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Lucía Herrera Torres: “Nos gustaría contar con más grados, pero necesitamos más espacios”

Lucía Herrera Torres es la nueva decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte. Es responsable del grupo de investigación de la Junta de Andalucía ‘Desarrollo, Educación, Diversidad y Cultura: Análisis interdisciplinar’ y pertenece al departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Tiene muchos años de experiencia de trabajo en el Campus de Melilla y ha sido parte del equipo decanal de la anterior dirigente de esta institución, Alicia Benarroch, por lo que conoce también bien lo que es trabajar en el decanato. Herrera Torres había pensado dedicar estos próximos años a otra tarea, pero Benarroch no quiso presentarse de nuevo a ser decana y vio que era el momento de dar ese paso en este camino. Además, no ha querido darle difusión a su elección hasta que no ha terminado de montar el equipo, que fue este viernes.

–¿Qué le ha llevado a presentarse para decana?

–Fui votada por la Junta de Facultad el día 10 y luego el calendario electoral, ya que había un plazo para la proclamación definitiva de candidatos, finalizó el lunes 14. Mientras he estado buscando el equipo decanal y, además, ha coincidido que ahora la Universidad de Granada exige que sus miembros deben ser profesorado permanente y eso ha dificultado las cosas. Hay gente joven que no es profesorado permanente que tiene muchas ganas de trabajar, pero no pueden estar dentro del equipo decanal, aunque sí en otros puestos, como vicedecanos o secretarios.

Yo ya estaba en el equipo decanal de Alicia Benarroch como secretaria de la facultad durante cuatro años y medio. Mi compromiso era ese, ya que le dije que si volvía a presentarse, la iba a apoyar, pero yo quería dedicarme a otras cosas, como la investigación. Pero al final Benarroch nos reunió y nos dijo que no se iba a presentar. Ahí fue cuando estuve analizando que durante cuatro años había formado parte de este equipo y si quería optar al cargo de decana, era el momento, puesto que ya cuento con esta experiencia y conozco desde las necesidades a las características de la ciudad. Al final eso fue lo que me impulsó a presentarme porque no estaba entre mis prioridades ahora.

Y tengo que decirle que estoy muy orgullosa de mi equipo y además, cuando el viernes terminé de configurarlo, me di cuenta de que tres de esas personas han sido alumnos mios.

–Pues es llamativo.

–Llevo 23 años en la facultad. No soy de Melilla, pero con tantos años aquí siempre digo que es como si fuera melillense. Llegué aquí recién licenciada en Psicología de la UGR y he llevo muchas promociones de alumnos. Al ver finalizado ya el equipo me di cuenta de que la secretaria y dos vicedecanos han sido alumnos míos de diferentes titulaciones. Así que estoy muy orgullosa de ello y además, los tres son melillenses. Es perfecto ver cómo aquella implicación en la formación termina ahora en un equipo de gestión que va a liderar la facultad. Esos alumnos son ya compañeros que se han formado y han realizado todas las acreditaciones necesarias para llegar aquí. Es muy bonito ver su trayectoria profesional y ahora contar con ellos.

–¿Cómo se plantea este curso? Fue complicado finalizar el pasado con el estado de alarma y el confinamiento de todos los alumnos y en septiembre retomaron las clases, pero con muchas medidas, siendo un curso raro o anómalo, pero y sin perder alumnos.

–No solo hemos mantenido los alumnos, sino que los hemos incrementado. En el programa de gobierno que presenté, hice un estudio de cómo ha aumentado el número de estudiantes desde el 2015-2016 al actual y entonces eran 544 estudiantes y este curso son 819. Y este curso también se ha visto un incremento de alumnos en la facultad. Es una satisfacción.

Y en cuanto a la pandemia, con el confinamiento el final del curso pasado no fue fácil porque se pasó de una docencia totalmente presencial a tener que elaborar modelos, materiales y el uso de plataformas para que fuera una docencia totalmente virtual.

Este curso académico comenzó raro y terminará raro. Este curso es como un híbrido para las carreras con muchos alumnos porque dan la teoría online y las prácticas son presenciales pero en grupos reducidos, con todas las medidas de seguridad. Y en los cursos que son pocos numerosos, como algunas optativas o el grado Educación Social, es totalmente presencial. Así que todo depende de los estudiantes.

–Los grados de la facultad están teniendo mucha aceptación, pero sobre todo es muy demandado el de Educación Primaria y Ciencias del Deporte. Había el temor de que no se completara porque son muchos los alumnos de fuera de la ciudad que lo demandan, pero no ha sido así.

–Nosotros impartimos cuatro grados: Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Social y el doble grado de Educación Primaria y Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Éste último tiene mucho interés por los estudiantes de fuera. En las jornadas de recepción de estudiantes preguntamos quiénes eran de fuera y como casi todos levantaron la meno, tuvimos que cambiar la pregunta porque solo había tres de Melilla. De hecho, el pasado año había 275 estudiantes y este año 311, por lo que no ha echado para atrás a los universitarios el tema de viajar en esta situación.

–Uno de los proyectos será contar ya con el pabellón deportivo. Hace unos días que El Faro publicaba que seguían los trámites con dos empresas de las tres que se han presentado.

