El dirigente socialista local dice que “gracias a Zapatero, Melilla cuenta con agua potable 24 horas al día y los siete días de la semana”. El secretario de Política Municipal y Sostenibilidad del PSME, Juan José Martín, con motivo del Día del Agua, recordó ayer que el agua es un “bien público y un derecho de las personas y, como tal, corresponde a los poderes públicos velar por su conservación y garantizar su acceso”.
El dirigente socialista señaló que el agua “es un bien escaso y hoy debe gestionarse atendiendo a este condicionante”. Por ello, apuntó que sería “suicida para el país obviar las predicciones de los científicos, que hablan de reducciones de disponibilidad de entre el 15 y el 30% en los próximos años”. “Cualquier gobierno –prosiguió– debe tener presente el fenómeno del cambio climático en sus estrategias de planificación hidrológica”.
En este punto, Martín recordó que Melilla cuenta hoy día con 24 horas de agua potable, gracias a las infraestructuras llevadas a cabo durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el que se construyó la planta desalabradora y la desalinizadora.
“El agua atesora su valor más preciado en su potencial generador de vida, y por eso es preciso garantizar el acceso a su uso implementando cuando sea necesario el potencial de los avances tecnológicos, como bien sabemos en Melilla”, argumentó. En esta línea, señaló que la desalación “está ocupando cada vez un mayor hueco como tecnología de abastecimiento en los países, como el nuestro, con mayor déficit hídrico.
El dirigente socialista melillense recalcó que, en la llamada política del agua, “hemos de poner al agua por delante de la política”. “Así lo hemos venido haciendo históricamente los socialistas, y en ese ánimo nos encontrará hoy el Gobierno de España”, ratificó.
“El ‘agua para todos’ es la expresión más gráfica del agua como derecho humano, pero ese todos abarca presente y futuro, y es el ‘agua para todo’ el que puede quebrar de forma dramática la continuidad de ese derecho también hacia las generaciones venideras”, aseguró.
Por ello, insistió en que el agua es un bien común, “y es responsabilidad de todos aplicar criterios de buen uso en su consumo”. “Ahorro y eficiencia son en este caso vectores de solidaridad indispensables, tanto en la acción pública como en la privada”, concluyó.