El ala-pívot granadino volvió a las pistas de juego el pasado fin de semana después de dos meses de larga lesión en su espalda.
El alapívot del Melilla Baloncesto saltaba de nuevo a la cancha de juego tras casi dos meses alejado de ellas debido a unos problemas de espalda que le han hecho perderse diez encuentros en esta segunda vuelta. Una semanas de duro trabajo pero donde el esfuerzo personal y apoyo de sus compañeros y cuerpo técnico han sido fundamentales.
Manzano volvía con el equipo el pasado fin de semana tras casi dos meses alejado de las canchas, donde el saber cuando podría regresar ha sido lo más duro para el granadino. “Ha sido más largo de los que se esperaba ya que he estado casi dos meses parados. Lo peor que llevaba era la incertidumbre sobre cuando podría volver. Dos semanas antes de este retorno ya estuve entrenando con el grupo y tuve una recaída en las molestias. A pesar de ese palo, de ver que ya estaba casi listo para jugar y tener que esperar más, estoy contento de volver a estar en buenas condiciones para ayudar al grupo”.
Sin duda unas semanas muy duras donde el trabajo y animo de todos ha sido fundamental. “Las tres primeras semanas estuve totalmente parado. No podía hacer nada porque las molestias me lo impedían. A partir de ahí ha sido un trabajo constante con el preparador físicos y el fisioterapeuta. Ha sido duro pero poco a poco, con el trabajo de todos y con la confianza de que llegaría este momento ha sido todo posible”, señaló el jugador quien además explicó como, cuando estaba a punto de reintegrarse con el grupo, volvió a sufrir molestias en la espalda. “Llevaba solo una semana entrenando con el grupo y creía que físicamente iba a estar algo peor pero por gracias al trabajo que había realizado me encontré bien aunque está claro que me falta ritmo de competición que estoy convencido voy a ir ganando poco a poco porque las sensaciones son buenas”.
El nazarí que se mostró muy contento por poder volver a jugar, también expresó su satisfacción y agradecimiento al técnico, Gonzalo García de Vitoria, por la confianza que le ha mostrada durante toda su recuperación. “Es por lo más contento que estoy y lo más positivo que llevo de este partido. Cuando se estaba jugando el partido tuve la suerte de estar sobre la cancha. Eso me hace estar muy satisfecho y la confianza que Gonzalo tiene en mi, a pesar de la lesión y del tiempo que he estado parado, me la ha sabido transmitir. Para mi esto es una tranquilidad y toda una motivación para continuar trabajando, sabiendo que cuando volviera el entrenador contaría conmigo”.
El jugador motrileño fue clave en la victoria del equipo tras anotar un triple que empataba el partido menos de un minuto. Una victoria fundamental para las aspiraciones de los melillenses. “Los partidos que nos quedan son todos finales. La de Mallorca era la primera que teníamos y supuestamente ante el rival más asequible pero nos pusieron las cosas realmente complicadas lo que hace que esta victoria tenga mucho mérito”, indicó.
Finalmente, no escatimaba en elogios sobre el próximo rival de los melillenses, el conjunto de La Palma, La Isla Bonita. “Para mi el equipo que mejor juega a baloncesto de la Adecco Oro es La Palma. Tienen las ideas muy claras tanto en ataque como en defensa, mérito por supuesto de sus jugadores y de un gran entrenador como Carlos Frade, quien ha sabido inculcarle su filosofía, haciendo que el equipo siempre juegue igual, independientemente del rival que tenga enfrente”, por lo que para el jugador “es una sorpresa que estén ahí donde están pero viéndolos jugar no parece tan raro”, terminó apostillando.