La campaña de concienciación sobre el correcto estacionamiento de los vehículos para evitar las molestias que causan a los peatones ha finalizado. A partir de ahora los agentes de la Policía Local sustituirán sus explicaciones y actitud didáctica por sanciones económicas y la correspondiente retirada de puntos del carnet de conducir. Afirma el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, que está decidido a acabar con el hábito de “aparcar a la puerta” del comercio o del domicilio. Se refiere al mal estacionamiento de los vehículos, que obstaculizan el tránsito por aceras o pasos de peatones. Sin embargo, la costumbre a erradicar debería ser justamente la contraria “no aparcar a la puerta”. Allí deberían permanecer estacionados (bien estacionados) los automóviles porque no tiene ningún sentido su uso en la mayoría de los casos. Expertos en movilidad y en conducción eficiente afirman que utilizar los vehículos particulares en viajes inferiores a tres kilómetros no tiene ninguna lógica económica ni medioambiental.
El día que los melillenses reservemos nuestros vehículos para los desplazamientos por el país vecino o la península, habremos dado un importante paso en la mejora de nuestro nivel de vida. Ese cambio de actitud no sólo lo agradecerá nuestra ciudad (que ganara en belleza y habitabilidad) sino que también será un respiro para nuestros bolsillos y una bocanada de aire limpio para nuestra salud.
Hasta llegar a esa Melilla ideal, el consejero de Seguridad Ciudadana se propone acabar con la mala costumbre de los aparcamientos en cualquier sito, de cualquier manera y sin tener en cuenta las molestias al resto de los usuarios de la vía. No es una tarea fácil la que se ha propuesto Javier Calderón porque detrás de los comportamientos de muchos de estos conductores no está el desconocimiento de las normas del Código de Circulación. Lo que esconden esos vehículos mal aparcados es el desprecio a las más elementales normas de educación y convivencia.