Es una medida que se toma durante la OPE y que políticos de Nador ven como una cesión de soberanía.
Marruecos celebrará sus elecciones legislativas el próximo 7 de octubre y en campaña electoral todo vale y si da votos, mejor. Políticos del país vecino han hilado fino y aplauden la decisión de sellar pasaportes en el puerto o el aeropuerto de Melilla. De esta forma, en el país vecino entienden que el territorio español comienza en estos puntos y no en la frontera de Beni Enzar.
Desde la Jefatura Superior de Policía de Melilla aseguraron ayer a El Faro que la medida sólo se aplica a las personas que van a viajar en barco y se ha tomado para evitar que alguien pierda el billete por las colas para sellar pasaportes en la frontera.
Además, aclaran que hay dos lugares para hacer estos trámites de Extranjería: el puerto y el paso de Beni Enzar.
Otras fuentes policiales a las que ha tenido acceso El Faro comentaron a este diario que la decisión de trasladar el sellado de pasaportes al puerto de Melilla se ha aplicado este año durante la Operación Paso del Estrecho por segunda vez (se hizo también en la OPE de 2015) y dejará de aplicarse el próximo día 15, cuando se dé por terminada la fase de retorno.
Los pros y los contra
Estas mismas fuentes coinciden con la Jefatura Superior en que es una medida operativa para evitar que los ciudadanos que viajan a Europa a través de Melilla puedan perder el barco, pero reconocen que tiene sus inconvenientes.
Uno de ellos (aparte de los saltos de alegría en Marruecos) es que “hay gente que está entrando en la ciudad sin el visado que se exige a los ciudadanos marroquíes que no residen en la provincia de Nador”, apuntan a este periódico. En la práctica, eso significa que si un agente identificara a una persona que ha entrado en Melilla sin visado no podría hacer nada porque se le permite sellar en el puerto. Asimismo admiten que en un nivel 4 de alerta antiterrorista esta medida es “cuestionable”.
Por este motivo consideran que quien haya tomado la decisión de trasladar el sellado de pasaportes al puerto de la ciudad ha cometido la misma torpeza que quien autorizó la construcción de una segunda valla en Marruecos, ya que de esta manera en el país vecino reconocían tácitamente que su territorio comienza a partir de la triple alambrada de Melilla.
Ahora el sellado de pasaportes en el puerto y el aeropuerto viene a hacer exactamente lo mismo: a cuestionar lo incuestionable.