Desde hace varios días, Melilla se encontraba en alerta amarilla por el clima, con fuertes rachas de viento y bajada de temperaturas. Así pues, en la madrugada del viernes al sábado pasó una tormenta por la ciudad, que además de numerosos truenos, dejó una lluvia de granizo que cubrió zonas enteras. Aún así, Aemet solo puso en alerta amarilla a la zona costera andaluza que hay frente a Melilla.
Una vecina del Real contó al Faro que “fue así desde las 4 hasta las 5 de la mañana, que fue cuando se calmó”. También explicó que no hubo “desperfectos en sí ninguno, solo que al llover mucho se acumula bastante agua y parece todo El Real un río. Ya en las lluvias del 2018 se desbordó el río pequeñito que hay arriba del Real, así que existe siempre ese miedo”, declaró la testigo.
A pesar del fenómeno meteorológico, los bomberos no tuvieron que realizar ningún servicio por ello ni recibieron llamadas de los ciudadanos pidiendo ayuda, según fuentes del cuerpo. La intervención más destacable fue acudir a la tapa de registro que saltó por la presión de agua que llovió.
Para el domingo se esperan cielos poco nubosos a primeras horas, tendiendo a nubosos o cubiertos con temperaturas en ascenso y vientos de componente oeste.