Ocurrió ayer, a las 6:30 horas, en un punto del perímetro fronterizo entre Barrio Chino y el aeropuerto. A lo largo del día quedó arreglado el vallado. AUGC lamenta que 6 guardias civiles hayan resultado heridos en la avalancha.
Se acabó la tranquilidad en la frontera. Unos 300 inmigrantes asaltaron ayer al amanecer la valla que separa Melilla de Marruecos en un punto ubicado entre Barrio Chino y el aeropuerto local. Al menos un centenar de subsaharianos logró entrar en territorio nacional, justo el día que la ciudad celebra el 516 aniversario de su españolidad. El resto de asaltantes fue “rechazado” por la Guardia Civil, recalcó el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani.
La avalancha, que se produjo a las 6:30 horas, pudo con la doble alambrada, que no aguantó la embestida y se vino abajo en parte. Además, el asalto se produjo casi a la vez que otra macroentrada de inmigrantes que tuvo lugar por vía marítima, en la ciudad de Ceuta.
Las imágenes del asalto, distribuidas ayer por la Dirección General de la Guardia Civil, son impresionantes. En ellas se ve cómo un numeroso grupo de inmigrantes escala la valla al unísono y ésta se viene abajo ante el peso de tantas personas.
“Los inmigrantes han entrado con gran violencia, lanzando objetos contra las fuerzas de seguridad, que intentaban rechazar el asalto. Están haciendo daño a las infraestructuras de la valla”, apuntó el delegado del Gobierno. Sobre este asunto se pronunció ayer IU en Melilla: “Huir de la pobreza no es delito”, afirmó la formación política.
Siete personas heridas
En la avalancha de subsaharianos en la valla de Melilla han resultado heridos seis guardias civiles y un inmigrante, que sufrió una fractura en una pierna al saltar la doble alambrada, por lo que tuvo que ser ingresado en el Hospital Comarcal.
Los agentes presentan sobre todo contusiones y sus heridas, según el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, “no revisten gravedad”.
Sobre las doce del mediodía de ayer reinaba la tranquilidad en el perímetro fronterizo de Melilla y en las afueras del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) un centenar de subsaharianos conversaban con algarabía.
A lo largo del día de ayer quedó restaurado el tramo de 40 metros de valla que cayó al suelo al no soportar el peso de la avalancha de 300 inmigrantes que se le vino encima a primera hora de la mañana.
Durante toda la jornada, los inmigrantes que lograron entrar en Melilla pasaron a disposición de la Jefatura Superior de Policía “en aplicación de la Ley de Extranjería”, para posteriormente ser alojados en el CETI, apunta la Delegación del Gobierno en una nota de prensa.
“Los asaltos pasan una factura enorme a la Guardia Civil”
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Melilla considera que “los asaltos a la valla están pasando una factura enorme al Cuerpo porque perjudican su imagen y la de Melilla”. También, admiten, pasa factura a los inmigrantes.
En opinión de AUGC, las mafias que están operando en el norte de África “están intentando coger los puntos más vulnerables del perímetro fronterizo de Melilla”.
Además, apuntan que hay que ver qué ha pasado con la valla porque no debería caerse en parte independientemente de cuántos subsaharianos intenten saltarla. “La valla tiene que estar preparada para aguantar 600 o los 6.000 inmigrantes que están en el monte Gurugú a la espera de saltar a Melilla”.
Aunque la asociación no tiene cuantificado el número exacto de agentes de la Guardia Civil que han resultado heridos en asaltos a la valla a lo largo de los dos últimos años, en los que se ha incrementado especialmente la presión migratoria, sí subrayan que “son demasiados”. Asimismo desde AUGC esperan que no se dé ninguna víctima mortal como ocurrió con un miembro de la Gendarmería marroquí que falleció de una pedrada lanzada en el perímetro fronterizo.
El CETI está colapsado con 950 inmigrantes tras un asalto “violento” y con “agresividad”
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que está pensado para alojar a 480 personas, está al doble de su capacidad y aloja a 950 inmigrantes tras el “violento asalto de ayer”. Así lo afirmó a la prensa el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, que en su intervención destacó “la agresividad” de los subsaharianos “que han herido a seis guardias civiles” y “han roto 40 metros de la valla tanto interna como externa que separa Melilla de Marruecos”.
El Barkani destacó que los trabajos para reparar el vallado fronterizo se iniciaron “de inmediato”, aunque admitió que los operarios se han limitado a devolver a su sitio el tramo de valla que cayó al suelo, ya que los elementos que se encuentran ubicados entre las dos alambradas (la sirga tridimensional) “son más complejos” y necesitarán algo más de tiempo. No obstante, el delegado del Gobierno señaló que espera que mañana esté todo completamente arreglado.
