Un informe del Ministerio afirma que desde 2001 los melillenses han cogido unos kilos, aunque comen más frutas.
El paso de los años no perdona. Y diez, son muchos. ¿Cómo estaba en el 2001? ¿Era más delgado? ¿Tomaba más verduras? ¿Salía a caminar o a hacer ejercicio con frecuencia? Sí, según un estudio comparativo del Ministerio de Sanidad. Hace diez años melillenses y ceutíes utilizábamos una talla más pequeña de pantalón, se levantaban con más frecuencia del sofá y llevábamos una dieta más equilibrada. Esto significa que ahora los melillenses y los ceutíes estamos algo más obesos y nos cuesta más apuntarnos a hacer una actividad deportiva. El objetivo de este informe que ha sacado el Ministerio no es sacar los colores a los ciudadanos, más teniendo en cuenta que con la Navidad volverán los kilos de más por los excesos en las comidas. La idea de este estudio es ver cómo han evolucionado en este tiempo los factores de riesgo que pueden llevar a una persona a desarrollar una enfermedad crónica, como puede ser una diabetes tipo II o una enfermedad del corazón. Por ello, se analiza desde la obesidad a la falta de actividad física o el consumo de tabaco y de bebidas alcohólicas.
Uno de los hechos que hay que asumir de esa comparativa de diez años sobre la salud de melillenses y ceutíes es que hemos engordado. No estamos tan gordos, como en Andalucía (donde un 21,2% de la población mayor de 18 años tiene obesidad), Castilla-La Mancha o Murcia, pero son más las personas que tienen sobrepeso. En 2001, un 14,3% de la población sufría obesidad y en 2011-2012 esta cifra se elevó hasta el 19,2%. En el informe se indica que en todas las comunidades ha crecido el número de personas con sobrepeso en diez años, algo que puede servir de consuelo para algunos ciudadanos y en cambio, es una alarma para los sanitarios que deben estar más pendientes de una sociedad que puede caer enferma con más facilidad en otros diez años.
La dieta y el ejercicio
La obesidad es una enfermedad que está muy relacionada con la dieta y el ejercicio físico que se realiza o no. Y a la hora de tomar verduras y frutas ni los melillenses ni los ceutíes estamos en una buena posición. El 32% de la población mayor de 16 años de las dos ciudades autónomas no hace un consumo suficiente de verduras. Es de las autonomías en las que este índice es alto, como en Extremadura donde se registra que un 39,6% de los mayores de 16 años no toman suficientes verduras.
Aunque no todo es negativo. En 2001, el porcentaje de personas que no se alimentaba con una cantidad suficiente de verduras era de un 33,3%, por lo que se ha mejorado algo.
Otro de los factores que analiza el estudio y que supone un gran cambio para melillenses y ceutíes es el porcentaje de personas que declaran que no hacen ninguna actividad física.
En las ciudades autónomas se ha mejorado ya que en 2001 más de la mitad de la población (56%) aseguraba que no hacía ningún tipo de actividad física. En 2003 volvió a subir esta cifra y se llegó a registrar que más del 63% de los melillenses y ceutíes no salían a caminar o practicaba ningún deporte. Sin embargo, en 2011 y 2012 esta tendencia cambió. En la actualidad, el 43% de la población de las dos ciudades autónomas declara que no se mueve del sofá, y aunque sea una cifra alta, se encuentra entre la media nacional, ya que hay comunidades como Cantabria donde el 64% de su población afirma que no hace ninguna actividad física o Navarra, donde sólo el 32% se queda en casa sin hacer nada de deporte. En este informe se resalta que la reducción del porcentaje de personas que son inactivas fue “especialmente llamativa”.
Una población polarizada, entre activos y pasivos
El endocrino del Hospital Comarcal, Gilberto Pérez, asegura a El Faro que los datos que aparecen en este informe sobre el nivel de obesidad de los melillenses le parece incluso algo bajos. Afirma que la sociedad se está polarizando entre los ciudadanos que hacen deporte y los que ni si quiera salen a andar. Destaca que con la gran cantidad de jóvenes que hay en Melilla se debería ver más movimiento de deportistas en las calles y en los recintos deportivos.
En cuanto a la alimentación, Pérez señala que la crisis está afectando a la dieta de los melillenses. En la consulta se encuentra con personas mayores que han eliminado de su menú verduras, frutas, carnes y pescados porque no les llega el dinero para costear estos alimentos. En cambio, muchas de estas personas ‘malnutridas’ tienen sobrepeso. Eso de debe a que toman alimentos hipercalóricos que tienen un alto contenido en grasas, que no alimentan, pero que son mucho más económicos que unas verduras.
Asegura que la única forma de mejorar estos datos del informe es cambiar el estilo de vida de muchos melillenses.