Magna Melilla es calidad de vida

El complejo residencial de 255 viviendas contará con 3.000 metros cuadrados de zonas verdes · Los clientes podrán elegir a la carta la vivienda que quieren tener entre dos y cinco dormitorios, garaje y trastero incluido. La calidad de vida tiene nombre propio y se llama Magna Melilla. El complejo residencial plasmará la esencia de los terrenos de Isla de Talleres porque es eso, una isla en pleno centro de la ciudad donde se ubicarán 255 viviendas de lujo, gracias a la iniciativa de la promotora Magna Melilla, en manos de Jorge Rodríguez, padre e hijo. “Es un proyecto irrepetible con una localización única”, afirman los promotores.
Y no es para menos. En pleno centro de la ciudad, a cinco minutos de comercios e instituciones y cercano a la playa, Magna Melilla ofrece todas las comodidades en un enclave único de más de 10.000 metros cuadrados. Precisamente, la localización y magnitud del terreno fue lo que animó a padre e hijo a poner todo su empeño en este proyecto, cuya primera fase está prácticamente terminada y a partir de septiembre comenzará la segunda fase de las cuatro que componen la obra.
El 90% de las viviendas de la primera fase está vendido y es que la exclusividad, el lujo y la calidad que ofrece Magna Melilla atrae a todo tipo de clientes “con capacidad para comprar”. Empresarios, abogados, economistas y funcionarios son algunos de los exclusivos clientes que ya se han animado a comprar una vivienda en este complejo residencial y de los que Jorge Rodríguez está especialmente satisfecho.
Y es que, su promotora es la responsable de la construcción de más de 1.000 viviendas de lujo en la ciudad y, en general, asegura, “los clientes están muy contentos”. Es por ello, que Magna Melilla no duda en apostar por la ciudad y embarcarse en un proyecto ambicioso a la vez que satisfactorio para promotores y compradores.
La buena calidad de los servicios, materiales, viviendas y el exclusico enclave donde se ubica Magna Melilla únicamente se puede complementar con precios competitivos. Según explican los promotores, la vivienda más barata ronda los 198.000 euros y la más cara 330.000 euros y todas incluyen en su precio el garaje y el trastero. “Hay pocas promociones que ofrezcan una ubicación como Magna Melilla, no pueden competir con la ubicación en pleno centro neurálgico de la ciudad. Es un hecho irrepetible en el que todo son ventajas y por eso los precios son y deben ser competitivos”, asegura Rodríguez.
Son más de 10.000 metros cuadrados de superficie, equivalente a dos campos de fútbol. Una extensión nada despreciable y única en España, pues no existe ninguna parcela de semejantes dimensiones con la misma ubicación en ciudades como Madrid, Málaga o Barcelona.
Además, contará con más de 3.000 metros cuadrados de zonas comunes con jardines, dos piscinas, una infantil y otra para adultos, aseos y un bar. El complejo residencial se comprondrá de varios bloques de ocho vecinos cada uno por lo que la tranquilidad, la convivencia y la calidad de vida estarán aseguradas.
“Después de esta promoción, en el centro de la ciudad no hay ni habrá otra oferta similar. Lo único que quedará será la rehabilitación de edificios más pequeños sin garaje y sin trastero, por lo que, Magna Melilla ofrece exclusividad y ventajas”, asegura Rodríguez.

Viviendas a la carta

Además, Magna Melilla ofrece la posibilidad a los clientes de elegir las dimensiones de su vivienda, desde dos dormitorios hasta cinco. El proyecto contempla pisos modulares de dos y tres dormitorios que posibilita la unión de dos viviendas para conseguir una más grande, acomodándose a las necesidades familiares de los clientes.
Según explican los promotores, el 25% de las viviendas son áticos, también con la posibilidad de combinarse entre ellos. Todos gozarán de una terraza, como mínimo de 80 metros cuadrados.
Todas las viviendas gozarán de las mejores calidades y se entregarán a los clientes con la cocina completamente amueblada y equipada con electrodomésticos. Además, contarán con la preinstalación de aire acondicionado.
“El empeño que hemos puesto en ofrecer la mejor calidad en esta promoción es porque lo merece y va acorde a la especial ubicación que tiene Magna Melilla”, destaca Rodríguez.
La promotora tiene previsto que para 2015 se puedan entregar las llaves de las primeras viviendas, pero desde mucho antes los melillenses que aún estén indecisos podrán tomar una determinación tras visitar las oficinas de Magna Melilla en los mismos terrenos donde se están construyendo.

“Un hecho irrepetible”

La exclusividad y la calidad de esta promoción se palpa nada más entrar en las oficinas de Magna Melilla. Allí encontrarán toda la información necesaria sobre las viviendas, servicios y prestaciones con una atención exquisita. En relación a la financiación, Rodríguez explica que varias entidades bancarias están estudiando el proyecto para poder ofrecer a sus clientes una financiación, que en principio está rondando el 80% si se cumple con el perfil que exija la entidad bancaria.
Con el mejor proyecto, en un emplazamiento inigualable en Melilla, las mejores calidades, viviendas, en definitiva, de lujo para llevar una vida de alta calidad. Magna Melilla es la apuesta más ambiciosa en estos momentos gracias al arrojo de Jorge Rodríguez, padre e hijo, quienes, en medio de una crisis económica, no han dudado ni por un momento de que el complejo residencial Magna Melilla será un éxito.
“En una ciudad de 80.000 habitantes, poder contar con una vivienda en pleno centro de la ciudad, con las mejores prestaciones, servicios y ventajas es un hecho irrepetible”, destaca Rodríguez.
Como irrepetible es la propia obra de ingeniería que ha tenido que lidiar, durante más de un año de trabajo, con los terrenos acuosos en los que se asentará Magna Melilla. Placas de hormigón de más de 60 centímetros de grosor aislan los cimientos con el objeto de evitar filtraciones y que, en definitiva, la estructura de las viviendas “floten”.
El aparcamiento cuenta con tres plantas que a finales de este año estará prácticamente finalizadas. A partir de ahí, únicamente resta comenzar a levantar las estructuras de las viviendas, que serán las dos últimas fases del proyecto.