Cada vez son más personas las que se suman a las movilizaciones del 8 de marzo para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. La Ciudad de Melilla no podía ser menos y parte de sus ciudadanía ha vuelto a salir a las calles para clamar por la igualdad de derechos y libertades de las mujeres. La movilización en la ciudad, convocada por la plataforma ciudadana 25N, dio comienzo a las puertas del Mercado del Real y continuó por el paseo marítimo hasta llegar a la plaza multifuncional.
Este año los colectivos de Melilla quisieron poner el acento en la situación de explotación y la precariedad de las mujeres en la ciudad, con el objetivo de “seguir señalando el orden heteropatriarcal y racista que nos rodea, nos discrimina y nos oprime”. También para volver a reclamar los derechos que les siguen siendo negados a las mujeres, para destacar el asesinato de 14 mujeres en lo que llevamos de años y “para hablar de Malika, dejada morir por la violencia institucional que permite situaciones como la suya”, así como para continuar hablando de todas las violencias silenciadas e invisibilizadas.
En la plaza multifuncional ha sido cuando se ha procedido a la lectura del manifiesto, y ahí se he han unido también un grupo de mujeres procedentes del CETI, que entonaron en francés “Solidaridad con las migrantes”.
En el manifiesto destacaron que las políticas afectan de manera directa a las vidas de las personas, por lo que “hay que tomarlas enserio y exigir determinación”. Pusieron de relieve que deben ser políticas arriesgadas y efectivas que sean capaces de poner freno a la violencia y pongan a “la vida en el centro”. Quisieron señalar la violencias específicas de Melilla, cuyas peculiaridades como ciudad límite y frontera sur hacen que el machismo, el racismo, la aporofobia, el clasismo y la lgtbifobia pueden llegar a hacer mella. “Dónde se pronuncian nuestros miedos, y donde por lo tanto, tenemos que gritar más juntas y más fuertes contra las desigualdades y por la justicia social”, señalaron.
En la frontera sur quienes realizan las tareas más precarias e invisibilizadas son para las mujeres, “como el porteo, la prostitución, los cuidados o la limpieza”. Son tareas, señalaron, también se ven expuestas altos grados de violencia.
Aunque, la ciudad es diversas y hay mujeres de todo tipo de condiciones, y reclamaron también la aprobación de la orden ministeral que garantice el acceso de todas las mujeres lesbianas y bisexuales a técnicas de reproducción asistida, o la modificación de la Ley 3/2007 que continúa considerando a las personas trans enfermas.
Se destacó también la necesidad de visibilizar a las mujeres con discapacidades, ya que han sido siempre invisibilizadas, y exigieron una mirada transversal por parte de las instituciones para lograr una respuesta integrar a las necesidades del colectivo de la diversidad funcional.
También dieron voz a las mujeres, casadas por el ritu islámico, que indocumentadas son invisibles ante la ley, “cautivas, en una situación que les impide el acceso a una vida plena, libre y digna”, y “sin acceso a la formación y al mundo laboral, dependientes económicas de un hombre, trabajadoras incansables dentro del hogar, cuidadoras de sus hijos e hijas y de la familia del cónyuge”.
Asimismo, también destacaron la labor de las madres del Centro de Educación Especial Reina Sofía, y de aquellas otras, con hijos discapacitados que no asisten a este centro, pero que igualmente ejercen un enorme trabajo para sacar a su familia hacia adelante, porque quien se encarga de los cuidados en su mayoría son las mujeres, las madres. Por todas estas mujeres marcharon este domingo las personas que se echaron a las calles de Melilla hasta llegar al Parque Hernández.
“Sola y borracha quiero llegar a casa”
Una vez más fueron las consignas las que marcaron la movilización, entre ella la clásica ‘No nos mires, únete’, cuando el desfile de gente y pancartas pasaba este año por el paseo marítimo de Melilla. Aunque la que más pudo haberse repetido fue la de ‘Sola y borracha quiero llegar a casa’, que se se lanzó hace unos días desde el Ministerio de Igualdad, con motivo de la futura Ley de Libertad Sexual que tantas ampollas ha levantado en ciertos sectores. También se pudo escuchar otras como ‘Hombre feminista, eres un artista’ o pancartas como ‘La profe luchando, también está enseñando’.
En la plaza multifuncional tras la lectura del manifiesto decenas de mujeres realizaron la coreografía de ‘Un violador en tu camino’ que nació de las mujeres chilenas que protestaron contra las violaciones en su país, y que ha viajado alrededor del mundo convirtiéndose en un himno feminista para todas las las mujeres. En el caso de Melilla, la letra fue adaptada introduciendo los conceptos de explotación para referirse a las porteadoras y el concepto de frontera, que tanto marca a las sociedad melillense. Esta coreografía la estuvieron ensayando desde hace varios días, y este domingo llegó el momento de hacerlo con motivo de esta jornada tan especial.
Tras la performance y la lectura del manifiesto, todos los presentes emprendieron camino hacia el Parque Hernández por la calle Villegas. Una vez allí, siguieron sus actuaciones y actividades, e incluso realizaron un almuerzo compartido.
Cabe mencionar que la jornada del 8 de marzo también estuvo marcada por los numerosos actos y actividades por el Día de la Mujer que se celebraron por toda la ciudad. Algunas de las objeciones que se hacían era la casi simultaneidad y aproximación de horas de las actividades organizadas por parte de la Ciudad Autónoma, que obligaron a muchas personas a elegir a dónde dirigirse. Además, se notaron algunas ausencias en la manifestación, y quizá provocó que no se notase la presencia de tanta gente como el pasado año. Según fuentes de la Policía Local, la afluencia a lo largo del recorrido podría haber estado cerca de las 350 personas.
MUCHAS MUJERES SON EXPLOTADAS LABORALMENTE POR OTRA SERIE DE MUJERES
Un pelin extremista el encabezamiento.
EL HOMBRE, LA MUJER, ES TODO EL MISMO CONCEPTO ... EL MALTRATO EXISTE EN AMBAS PARTES DESDE QUE EL MUNDO ES MUNDO....