La Ciudad Autónoma y el Ministerio de Educación ya han rubricado el protocolo de actuación para la construcción de dos centros escolares en Melilla. Así lo anunció ayer el vicepresidente y consejero de Fomento, Miguel Marín, quien celebró que el compromiso de Mariano Rajoy “se haya formalizado por escrito”. En declaraciones realizadas a los medios de comunicación, el número dos del Ejecutivo resaltó que la firma del acuerdo supone “el primer paso” para la materialización de un proyecto “muy necesario para Melilla”.
Descartada la visita
La noticia la adelantó el presidente autonómico, Juan José Imbroda, vía Twitter y horas después la confirmó Marín. De esta forma, el Gobierno melillense ha optado por firmar el documento aquí y remitirlo a Madrid para que el ministro José Ignacio Wert hiciera lo propio. Así pues, queda descartada la visita del máximo dirigente de la cartera de Educación para este verano, que había sido barajada por el Ejecutivo local días antes de sellar el protocolo.
Hay que recordar que la llegada de Wert hubiera tenido como principal motivo la rúbrica de este documento. En caso de que el ministro no pudiera encontrar un hueco en su agenda, como finalmente ha ocurrido, la Ciudad Autónoma tenían intención de enviar el texto ya firmado a Educación para que viera luz verde cuanto antes, al ser agosto un mes prácticamente inhábil en política.
Marín señaló en la jornada de ayer que el protocolo de actuación sienta los cimientos de esta iniciativa y que en los próximos días continuarán tramitándose los pormenores de las obras. En el documento, ambas administraciones acuerdan la construcción de dos centros escolares en Melilla, uno de Educación Secundaria en los terrenos del Jardín Valenciano y otro de Primaria en los del antiguo cuartel de Gabriel de Morales.
Entre las principales peculiaridades del acuerdo, destaca que el Gobierno local realizará los estudios técnicos del proyecto del Jardín Valenciano, algo que tradicionalmente corresponde a la administración del Estado pero que el Ejecutivo melillense ha decidido asumir para ganar tiempo. Asimismo, Melilla se ha comprometido a sufragar los primeros compases de la obra, en concreto un tercio de su coste total. Eso sí, a condición de que el Ministerio de Educación se haga cargo del resto de la actuación y devuelva el dinero aportado por la Ciudad Autónoma en dos plazos anuales.
Las obras, cuanto antes
El Ejecutivo local ha defendido esta postura a capa y espada argumentando que lo primordial es que las obras se desarrollen cuanto antes, al ser necesarios ambos centros para dar respuesta a la alta ratio de alumnos por aula que hay en Melilla, lo que conlleva unos mayores índices de fracaso, absentismo y abandono escolar.
Pese a que el Gobierno autonómico sostiene que la aportación económica es “un préstamo” al Ministerio de Educación, la idea no ha convencido a la oposición local, principalmente al PSOE, desde donde han criticado que la administración del Estado “tiene a Melilla sumida en el olvido”.