Maldonado niega que sellara la ITV de vehículos con tan sólo ver la documentación

El ex jefe de Industria niega que recibiera dinero a cambio de inspecciones favorables. La Fiscalía sostiene que así lo hizo con más de 2.000 camiones y la defensa denuncia la eliminación de la única prueba que podría inculpar a su cliente.

Las primeras cinco horas del juicio contra el ex jefe de Industria de la Ciudad Autónoma, Ricardo Maldonado, y un guardia civil destinado en Málaga por dos delitos continuados de cohecho y falsedad documental en el servicio de la ITV en Melilla se saldaron con las declaraciones de ambos acusados y uno de los testigos, un guardia civil que participó en la investigación de los hechos entre los años 1999 y 2003. Maldonado negó en todo momento que en aquel tiempo hubiera sellado ITV favorables de vehículos, concretamente, camiones y bateas, sin haberlas inspeccionado visualmente, tal y como permitía el reglamento correspondiente de 1985, al carecer las instalaciones de la ITV en Melilla de las infraestructuras adecuadas para la inspección de este tipo de vehículos.
Además, el ex jefe de Industria aseguró que para facilitar la inspección de los vehículos de los clientes no tenía inconveniente en acudir al lugar donde se encontraba el camión con objeto de no provocar un colapso de tráfico en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar, donde entonces se encontraba la sede la Inspección Técnica de Vehículos.
A preguntas de la Fiscalía, negó haber expedido informes favorables de más de 2.000 vehículos sin haberlos visto y explicó que él no tenía un control de la fecha de entrada y salida de dichos vehículos de la ciudad de Melilla. El Ministerio Fiscal tuvo que emplearse a fondo para que el acusado respondiera sin evasivas o rodeos a sus preguntas, en especial, a cómo realizaba su trabajo. En este punto, Maldonado afirmó que en su poder siempre obraba el sello oficial de la ITV así como otros documentos públicos necesarios para emitir los certificados correspondientes y que esta documentación oficial nunca salió de su oficina en el Palacio de la Asamblea y de la sede de la ITV en aquella época, la conocida como casa Mercedes. Aseguró también que los mecánicos del servicio de la ITV revisaban también los camiones a inspeccionar.

“No lo recuerdo”
De la práctica totalidad de las conversaciones que supuestamente mantuvo con conductores y responsables de varias empresas de transportes en Melilla y Málaga y su colaborador necesario y también imputado en el puerto de Málaga dijo no acordarse de nada. Maldonado tampoco reconoció su firma en algunos documentos que se le mostraron y que pertenecen al sumario de la investigación, así como numerosas fotografías en las que la Fiscalía afirmaba que aparecía él y su vehículo particular con algunos clientes intercambiando sobres, en los que supuestamente también se encontraba la documentación de la ITV y el dinero que recibía a cambio, entre 60 y 120 euros por camión, según el Ministerio Fiscal. En todos estos casos, el ex jefe de Industria dijo no reconocerse en las imágenes, alegando que éstas eran “fotocopias” y que se veían “borrosas”.
Maldonado argumentó que en su teléfono móvil recibía “numerosas” llamadas de clientes y que su número se facilitaba a los conductores y empresas en la misma sede de la Consejería de Medio Ambiente, de la que dependía. Por tanto, dijo no recordar el contenido de las conversaciones telefónicas a las que se refirió la Fiscalía, después de más de once años.
Sobre los vehículos que pasaban la ITV sin haber entrado en Melilla, o que de haberlo hecho, la fecha de inspección no coincidía con el periodo de estancia del vehículo en la ciudad, Maldonado alegó desconocer estas circunstancias porque entre sus funciones no era la de controlar las entradas y salidas de vehículos en el puerto, aduanas y frontera. Sí reconoció, en cambio, que en algunas ocasiones la fecha de inspección no era exactamente la misma que el día en la que se certificaba la ITV favorablemente. Su explicación fue que en algunas ocasiones las deficiencias observadas eran resueltas por sus propietarios en poco tiempo y que era “farragoso” rellenar un nuevo impreso con la fecha real de la inspección.
La Fiscalía insistió nuevamente en si recibía dinero a cambio de los certificados favorables de ITV que sellaba, hecho que negó reiteradamente, así como que su amigo J.L.C.P., un guardia civil entonces destinado en el puerto de Málaga y  jubilado por incapacidad en el 2000, fuera su ‘compinche’ y enlace con las empresas malagueñas.

