Opinión

María y Jesús (I)

Bendita Virgen María.

La Virgen María, bendita madre de Jesús, que la paz sea con ambos, es mencionada en el Corán (y por lo tanto en toda la enseñanza Islámica) como la mujer más bendita de todas. En los versos siguientes, el Sagrado Corán la proclama como un modelo de virtud y de pureza; ninguna mujer antes que ella había manifestado tan supremo estado de la femineidad: dice Dios en el Corán: “los ángeles dijeron: ¡Oh! María, Dios te ha escogido y purificado. Él te ha escogido entre todas las mujeres. ¡Oh María! Dedícate por entero al servicio de tu Señor y póstrate e inclínate con los que se inclinan. (3:42-43)”.

Dios ha puesto a la bendita Virgen María como un ejemplo para todos aquellos que creen: dice Dios en el Corán: “Y a María, hija de Imran, la que guardo su vientre, e insuflamos en él parte de Nuestro Espíritu. Ella tuvo por auténticas las palabras y la Escritura de su Señor, y fue de las devotas. (66:12)”.

La Virgen María es llevada al templo.

La bendita Virgen María tuvo como guía espiritual y maestro a un noble Profeta, este fue Zacarías que la paz sea con él. En el Corán se hace alusión a este incidente: dice Dios en el Corán: “y el Señor la confió a Zakarias” (3:37)”.

Sola en su cámara del templo, la Virgen María se dedicó con devoción a la adoración de su Señor. Y el Profeta Zacarías, su protector, le llevaba comida y bebida. Y nunca nadie más, a excepción de Zacarías, interrumpió su retiro: pero él estaba completamente sorprendido al descubrir que la bendita Virgen María no tenia ninguna necesidad de las provisiones que le llevaba. Pues ella siempre estaba bien abastecida con frutos de invierno en verano y frutos de verano en invierno. Cada vez que Zacarías entraba al santuario secreto donde permanecía la Virgen, se encontraba con que ella ya tenía amplias provisiones. El preguntó: María ¿Cómo es que esto te llega? Ella respondió tal y como viene recogido en el Corán: “Viene de Dios, con certeza Dios provee sin medida ni limite a quien Él quiere. (3:37)”.

Este primer milagro de la Virgen, que recibió su sustento del Paraíso, es un anuncio de la concepción milagrosa de Jesús que la paz sea con él.

Durante su constante remembranza interna y alabanza externa de su Glorioso Señor, esta dotada joven experimentaba un tremendo éxtasis. Por este tiempo, en un día propicio, se le apareció el Arcángel trayéndole un hermoso mensaje divino, y el agraciado favor de Dios a Su sierva María fue transmitido de una manera profética: dice Dios en el Corán: “los ángeles dijeron: ¡Oh! María, Dios te ha escogido y purificado. Él te ha escogido entre todas las mujeres. ¡Oh María! Dedícate por entero al servicio de tu Señor y póstrate e inclínate con los que se inclinan. (3:42-43)”. Después de esta declaración divina, la noble joven entró en un grado más exaltado de espiritualidad. Su amor por Dios se volvió más intenso. Ella pasaba los días y sus noches reverenciando agradecida y postrándose en adoración. El nombre de su Señor estaba siempre en sus labios. Para entonces el Profeta Zacarías estaba ya en una edad avanzada y la tarea de protección y guía de su apreciada estudiante se había vuelto una pesada carga. El ya no podía cumplir apropiadamente sus obligaciones. De manera que necesitaba encontrar un creyente honorable y confiable para que se hiciera cargo de la iluminada joven. Después de una cuidadosa reflexión, Zacarías supo quién era el hombre idóneo. Entonces fue cuando encomendó a la Virgen María al cuidado de José, el carpintero, quien además era un pariente de ella. José aceptó jubiloso esta sagrada responsabilidad, ya que también él estaba consagrado por voto al servicio del templo. José era sabio, letrado y devoto. El cubría todos sus gastos por medio del trabajo que hacía con sus propias manos, y usaba sus honestas ganancias para ayudar a los pobres. Esta santa persona tuvo el honor de hacerse cargo de la Virgen María durante los últimos días de la vida del bendito Profeta Zacarías que la paz sea con él. Durante todo ese tiempo , José el carpintero sirvió a María fehacientemente, asegurándose de que cualquier necesidad de ella fuera satisfecha. El la confortaba en los días de pena y dolor. Nunca estuvo lejos de su lado.

