El vicepresidente primero de la Ciudad recuerda que “será un Gobierno del PP el que resuelva este problema de forma definitiva” pese a ser competencia estatal.
El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín,criticó ayer la política de transportes que lleva a cabo el PSOE en Melilla, al afirmar que en los últimos seis años desde el Gobierno socialista no se había hecho nada para solucionar el alto coste de los billetes de avión.
De este modo, calificó de “embusteros” tanto al secretario general de los socialistas melillenses, Dionisio Muñoz, como al líder de CpM, Mustafa Aberchán, en particular tras sus últimas declaraciones en las que afirmaron en rueda de prensa que la mejor solución para Melilla era concentrar las ayudas a la bonificación por residencia en la línea con Málaga, de modo que hubiera un precio fijo en los billetes de en torno a 30 euros.
“Han engañado nuevamente a los melillenses”, señaló Marín y recordó que fue el delegado del Gobierno en la ciudad, Gregorio Escobar, quien desautorizó a los dos, pues dijo que hasta que el Ministerio de Fomento no tenga una propuesta firme no se emitirá ningún tipo de comunicado al respecto para confirmar esa medida.
“Muñoz y Aberchán tan sólo han tenido una lamentable actitud”, señaló el vicepresidente primero y añadió, en referencia al delegado del Gobierno que “no debemos permitir que un tema tan importante como éste se lo tomen de esta manera”.
Marín volvió a recordar que el único competente en esta materia es el Estado y suscribió las últimas declaraciones del presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, al decir que tendrá que ser un Gobierno del PP el que arregle definitivamente la situación del transporte aéreo.
Por otro lado, comentó que se da la circunstancia de que el resto de españoles tienen cada vez mejores comunicaciones en la península y aludió en concreto al tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia que fue inaugurado ayer.
“Es injusto lo que está haciendo el Gobierno socialista con Melilla”, afirmó Marín y remarcó que habría que hacer un esfuerzo para mantener todas las líneas aéreas entre Melilla y la península e incluso aumentarlas, creando nuevas comunicaciones.