El delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, afirmó ayer que en las laderas del monte Gurugú hay entre 1.000 y 1.500 inmigrantes de origen subsahariano esperando para entrar en Melilla de manera irregular. En declaraciones realizadas en Radio Nacional, subrayó que esta cifra puede variar en función de las actuaciones que lleven a cabo las autoridades marroquíes. Además, remarcó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas están en alerta permanente para impedir posibles intentos de entrada ilegales.
Por otro lado, el delegado ofreció su apoyo a los agentes de Guardia Civil que operan en el perímetro fronterizo y recordó que en la última entrada irregular de inmigrantes, que se produjo el sábado por vía marítima, resultaron heridos varios efectivos del instituto armado. En este sentido, abogó por hacer uso de los tratados establecidos entre la UE y terceros países para agilizar la repatriación de los inmigrantes que accedan a la ciudad autónoma usando métodos violentos.
El CETI, con 600 residentes
Al hilo de sus declaraciones sobre inmigración, el delegado del Gobierno informó de que el CETI alberga actualmente a unas 600 personas. Aunque la cifra aún está bastante por encima de su capacidad máxima, 480 residentes, los niveles de saturación del centro han descendido notablemente.
Además, apuntó que en los próximos días continuarán saliendo a la península inmigrantes, haciendo especial hincapié en aquellos que residen en familia, como se viene haciendo de un tiempo a esta parte.