La concepción del amado Jesús que la paz sea con él.

Un día la Virgen se asustó por la repentina aparición de un hombre joven, ella le rogó que se alejara sin causarle daño. Sin embargo, el no era un ser mortal ordinario, era el arcángel Gabriel que la paz sea con él, que había asumido forma humana, y le hablaba con la bella entonación de su voz: “no he venido a hacerte daño. Soy un mensajero que Dios te envía. Te traigo buenas nuevas: pronto quedaras encinta de un hijo varón, no tocado por pecado y error. La Virgen María estaba muy sorprendida. Ella respondió: “¿Cómo puede ser eso?. Nunca me he casado, ni ningún hombre me ha conocido. El enviado divino confirmó la veracidad de sus palabras: “Cierto, todo lo que dices es verdad. No obstante, lo que te he dicho es orden de Dios. Pues es Su deseo que tú seas la madre de un varón, aunque seas virgen. Este niño nacerá por un milagro y será una señal para el mundo entero. El será una gracia para aquellos que creen que Dios es capaz de todas las cosas. Dios puede crear fácilmente a un niño sin un padre. Esto, Él lo ha ordenado ahora, y lo que Él desea debe suceder”. Sin tocar a la Virgen, el arcángel sopló sobre ella desde lejos, y en virtud de este aliento quedo encinta. Esto es revelado en el Sagrado Corán: “y recuerda a María en la Escritura, cuando dejó a su familia para retirarse a un lugar en Oriente. Y tendió un velo para ocultarse de ellos. Le enviamos a Nuestro Espíritu y éste se le presento como un mortal de forma perfecta. Ella dijo: me refugio de ti en el Compasivo si es que temes a Dios. (Gabriel respondió): solo soy un mensajero de tu Señor, enviado a anunciarte el regalo de un muchacho puro. (ella pregunto): ¿Cómo habré de tener un hijo, cuando ningún hombre me ha tocado y soy casta?. (Gabriel respondió): Tu Señor ha proclamado: para Mi esto es fácil, y lo haremos una señal para la humanidad, y una gracia Nuestra. Es cosa decidida. (19: 17-21)”. Dios, el Más Alto, ha puesto a la Virgen María como ejemplo para todos aquellos que son fieles a través de la historia humana. Dice Dios en el Corán: “Nosotros insuflaremos Nuestro espíritu en ella, y haremos de ella y de su hijo un signo para toda la humanidad. (21:31)”. Por el soplo del aliento divino, el amado Jesús fue creado en el vientre de la Virgen María. Todo el poder reside en Dios. Dice Dios en el Corán: “Por cierto Jesús es semejante a Adán, a quien creó del polvo y dijo: “Se” y así fue. (3:59)”. En otras palabras: la creación sin padre de Jesús se asemeja a la de Adán, creado del polvo, sin madre ni padre.