La máxima autoridad de la Administración central en Melilla recalcó, además, que no habrá problemas de espacio en el CETI para alojar al centenar de inmigrantes que ayer consiguió entrar en Melilla tras asaltar la valla. “Las instalaciones del CETI están capacitadas para atenderlos”, indicó.
Al hilo de esta afirmación, El Barkani recordó que la Delegación del Gobierno cuenta con tiendas de campaña cedidas por el Ejército y en su opinión no será necesario colocar más literas en el CETI.
Asimismo aprovechó la oportunidad para solidarizarse con Ceuta, donde ayer también se registró una entrada masiva de inmigrantes y avanzó que en Melilla continuará la evacuación de inmigrantes hacia la península “para aliviar la situación del CETI”.
Para reafirmar su información, El Barkani desveló que la semana pasada 70 subsaharianos fueron trasladados a Centros de Internamiento de la península y que esta semana harán lo mismo con otras 40 inmigrantes alojados en Melilla.
Desde la dirección del CETI de la ciudad explicaron a El Faro que hasta el mediodía de ayer habían sido instalados en el centro unos 40 inmigrantes de los asaltantes a la valla y que esperaban que el resto (unos 60) fueran llegando paulatinamente a lo largo de esta semana. “Siempre suele suceder así. Es un goteo. No suelen llegar todos de golpe. Lo normal es que se escondan unos días por la ciudad”.
La Guardia Civil rescata a otros cuatro inmigrantes ocultos en dobles fondos
La entrada de inmigrantes a Melilla ocultos en dobles fondos sigue siendo uno de los métodos más utilizados por las mafias. El pasado lunes, de madrugada, la Guardia Civil de la ciudad detuvo a dos personas (una de ellas, mujer) y rescató a cuatro subsaharianos, que viajaban camuflados en habitáculos construidos en el salpicadero, debajo de un asiento y bajo una rueda de repuesto, tras el registro practicado en dos coches que intentaban pasar a territorio español. Ambos vehículos fueron interceptados en el paso fronterizo de Beni Enzar.
En lo que llevamos de año los agentes de la Benemérita destinados en la Aduana han detectado 36 vehículos con dobles fondos y han puesto a disposición judicial a 47 personas, que intentaban introducir de manera camuflada en Melilla a 59 inmigrantes.
Estas cifras superan las registradas durante todo el año pasado. Tal es así que en lo que llevamos de 2013 ya se ha superado el número de coches con dobles fondos interceptados por la Guardia Civil en 2012 (9 más este año); de detenidos (17 más) y de inmigrantes auxiliados (31 más), según los datos facilitados por el Instituto Armado.
El detector de latidos
El primero de los dos turismos con dobles fondos interceptados el lunes de madrugada en la frontera de Beni Enzar pasó el control del detector de latidos del corazón que utiliza la Guardia Civil.
El coche, con matrícula marroquí y que aparentemente sólo iba ocupado por su conductor, un joven de 19 años, residente en Nador, dio “indicios positivos” de llevar alguna persona oculta en su interior.
Fue entonces cuando los agentes de la Benemérita destinados en Aduana, realizaron un registro exhaustivo del vehículo, en el que finalmente localizaron dos dobles fondos: Uno bajo el suelo del asiento trasero y otro en el interior del salpicadero, donde viajaban ocultos dos jóvenes, indocumentados, de Guinea y Senegal.
Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que prestar los primeros auxilios al inmigrante que fue encontrado debajo del salpicadero. De hecho, tuvo que ser atendido en el Hospital Comarcal, aquejado de un fuerte dolor en las piernas.
El otro subsahariano llevaba parte de su cuerpo enclaustrado en el sitio donde debía estar el depósito de combustible y la cabeza bajo el sistema del freno de mano, que había sido anulado para cubrir con chapa la cabeza de esta persona, apunta la Benemérita en una nota de prensa.
Una mujer al volante
También en la madrugada del lunes, la Benemérita interceptó otro coche, esta vez con matrícula española, conducido por una joven marroquí de 21 años, residente en Barcelona. Según explican desde el Instituto armado, las mujeres al volante de vehículos con dobles fondos son utilizadas por las mafias para aparentar normalidad.
Nada más registrar el coche de esta marroquí de 21 años, los agentes de la Guardia Civil localizaron dos dobles fondos, uno en el interior del salpicadero y otro bajo la rueda de repuesto que previamente había sido sustraída y rebajada para habilitar un espacio físico en el que esconder a una persona.
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