Unos 300 niños y niñas, principalmente de los colegios León Solá y Juan Caro, recibían clases de apoyo por la tarde divididos entre las siete ludotecas que hay por la zona hasta que tuvieron que cerrar por el estado de alarma.
Ahora que estamos en julio, dentro de la nueva normalidad, Paulino Puerto, presidente del Comité de Empresa de los Servicios Sociales de los distritos VI y V y coordinador de la ludoteca Pinares; y Samira Mizzian, coordinadora de la ludoteca Patio Sevilla, y miembros de la empesa Clece, la encargada de la gestión, explicaron que gracias al sistema de desdoblamiento de turnos que han implantado, todos los pequeños han podido volver a las aulas.
Puerto aseguró que esta era una experiencia pionera en todo el país, ya que han conseguido que los alumnos retomen el ritmo de la ludoteca respetando siempre las normas sanitarias de precaución contra el coronavirus.
Es por ello que quisieron poner el trabajo realizado hasta ahora y el futuro. En total son unos 170 profesionales de apoyo tanto para adultos como para los menores.
Puerto explicó que muchos de los niños con los que están tienen problemas de acceso a Internet y a vías telefónicas; es por ello que desde el principio la prouesta de la Consejería de Economía y Políticas Sociales, la empresa Clece y el sindicato CCOO “ha sido intentar paliar ese déficit”, aseguró .
Puerto quiso trasladar a los melillenses que llevan más de 10 años trabajando en dichos distritos y que han llevado a cabo “un esfuerzo titático” para trabjar por los niños durante la pandemia.
También tienen un programa de educación para mayores, en los que reciben cursos de alfabetización o talleres de informática, además de existir una parte de educación y familia.
Mizzian relató que cuando se decretó el confinamiento, los primeros 15 estuvieron trabajando desde casa preparando actividades para casa pensando que iba a durar una quincena el estado de alarma.
Al ver que este se alargaba, comenzaron a ver toda la problemática por la que pasaban las familias de los niños de las ludotecas, como la conocida brecha digital o la falta de recursos económicos para poder imprimir las tareas.
Cuando llamaban a los padres apra ver cómo se encontraban, los vieron muy agobiados con la situación y Mizzian apuntó que el problema de estas barriadas no es solo el problema de acceso a Internet o la falta de medios, sino también el confinamiento en viviendas muy pequeñas con uatro hijos a cargo, puso de ejmeplo. “Estaban viviendo situaciones muy complicadas”, aseguró.
Más adelantado el estado de alarma, los coordinadores, entre otros trabajadores, se incorporaron a sus puestos de trabajo para poder acercarse a hogares a los que no se podía llamar por teléfono porque no poseían uno, pues muchos no podían pagarse una tarjeta, aseguró.
El 8 de marzo, los niños fueron incorporándose poco a poco a las clases y han intentado ponerlos al día de todo el retraso que llevaban.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…