El próximo lunes 30 de agosto darán comienzo, un año más, los cultos en honor a la Virgen de la Victoria. Desde la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria recuerdan que este año, al igual que el anterior, no ha sido fácil debido a la pandemia ocasionada por la COVID 19 que tantas vidas se está cobrado y que no parece tener fin.
“Es por ello que necesitamos aún más de la intercesión de nuestra Patrona para que este mal acabe. Pero también para que cese todo aquello que está afligiendo al mundo entero. Ella no nos deja nunca. Bien lo ha demostrado a lo largo de los siglos. Que esta novena sirva para que nos acerquemos más a nuestra Madre del Cielo, para que se acreciente la fe en nosotros y seamos capaces de ver en sus ojos lo que nuestro corazón necesita”, expresaron desde la Congregación.
Eduardo Resa, Vicario Episcopal de Melilla y Director Espiritual de la Congregación de la Patrona invita a ello: “Queridos Congregantes, devotos de la Virgen de la Victoria, melillenses todos que nos acogemos al amparo de la Virgen, nuestra Excelsa Patrona y Alcaldesa Perpetua. El final del mes veraniego por excelencia, agosto, nos trae a la memoria del corazón el inicio del novenario de nuestra Madre Celestial”. Además, destaca que si la novena del pasado 2020 fue muy especial, la del presente 2021 lo seguirá siendo.
Desde el lunes 30 de agosto comienzan estos nueve días en los que además del rezo del Santo Rosario y la celebración de la Eucaristía, tras la exposición del Santísimo, las embarazadas serán bendecidas (lunes 30), se hará la presentación de los niños a la Virgen de la Victoria (jueves 2), renovación de los votos matrimoniales (viernes 3) y la unción de enfermos (domingo 5).
Cada día se realizarán las correspondientes ofrendas florales y también se podrán entregar, en horario de mañana ( 11:00 a 13:00 horas), productos no perecederos con destino a Cáritas del Sagrado Corazón.
“Vivamos con fe estos días del novenario a la Virgen de la Victoria. Debemos abrir nuestros oídos para escuchar su llamada y nuestros corazones para que se inunden de su amor. Ella seguro que escuchará nuestras plegarias y las trasladará al Padre para que les de cumplimiento”, expresan desde la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria.