Marín dice que la concertina “no hace daño” y que se instalará en donde haya intrusiones

• Afirma que este elemento es “estático” y que “no sale corriendo detrás de los inmigrantes” para causarles heridas

• Pide a los críticos con el Gobierno que acojan a menores, si son solidarios”, y les den una vida mejor en sus casas

El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín, defendió ayer la instalación de concertinas en las vallas antiintrusión que se están poniendo en la zona de seguridad del puerto. “Tenemos que defendernos de un fenómeno de inmigración con tanta presión como el que tenemos ahora y no hay forma mejor que utilizando los instrumentos que el Estado de Derecho da”, aseveró. En este sentido, subrayó que se va a instalar este alambre con cuchillas “en todas las zonas donde haya intrusiones”. De hecho, El Faro ya informó de que se puede ver la concertina en una de las vallas del interior de la zona comercial.

Marín destacó que las concertinas son elementos “disuasorios” que están “permitidos” en nuestro país. “Las concertinas no persiguen a nadie. No hacen daño, sólo a aquel que intenta entrar de forma ilegal e irregular en una zona de acceso restringido. Pero no van corriendo detrás de los inmigrantes para hacerles daño. Es un elemento que está situado a dos o a cuatro metros y no hacen daño a nadie, por lo que no sé por qué hay gente que se rasga las vestiduras con este tema”, resaltó.

Si cumple la ley, no sufre daño

Para el presidente del Puerto, cuando una persona ve una concertina lo que tiene que hacer es no intentar acceder a esa zona de manera ilegal porque sabe que es un área restringida.

“Lo mismo que cuando uno ve una llama, no pone la mano en el fuego porque se quema, aquí ocurre lo mismo. Hay una medida de seguridad disuasoria, así que no suba a la verja a intentar pasar. Es muy sencillo porque aquel que cumpla la ley, no va a sufrir daño con la concertina”, añadió.

Asimismo, el presidente de la Autoridad Portuaria aseveró que los melillenses se merecen vivir en una ciudad tranquila y que el problema de este fenómeno de inmigración irregular juvenil sea “erradicado”. “Una de las forma de eliminarlo es quitando las ganas a estos menores y mayores de edad de venir a Melilla para colarse en el puerto” con el objetivo de poder ir como polizón en un barco hasta la península.

“Adoptar” a un menor

Por otro lado, Marín envió una petición a todos los partidos y personas que están criticando las medidas de la Ciudad y del Puerto para evitar la inmigración de menores extranjeros. Les instó a “adoptar” a uno de estos chicos y darles una mejor vida en sus hogares.

Aseveró que si “realmente son tan solidarios” podrían iniciar los trámites de adopción de estos menores. De esta forma, subrayó que es “muy fácil criticar e insultar” al Ejecutivo local desde “su posición privilegiada en la península”.

Protestar en Marruecos

También indicó que podrían viajar a Melilla y luego cruzar la frontera para organizar en Marruecos una protesta y preguntar al país vecino por qué deja en desprotección a tantos menores.

Además, les animó a preguntar a Marruecos por qué no cumple el acuerdo que tiene firmado con España para la repatriación de estos niños que son marroquíes.

Otras medidas

En cuanto al resto de actuaciones que se van a hacer en el puerto para evitar las intrusiones, Marín señaló que se instalará una caseta de vigilancia y control en la parte final del paseo del espaldón, ya que es por esta zona donde más intentos de entrada se producen. Tendrá a personal de seguridad las 24 horas del día los 365 días del año. Estará lista para finales de marzo, como el resto de actuaciones y vallados.

También comentó que los materiales para la triple valla que se va a instalar en el paseo del espaldón están llegando a la ciudad, como los postes, que será el primer elemento de estas obras. Esto permitirá elevar la valla actual de dos metros a cuatro.

En esta misma línea, argumentó que ya se ha comenzado con la instalación de otras tres alambradas en el muelle Nordeste I.

El presidente de la Autoridad Portuaria señaló que el objetivo es “hacer muy difícil” los intentos de entrada. De esta forma, destacó dos ideas. Por un lado, mostró su agradecimiento a la policía portuaria, así como las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por último, solicitó a las ONG que no alienten a los jóvenes a estar en la calle, sino en centros de acogida.