Madrugada de incendios en el antiguo edificio de Correos

Esta pasada madrugada, el antiguo edificio de Correos, situado en la avenida Cándido Lobera se vio afectado por dos incendios causados en horas distintas de la noche, siendo tres los fuegos ocurridos en el edificio en menos de 24 horas.

Todo apunta a que el origen del fuego ha sido provocado, debido al número de focos en varias horas y a que pese a estar abandonado, este edificio viene registrando en los últimos tiempos la presencia de menores no acompañados quienes pasan la noche allí.

El Cuerpo de Bomberos de Melilla actuó durante toda la madrugada extinguiendo los focos activos de fuego localizados dentro el edificio abandonado.

Primer aviso

A través de una llamada telefónica, los bomberos recibieron el primer aviso, a la 01:20 horas, que alertó sobre un incendio en este lugar.

De acuerdo con fuentes de Bomberos, la totalidad del turno de noche se trasladó hasta este punto de nuestra ciudad, lo que en total fueron tres vehículos: Una Bomba Urbana Ligera (BUL), con un mando y cinco bomberos; una Bomba Nodriza Pesada (BNP) con un bombero y un vehículo de altura con otro bombero; permaneciendo en la central los dos trabajadores encargados de las comunicaciones.

"Al ser la segunda vez que acudíamos al mismo edificio, presuponíamos lo que nos íbamos a encontrar dentro".

Sin embargo, entorno a las 1:38 horas, los Bomberos recibieron un aviso por un vehículo en llamas, de la marca Mercedes-Benz, entre las calles Mar Chica y Cataluña, en el barrio del Real. Debido a esto, el mando tuvo que rehacer el servicio, dejando una pequeña dotación en el antiguo edificio de Correos y enviando al grueso del personal al Real.

La dotación que permaneció en Cándido Lobera se encargó de sofocar el fuego, localizado en la planta baja del edificio. Los Bomberos encontraron en el interior del edificio objetos personales y una gran cantidad de basura, que puedo ser el origen del fuego.

Segundo incendio

Las labores de extinción continuaron esta madrugada pues, a las 04:13 horas, el Cuerpo de Bomberos recibió un tercer aviso por otro incendio en el edificio antiguo de Correos, aunque en un punto diferente del mismo.

En esta ocasión, el foco del fuego se localizó en una parte que se había utilizado como almacén, por lo que había una gran cantidad de papeles, archivos y estanterías que, al representar un claro material inflamable, dificultó las labores de extinción. Por este motivo, se tuvo que reforzar el turno de guardia con hasta cuatro efectivos más.

"Este tercer incendio fue más laborioso, ya que hubo que intervenir con Equipos de Protección Individual (EPIs) de incendio, equipo autónomo contra incendios y para extinguirlo completamente hubo que remover y refrescar el combustible, llegando a utilizar materiales de extinción como espumógeno para apagarlo completamente".

A los Bomberos les acompañaron dos vehículos de la Policía Local que se encargaron de cortar la calle y dirigir el escaso tráfico que había a esas horas de la noche para, de este modo, facilitar el trabajo de extinción.

De acuerdo con fuentes de la investigación, el origen de los fuegos en Correos fue presuntamente provocado, posiblemente por los mismos causantes que el incendio del mediodía. "Damos por hecho que ha sido intencionado, pues en unas horas tenemos tres focos distintos en un mismo edificio con el servicio eléctrico cortado".

Dado que este edificio se encuentra vacío desde hace tiempo, no se han lamentado ningún tipo de daños personales, tanto en trabajadores del servicio como en personas ajenas al mismo. No obstante, en los últimos tiempos viene siendo habitual que haya menores no acompañados durmiendo en el edificio por la noche.

Este fue el segundo incendio que se produjo en la segunda planta del mismo edificio antiguo de Correos, tras el que se dio ayer a las 13:45 horas en la segunda planta y que también precisó de la actuación del Cuerpo de Bomberos de la Ciudad.

Durante esta mañana, estos servidores públicos continuaban en la zona, refrescando los restos del fuego de la noche.

Testimonios

A pesar de que el fuego se produjo a altas horas de la madrugada, fueron varias las personas que se acercaron hasta la zona para observar lo que estaba ocurriendo y tratar de enterarse de la situación.

Este medio también se encontraba en Cándido Lobera durante las labores de extinción del incendio y recogió varios testimonios de los presentes.

Estos ciudadanos confirmaron que la situación del edificio era "lamentable" y pensaban que era necesario realizar una transformación en el mismo para que no se dieran estas situaciones de nuevo.

Un melillense, quien mostró su estupefacción por lo sucedido por segunda vez en el mismo día, cargó contra los causantes. "No deberían de estar allí, además lo tienen lleno de basura. Pero ya que tienen un techo bajo el que dormir, ¿cuál es el motivo para prenderle fuego?, ¿adonde irán ahora?".

Este ciudadano, quien declinó dar su nombre, opinó que la zona se podía aprovechar para construir viviendas o aprovecharlo para la ciudad. Además, recordó el incendio ocurrido en el edificio 'okupado' de la calle Castelar. "No entiendo que esta gente provoca estas peleas y queme el lugar donde pasan la noche".

Otras dos mujeres, quienes se encontraron con el incendio de casualidad, afirmaron que en ese edificio dormían menores no acompañados, pues habían visto en anteriores ocasiones la puerta abierta.

"Se meten por ahí y pasan aquí la noche. Es una pena".

Dos melillenses se acercaron a ver qué había ocurrido, alertados por el humo y el fuerte olor que salía de la zona. La opinión de ambos coincidió en que era necesario derribar el edificio y construir uno nuevo con una función específica. "¿De qué sirve tenerlo aquí abandonado?, sería mejor tirarlo y construir casas o algo que tenga una función. Decían que podía utilizarse para la universidad, pero aquí nunca se hace nada".

Asimismo, Driss también sabía que en el antiguo edificio de Correos dormían un grupo de menores no acompañados y decía no entender por qué habían escogido instalarse en ese edificio abandonado en vez de en un lugar donde recibieran la atención adecuada.