entender. Por ejemplo, siempre pensamos en el corrompido, pero no en el corruptor. ¿Por qué no hacemos un cambio en la ley para que cuando un constructor o una empresa se pruebe que está en un caso de corrupción, no pueda contratar nunca más con la Administración Pública? Estoy seguro que se lo pensarán. Sería un buen cambio de fondo.
Rubalcaba ha dicho que cada vez que hay un caso de corrupción que afecta a un político se juzgue en la Audiencia Nacional. Todos sabemos lo que significa eso. Más agilidad, más rapidez, más medios. Evidentemente hay que reforzar todo lo que tiene que ver con la inspección de Hacienda. No puede volverse a dar casos de evasión fiscal en la política, con cuentas en Suiza, ¿de qué estamos hablando? No es posible.
Se pueden hacer muchas, sí, y las estamos proponiendo y desde luego todo lo que sea combatir la corrupción será bueno para este país.
–Cambiando de tercio. Ha dicho que está orgulloso del PSOE de Melilla. ¿Les ve gobernando en la Ciudad?
–Me haría mucha ilusión. Creo que el PSOE de Melilla está haciendo lo que hay que hacer. Defienden a Melilla. Hoy el partido lo dirige Gregorio Escobar, que es el secretario general y que fue delegado del Gobierno. Todo el mundo sabe que como delegado del Gobierno trabajó por esta Ciudad Autónoma. Me he reunido con trabajadores, sindicatos y empresarios que me reconocen que siempre que llamaron, Escobar se puso al teléfono, que intentó resolver problemas, que hubo inversiones en Melilla y ahora veo un abandono por parte del PP, pero evidentemente eso lo tienen que juzgar los ciudadanos de Melilla. Yo creo que el PSOE de Melilla está donde tiene que estar, que es con la gente, trabajando y resolviendo los problemas de Melilla.
–Han destacado muchas veces todo lo bueno que tuvo el Gobierno de Rodríguez Zapatero con Melilla, de hecho visitó la ciudad, y critican que ahora el PP ponga “excusas”. Rubalcaba no ha pisado Melilla, ¿qué excusa tiene?
–No es mal comienzo que haya venido el presidente del Gobierno. Si no recuerdo mal era el primero que visitaba Melilla. Rubalcaba lleva un año de secretario general, puede venir y vendrá. No hay ningún problema.
–Pero Mariano Rajoy ha venido muchas veces, una de ellas durante la precampaña electoral del 20–N...
–Estoy convencido que para un ciudadano de Melilla es mucho más importante que haya venido su presidente del Gobierno que el dirigente de un partido. En el caso del PSOE ha venido el presidente del Gobierno y en el caso del PP, no. Uno a cero. Yo estoy convencido de que eso es lo que quieren los ciudadanos  de Melilla, pero sobretodo, aparte de que venga alguien, lo que quieren son inversiones. Vale más haber empezado el nuevo hospital universitario, el centro para la dependencia, la ampliación del paseo marítimo hasta Horcas Coloradas o el Plan E para la rehabilitación de la muralla de Melilla La Vieja. Eso es inversión real y están ahí. Y ahora esa inversión cae un 45%. Eso no es opinión, eso es información objetiva. Está en los Presupuestos Generales del Estado. Ahora que la gente busque y compare.  
–Valoran mucho todo lo que hizo Rodríguez Zapatero en el Gobierno, pero ahora está desaparecido, ¿le han apartado del partido para recuperar otros líderes como Felipe González? ¿Le han dejado de lado?
–Zapatero además de estar en el Consejo de Estado, trabaja muy a menudo en la Fundación para dar ideas al partido y hay una relación muy cotidiana. Habla a menudo con Rubalcaba. Opinan, intercambian opiniones... Es verdad que después de salir del Gobierno no se ha tenido una presencia pública y mediática, pero es algo que tiene que manejar él. En todo caso, está presente porque para empezar habla mucho con Rubalcaba, consulta con él y comparten opiniones. Zapatero es un activo de este partido.
–El PP de Melilla les reprocha que, ahora que están en la oposición, tienen más ideas y propuestas que cuando estaban en el Gobierno ¿El PSOE trabaja mejor en la oposición que cuando tiene responsabilidad de Gobierno?
–La verdad es que estar en el Gobierno nos permitió empezar un hospital, cosa que no hizo el PP, o un centro de atención a la Dependencia, que no hizo el PP, o la ampliación del paseo a Horcas Coloradas, que le acabo de comentar. Todo eso lo hizo el PSOE. Es que no entiendo cómo el PP se permite ese tipo de comentarios cuando ha cortado toda la inversión en Melilla. No lo entiendo. Le digo más. Melilla tiene un presidente que se llama Imbroda, que siempre que tiene que elegir entre el partido  o Melilla, elige partido, defiende al PP. ¿Acaso no hemos visto durante ocho años a Imbroda reclamar con intensidad al Gobierno del PSOE? ¿Dónde está ahora el señor Imbroda si no es más que defendiendo lo que hace el PP y Mariano Rajoy en Melilla?
Yo creo que hoy en Melilla sobra el delegado del Gobierno porque ya está Imbroda como delegado del Gobierno de España. Ocupa dos cargos, es absurdo. El señor Imbroda en lugar de ser el presidente del Gobierno de Melilla, es el delegado del Gobierno de Rajoy en Melilla. Sobra uno de los dos. Ya se encarga Imbroda.
–Con las reformas que quiere llevar a cabo el PSOE, ¿podrá estar en condiciones de gobernar el país de cara a las próximas elecciones generales?
–Yo espero que sí, pero ahora no es esa la prioridad. Yo creo que España tenemos problemas muy graves como para estar pensando en votos...
–Pensé por un momento que no tenían intención de volver a gobernar...
–No me entienda mal. Yo creo que no se puede gobernar con la calculadora de votos en la cabeza. Ni hacer política pensando en votos. No puede ser así, no es posible. Rajoy llegó a un país que tenía un problema económico y en lugar de pensar en cómo arreglarlo, en lugar de unir a sindicatos, a trabajadores y a partidos, se dedicó a hacerlo como si estuviera en campaña electoral. Buscó culpables de la crisis, la herencia socialista, a las Comunidades, a los sindicatos... en lugar de buscar soluciones, en lugar de gobernar, en lugar de unir a la gente. Se ha dedicado a pensar en votos, en hacer campaña. Eso no se puede hacer, no vale para nada. Es peor incluso.
Por tanto, el PSOE sabe que tiene que dar respuestas, muchas de ellas muy difíciles, que no se pueden dar en el propio Estado porque tienen que ser internacionales. Tenemos que hacer reformas muy en profundidad porque en sólo un año se ha desmontado lo que hemos construido en 30: La Sanidad pública y universal, la Educación pública... Por tanto, hay que hacer un proyecto de reforma en profundidad en el partido, pero sobre todo en el país. Vamos a enfrentarnos a unas elecciones en el que vamos a jugarnos un modelo de país, donde nos planteamos una sanidad privada o no. Esto no había ocurrido nunca.
El PSOE va a hacer todo lo necesario para hacer ese proyecto de reforma. Ya lo hizo en el pasado con el aborto, con el divorcio, con la entrada en Europa, con la reconversión industrial, con la Sanidad pública, con la Dependencia... Y eso es lo que haremos con el futuro, reformas.{jaimage crop="TC" /}