Como una manipulación desesperada y no de otra forma cabe interpretar únicamente las declaraciones ayer del socialista Dionisio Muñoz, que acusa a Juan José Imbroda de oponerse al uso del hiyab entre las menores de edad de confesión islámica, según su libre interpretación de unas declaraciones de nuestra primera autoridad local al periódico ‘El País’.
En su particular versión de las declaraciones de Imbroda, en contra incluso de cómo las interpreta el rotativo de Prisa, que califica la postura del alcalde-presidente de Melilla de ‘tolerante’ respecto del hiyab, Muñoz se agarra a una apreciación secundaria y voluntarista, para reescribir las declaraciones de Imbroda y otorgarle un sentido muy distinto al reflejado en al citada entrevista.
Lo anterior no sería malo si no fuera por lo torticero de un discurso que sólo busca la confrontación en una ciudad que al par alardea de convivencia multicultural y pluriconfesional. Defiende así Muñoz a la directiva de una Comisión Islámica, surgida del ‘pucherazo’ y la falta de control democrático, y carga contra Imbroda en un claro mensaje de confrontación entre las distintas comunidades.
Juego sucio pero sobre todo peligroso el del socialista Muñoz.