Llego entonces el momento en que la Virgen María iba a dar a luz a Jesús, el Mesías. Dios el Altísimo, envió a Gabriel para comunicarle el siguiente mensaje: “María, el templo es un lugar santificado exclusivamente para el culto de Mi Esencia Divina. Debes salir para que nazca tu hijo”. En obediencia a Su mandato, la bendita Virgen dejo el templo y se fue a casa de su tía la mujer del Profeta Zacarías, esta la saludo con gran jubilo y le comunico las buenas nuevas de su inesperado embarazo (estaba embarazada del Profeta Yahia, “Juan que la paz sea con él). María le dijo entonces; ¿pero sabes que yo también llevo un hijo en mi vientre), entonces su tía le dijo: “en verdad siento que lo que hay en mi vientre se postra ante lo que hay en tu vientre. (esta historia la recoge el Imam Qurtubi en su Exegesis Coránica tomo II pagina 211)”. La postración hecha por el nonato Juan al nonato Mesías que la paz sea con ambos, fue un saludo de reverencia, no un acto de adoración. La postración en adoración se hace solamente al Señor de los Mundos. El acto de devoción del nonato Juan fue un reconocimiento a la naturaleza profética del amado Jesús y en honor a su misión de Divina palabra.

Al honorable Profeta Juan se le describe en el Corán como aquel que atestiguara la verdad de la palabra de Dios: “…te anuncia la buena nueva de Juan (el anuncio es a Zacarías) que confirmara la palabra de Dios, será noble, casto y un Profeta virtuoso. (3:39)”.

Su tía le dijo a María: “Oh María, el movimiento de regocijo que siento en mi vientre me ha hecho comprender que tú llevas un gran ser, milagrosamente concebido. Sin embargo, la gente común, incluyendo a nuestra propia familia, no serán capaces de apreciar este misterio. Te consideraran como una desgracia y les impondrán a ti y a tu hijo una carga de culpa, acusándolos de traidores. No tengas a tu hijo aquí, mejor busca un lugar fuera de la ciudad para el alumbramiento. Y ciertamente estas hostilidades ocurrieron: porque en cuanto se hizo evidente la condición de la Bendita Virgen María, la gente empezó a decirle: ¿Cómo pudo pasarte esto?.

Esta es la forma en la que el venerable Al-Kalbi, un historiador islámico y gran erudito en las ciencias del hadiz, relata el evento: “la gente le decía a José, primo de María: ¿has oído las noticias? María ha sido acusada de faltar a su castidad y se encuentra encinta. Si esto llegara a oídos de nuestro mas alto sacerdote, la condenaría a muerte por lapidación”. José estaba muy sorprendido al escuchar tales cosas, puesto que nunca la descuidó. ¿Cómo pudo María, el alma misma de la pureza, haber cometido tan pecaminosa falta?. Una vez que José se convenció de las acusaciones, estaba preparado para permitir que las autoridades religiosas la juzgaran. Sin embargo, un ángel apareció en forma humana. Este ser radiante, una vez declarada su identidad angelical, le informo a José: “ten cuidado de cometer un lamentable error. Su embarazo es un milagro del Espíritu Santo (en árabe Ar Ruh al Qudus). Ella es una mujer casta y perfectamente virtuosa. Aquel que le haga cualquier daño se vera condenado eternamente”. Después de haber escuchado estas inspiradas palabras, José llevó en un burro a la bendita Virgen María fuera de la tierra de Palestina.

Como musulmanes, creemos en el nacimiento milagroso y en la sublime espiritualidad de Jesús que la paz sea con él. El Sagrado Corán atestigua la santidad de María, como el receptáculo bendito de la Revelación Divina, y como la madre Virgen del gran Profeta, a quien ella concibió y dio a luz sola en virtud del poder de Dios.

El Sagrado Corán glorifica su nombre al vincularlo siempre con el nombre de su amado hijo, llamado Isa Ibn Mariam (Jesús hijo de María, o al Masih ibn Mariam (el Mesías hijo de María).

Hasta aquí hemos intentado ofrecer humildemente al menos un pequeño brote de un vasto jardín de rosas, transmitiendo la fragante esencia de la Virgen María como está descrita en el Corán y en la Sunna.

En el siguiente capitulo intentaremos acabar esta historia para adentrarnos un poco en la vida de nuestro amado Jesús hijo de María que la paz sea con él.

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