La relación con el guardia civil
Maldonado dijo conocer al segundo acusado en este caso del fraude del servicio de la ITV desde hace “muchos años” y a ambos les une una estrecha relación de amistad. Ésta empezó a raíz de los numerosos viajes que Maldonado hacía a Málaga y ambos se hacían favores en cuanto a compras de carácter personal y familiar.  Tanto es así, que el ex jefe de Industria prestó en una ocasión 3.000 euros a su amigo porque los necesitaba y que éste se los devolvió “poco a poco”.
La defensa de Maldonado puso de relieve el hecho de que la práctica habitual y profesional de su cliente nunca recibió “queja o reproche” por parte de sus superiores inmediatos, en este caso, el director general de Medio Ambiente, Ramón Gavilán, o el entonces consejero del área, Rafael Hernández.
El abogado defensor también puso en evidencia que la investigación de la Policía Judicial de la Guardia Civil descartó otras vías de entrada de vehículos a la ciudad como la frontera de Beni Enzar en el caso de los vehículos que, procedentes de Almería, hubieran optado por la ruta con Marruecos para venir a Melilla. También se refirió a otras rutas a través de Ceuta, Algeciras y Tánger como posibles vías de entrada y salida de vehículos que pasaron por Melilla. Quiso también subrayar el hecho de que la investigación no recabó los datos de los vehículos que llegaban a los puertos de Málaga y Almería procedentes de Melilla, que consideró relevantes.

El sobre desaparecido
En el momento de la detención de Maldonado en mayo de 2003, la Guardia Civil interceptó un sobre cerrado en el que supuestamente había documentación de un vehículo y el dinero que supuestamente el ex jefe de Industria recibía para la certificación favorable de la ITV.
El abogado defensor llamó la atención sobre la eliminación de esta prueba, por parte de la Guardia Civil, que a su parecer podría haber sido crucial para inculpar a su cliente, pero tal y como se vio en la vista oral de ayer únicamente se mostró una fotocopia de un sobre con un membrete de la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla y que no era, según dijo Maldonado, el supuesto sobre con documentación y dinero que debía recibir.
Tras dos horas de interrogatorio, el ex jefe de Industria mencionó un incidente con el jefe de la unidad que procedió al registro de su vivienda, tras su detención, con quien supuestamente estaba enemistado por haber puesto pegas a la inspección de la ITV de su vehículo particular anteriormente. “Yo estaba en estado de shock y el guardia civil con mucha crueldad me dijo que si me acordaba de él”, afirmó Maldonado, quien en este punto y final del interrogatorio intentó emocionar al jurado con un recuerdo a su padre, también guardia civil y que le enseñó “ciertos  valores” que no se correspondían en absoluto con la “crueldad” que recibió por parte de ese jefe de unidad durante el registro a su vivienda.

Un testigo desmonta uno de los ejes de la defensa de Maldonado

El único testigo que compareció en el primer día del juicio, fue uno de los guardias civiles que participó en la investigación, declaró a través de una videoconferencia desde Almería. Dijo que, en base a los datos de las ITV de los vehículos que se investigaron, los de la Autoridad Portuaria y Aduanas, “la inmensa mayoría” no habían estado en Melilla y que las fechas en las que se certificaba la ITV y la entrega de los sobres con la documentación de los camiones coincidía con un margen de error de un día o dos. El testigo reconoció también las fotografías que tomó de los acusados en el seguimiento que se les hizo. Por último, el guardia civil explicó que las rutas alternativas esgrimidas por la defensa de Maldonado, se descartaron por su insignificancia, pues los camiones hacían portes a Melilla directamente y no utilizaban rutas a través de Marruecos u otros puertos españoles.