La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para el conductor por un presunto delito de homicidio imprudente
Mañana está previsto que comience el juicio por el mortal atropello que sufrió Juan Carlos Huelin cuando practicaba ciclismo en la mañana del 5 de marzo del año pasado. La vista dará inicio a las 10:00 horas en la sala del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla y, según ha podido saber El Faro, continuará desarrollándose durante la mañana del viernes. La Fiscalía pide para el conductor una pena de cuatro años de cárcel, según aparece en su escrito acusatorio, al que este periódico ha tenido acceso. Lo acusa de cometer un delito contra la seguridad vial, por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, y de otro delito de homicidio imprudente. El letrado que representa a la familia del fallecido en este caso, Nayim Mohamed, añade a la acusación de la fiscal la presunta comisión de un delito de omisión de socorro, por lo que eleva la pena solicitada a nueve años de prisión.
De acuerdo con la acusación pública y particular, sobre las 9:15 horas del 5 de marzo de 2017, el procesado conducía bajo los efectos de bebidas alcohólicas un todoterreno en sentido ascendente por la calle Méjico de la ciudad. “Como consecuencia de dicho estado, que le impedía prestar la más elemental atención a las exigencias del tráfico, el acusado embistió a Juan Carlos Huelin García, que circulaba correctamente con su bicicleta por el margen derecho de la calzada en el mismo sentido”, describe la fiscal en su escrito.
Según relata en el mismo, la víctima impactó con el parabrisas y salió proyectado hacia adelante, se golpeó con el bastidor metálico de una señal de tráfico y, posteriormente, con la pared de un edificio. “El acusado abandonó el lugar dándose a la huida, dejándolo allí, sin prestarle auxilio y sin bajar a comprobar siquiera el estado en el que se encontraba”, apunta la fiscal. Carlos Huelin fue auxiliado con posteridad por viandantes y personas que acudieron hasta donde él se encontraba.
Como consecuencia del atropello, continúa detallando la fiscal en su escrito, el perjudicado sufrió “lesiones gravísimas que, al ser incompatibles con la vida, motivaron su fallecimiento momentos después a causa de un traumatismo craneoencefálico y cervical”.
Pruebas de alcoholemia
El encausado, tras ser interceptado por agentes de la Policía Local, fue requerido por los mismos. Según describe la acusación, los funcionarios apreciaron en él síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol, como incoordinación psicomotriz, fuerte halitosis etílica, ojos enrojecidos, somnolencia e incontinencia verbal.
La primera prueba de alcoholemia arrojó un resultado positivo de 1,31 miligramos por litro de aire espirado. En la segunda, dio 1,28 miligramos por litro. Esta prueba fue contrastada posteriormente con un análisis de sangre.
Según agrega el letrado de la familia en su escrito acusatorio, el procesado circulaba por la carretera a gran velocidad, con la rueda delantera “pinchada y desllantada”. “Por momentos, conducía con la cabeza agachada y sin prestar la más mínima atención a las exigencias de circulación”, señala.
Condena anterior
El encausado ya había sido condenado con anterioridad por otro delito contra la seguridad vial, en su vertiente de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas. De acuerdo con los escritos de la Fiscalía y la acusación particular, esta sentencia, dictada por el Juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad, se hizo firme el 30 de marzo de 2015.
Carlos Huelin se encontraba casado en el momento de su fallecimiento y tenía dos hijos menores de edad, los cuales dependían económicamente de él. Su familia renunció a cualquier indemnización, ya que el seguro cubrió los gastos.