Categorías: Cultura y Tradiciones

Más que una historia sobre niñeras

Bombalurina tendrá muy difícil superar el éxito que va a suponer el musical ‘Mary Poppins’ en Melilla, ya que el espectáculo sorprende con magia, enamora gracias a sus actores y divierte por ser ‘casi perfecta’.

La solución al rescate económico que sufrirá España, si nada lo remedia, no está en Europa, sino en el musical de ‘Mary Poppins’. No es que nos hayamos vuelto locos, pero tras salir de esta representación de Bombalurina no sólo se siente uno con una energía renovada, sino que posee las claves para resolver la negatividad que la crisis económica está aportando a nuestras vidas. Si los bancos conocieran que ‘con un poco de azúcar, esa píldora que nos dan pasará mejor’ y entendieran de una vez qué significa ‘Supercalifragilisticoexpialidoso’ no haría falta que ningún dirigente político nacional o extranjero decidiera sobre nuestra economía. El musical de ‘Mary Poppins’ es mucho más que una historia entretenida sobre unas niñeras y una familia con dos niños traviesos. Esta obra habla sobre la importancia de la familia, la solidaridad, el respeto por las persona que están a nuestro alrededor y sobre cómo ser optimistas aún en los peores momentos.  
Lo sentimos mucho por los melillenses que tras leer las muy buenas críticas que va a recibir este musical deseen ir a verlo, ya que no queda ni una entrada. Los espectadores que sí tengan un pase se sorprenderán con las voces de Alejandro Guillén y Pilar González, Michael y Jane Banks, respectivamente. Dos niños que en el escenario lucen como estrellas brillantes en un firmamento claro. Sin dudas ni vacilaciones, estos pequeños son los culpables de que el público no mueva un músculo para no perder detalle de su actuación.

Los magníficos en el escenario

María del Carmen Gálvez es una magnífica Mary Poppins, no sólo por su bella voz, sino porque no se echa de menos ninguno de los gestos característicos de este personaje que todos conocemos gracias a la película de Disney, como esos pies separados.
Sin duda una de las sorpresas de la noche fue el polifacético Bert. Este pintor, barrendero y deshollinador fue ‘casi perfecto’, como dice la canción. Interpretado por José Pérez, cantó, bailó y coqueteó con Mary Poppins divirtiendo y enamorando a los espectadores.
También se merecen un gran aplauso Winifred y George Banks, los padres de estos dos niños tan traviesos. María José Ramírez y Raúl Belmonte fueron magníficos. Muy divertidos estuvieron el mayordomo Robertson y la cocinera, la señora Brill.
Lo cierto es que los actores encandilaron a los espectadores y los convencieron con sus interpretaciones, pero ¿qué sería de ellos sin la música? Y es que tanto el coro como los músicos que estaban en el foso del Kursaal y el cuerpo de baile sumaron su talento a este musical.
Sin embargo, no fue sólo el trabajo de los actores, los bailarines y los músicos lo que cuenta para que este musical sea uno de los mejores espectáculos, por no decir el mejor, que ha acogido el Kursaal. La dirección, regiduría, vestuario y luces fueron indispensables para que tras el telón apareciera una bellísima casa, una habitación infantil o un parque con estatuas. El diseño de vestuario encaja perfectamente con el que se pudo ver en la representación de ‘Mary Poppins’ de Broadway. Y nada hay que envidiar al montaje americano en escenarios o en los trucos de magia.

Canciones y sensaciones

Nos han pedido no desvelar ninguna de las sorpresas que hace sonreír a los espectadores, así que no les quedará otra que ver este espectáculo, que les dejará con la boca abierta ‘como si fueran un bacalao’.
Es cierto que cuando sales del este espectáculo no puedes quitarte de la cabeza la canción de ‘Chim chimney’ y dejar de pensar en el ‘Supercalifragilisticoexpialidoso’. Pero más allá de que este musical entretenga y nos devuelva a la niñez, ‘Mary Poppins’ lleva al adulto a reflexionar sobre si la vida que llevamos es aquella que soñamos con diez años.
¿Recuerdan cuáles eran sus galletas favoritas? ¿Tuvieron la oportunidad de jugar con sus padres en el parque? La relación que hay entre los padres y los hijos en este musical es una llamada de atención sobre la falta de comunicación entre los mundos: el de los adultos y el de los niños. Los señores Banks buscan una niñera y no se les ocurre preguntar a sus hijos qué desean ellos. George Banks sólo piensa en su trabajo y delega en Winifred toda la responsabilidad de la casa. ¿Les suena de algo la realidad de esta familia?
Precisamente una de las cosas que más se remarcan en este musical es la importancia que tiene la familia como núcleo de apoyo incondicional de los problemas que surgen en el día a día. Ni el trabajo ni el dinero es más relevante en la vida de una persona que contar con el cariño y el amor de su familia.
También está en este musical la señora de los pájaros. Esa mujer cubierta de ropas viejas que vende migas de pan y a la que todos los personajes intentan ignorar porque resulta molesta. Hay muchas personas como esta señora en las calles de Melilla. Pasamos por delante de ellas todos los días y nos hacemos los locos porque no queremos ver una realidad que nos entristece y contra la que creemos que no podemos hacer nada. Pero la compasión y la solidaridad por otro ser humano son valores que no podemos olvidar en nuestro día a día.
Uno de los personajes que más horroriza a todos los del musical es la terrible señora Andrew. Con su mal humor y sembrando el miedo cree que hará de Jane y Michael unas personas intachables. Cerca de nosotros siempre hay personas como esta niñera, que creen que pueden amedrentar nuestros sueños y nuestras ilusiones con su mala sangre. Incluso llegan a contagiar su negatividad y su visión nefasta del mundo.
Afortunadamente, todos tenemos un amigo o un familiar que siempre tiene una sonrisa dibujada en la cara, como Bert. Una de esas personas que tiende la mano para que te puedas agarrar si necesitas ayuda, que deja que te confundas y cometas un error sin decirte ‘te lo advertí’ y que te asegura con la mirada que ‘todo es posible si lo intentas’, como canta Mary Poppins.  
Este musical es una inyección de optimismo, una lección que nos recuerda las cosas importantes de la vida, una llamada a la buena suerte y ‘un poco de azúcar’ para sobrellevar esas píldoras que nos dan.
Ya que no nos dejan revelar las múltiples escenas de magia, al menos les hemos contado otros secretos de la obra para ir aumentando sus expectativas, que seguro cumplirá con creces todo el equipo de Bombalurina y su espectáculo ‘Mary Poppins’.

ana reyes

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