A la UD Melilla le ha sentado como un tiro que el canterano Sufian Mimun Embark se desahogara a gusto en una entrevista concedida a El Faro.
Y no es para menos. Lo más bonito que ha dicho el jugador del club azulino, que ya le hizo saber que no contaría con él para la próxima temporada, es que ha vivido un infierno dentro y que la situación era insostenible.
Fiel a la tradición de matar al mensajero, la UD Melilla, en un alarde de prepotencia, se arroga el derecho de recomendar al informador que firma la entrevista que recabe opinión de todo aquel que haya convivido con Sufian para comprobar la veracidad de las acusaciones del canterano porque tienen “poco o nulo fundamento”. O tienen poco o tienen nulo, pero en ningún caso estos dos adjetivos son sinónimos.
Vamos por orden. En esta casa no admitimos lecciones de periodismo de un equipo de fútbol. No porque lleve 30 años en Segunda B y nos haya tomado el pelo a todos los melillenses con su falsa corazonada de este año. Tampoco se lo admitiríamos ni al Barça ni al Madrid. Nosotros queremos y exigimos una relación de respeto mutuo. Pero, ojo, cuidado con lo que piden, que igual se les vuelve en contra.
La UD Melilla es nuestro club, el de nuestra ciudad, el que se mantiene con el dinero público de todos los melillenses y por eso hemos dado voz a un canterano que, según admite el comunicado del club, tiene “una enorme profesionalidad”.
Nos preguntamos boquiabiertos cómo es posible que la UD Melilla acepte por escrito que está convencido de que Sufian no va a tener problemas para encontrar un destino mejor que éste.
¿En serio? Le damos una patada a un jugador local y encima tenemos la sangre fría de ironizar.
Lavar los trapos sucios de un canterano en un comunicado de prensa es cuanto menos un comportamiento orillero, pero legítimo. Tan legítimo como que exijamos al equipo, a nuestro equipo, autocrítica después de no haberse clasificado para los playoffs con más de un millón de euros de presupuesto. Pedimos más humildad y menos prepotencia.
Con ese dinero el Lorca ha ascendido y nosotros no. En algo nos hemos equivocado. ¿A estas alturas ya sabemos en qué hemos fallado o seguimos buscando la respuesta?
No estamos exigiendo al club azulino que se convierta en uno de esos equipos que sólo ficha a jugadores del terruño. No somos tan pueblerinos. Pero si tenemos un jugador bueno y ha nacido aquí, tenemos que hacer lo imposible para que se quede y defienda nuestros colores. ¿O es que todo el que nace en el Comarcal es un ‘matao’ con la pelota?
Habíamos despedido El Chirimbolo de FaroTV Melilla hasta el inicio de la temporada, pero tal y como está el patio vamos a tener que hacer un programa de emergencia. Volveremos.
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