–El proyecto cuando esté terminado contaremos con ella. Nos dicen que está ya aquí, pero yo quiero verla terminada. Como llevo 23 años aquí, he visto a tres decanos y sus equipos luchando y trabajando de forma constante por este pabellón. Es verdad que ahora se están intentado solucionar cosas desde el punto de vista legal, pero hasta que yo no vea la última piedra del pabellón...

Lo que es verdad es que hay un gran esfuerzo a nivel político para sacarlo adelante. La Ciudad, tanto el equipo anterior de Gobierno como el actual, están haciendo todo lo posible para lograr este pabellón. Los dos equipos han apostado por ello y hay que agradecerlo. Además, la coordinación con la UGR siempre ha estado ahí.

Pero luego hay un factor más que es el Ministerio de Educación. Es un puzle de tres cabezas: ministerio, UGR y la Ciudad. Siempre, en algún momento de los tres equipos decanales anteriores, se ha dicho que estaba todo listo para iniciar las obras y luego ha habido problemas.

Por ello, yo digo que ojalá podamos contar con él pronto. Tenemos ya tres promociones del doble grado que no han visto este edificio. Espero que la cuarta promoción, que saldrá este año, vea al menos el inicio de las obras. ¡Ojalá! Sé que voluntad y trabajo hay. Los decanos anteriores han luchado por ello, pero son tantos los elementos que hay que controlar, que hay que ser prudentes. Prefiero no vender aún esto, porque quedan muchas cosas por hacerse.

–¿Sería posible ampliar la oferta de grados de la facultad? ¿O bien la de postgrados?

–La oferta de postgrados no depende de la facultades porque dependen de la Escuela Internacional de Postgrados. Lo que sí es cierto es que si se ofrece una formación de este tipo a los alumnos, podrían continuar luego con máster y doctorado.

En nuestra facultad hay tres coordinadores de másteres de la UGR. Pero aumentarlo, sería decisión de esta escuela. Aunque nosotros colaboramos ofreciendo aulas para la formación y luego muchos de los profesores de esas formaciones son también maestros en nuestra facultad.

¿Ofrecer más títulos cuando tenemos un problema importante como es la infraestructura? Necesitamos más aulas, más espacio para la biblioteca, espacios para que los estudiantes puedan estudiar y trabajar en equipo durante todo el curso y de forma saludable. También necesitamos despachos para el profesorado.

El tema de la infraestructura es un tema que hay que trabajar y mucho y ya no le digo de lograr zonas verdes y de ocio dentro del Campus, que sería lo deseable.

Lo que pasa es que nuestra facultad está con otras dos en el mismo campus y todas tenemos que trabajar de forma conjunta.

El tema de infraestructuras es fundamental, por lo tanto, aunque a mí, como a los otros tres decanos, contar con más grados sería estupendo, hay que ser realistas y coherentes: necesitamos espacios. En el momento que dispongamos de más infraestructuras, perfecto. Y eso no quita que sigamos trabajando en la propuesta, pues había ya una sobre un máster de estilos de vida saludable. Vamos a continuar trabajando en eso pero no podemos descuidar el tema de que necesitamos más infraestructuras.

“El lema que llevo en el programa es ‘Faedumel, una facultad con futuro”

–¿Cuáles son los principales retos que enfrenta?

–El lema que llevo en el programa es ‘Faedumel, una facultad con futuro’, porque los retos nos implican en muchos aspectos. Es de agradecer a los anteriores equipos decanales a lo largo de la historia de la facultad que han trabajado por mejorar y hacer crecer esta entidad a pesar de los inconvenientes económicos, legislativos o políticos que ha habido.

Entre los retos llevo trece apartados en los que hay que trabajar. Está el tema educativo. Hay que trabajar por seguir incrementando el número de estudiantes y mantener los índices de calidad. Y hay que ir hacia una mejora de las prácticas, fortaleciendo los convenios que tenemos y haciendo algunos nuevos. Y también hay un tipo de prácticas que ofrecemos para que los estudiantes no tengan que esperar a las prácticas curriculares sino que se les ofrece ir a la realidad de las empresas o instituciones una semana en cada semestre. Estas prácticas más innovadoras hay que seguir potenciándolas y dar un mayor valor a los tutores de las mismas.

En cuanto a la responsabilidad social, hay que trabajar en la igualdad, en la inclusión, en la conciliación y la sostenibilidad.

Otro elemento de estos retos es el profesorado y es que necesita y es un derecho, promocionarse y para ello, hay que fortalecerse en el ámbito de la innovación y la formación. La idea es que los profesores que se incorporen, se sientan más integrados y puedan realizar aquí su desarrollo profesional.

En el ámbito de investigación, que es otro punto, hay tres grupos de investigación con sede en nuestra facultad, pero hay que procurar que esos grupos acojan a los docentes que vienen y a su vez entre todos los grupos haya acuerdos para solicitar otros trabajos de investigación. Esa unión entre diferentes grupos es mucho más fuerte que el de individuales. Además, en enero empieza un proyecto europeo que implica a 19 instituciones de diferentes de 9 países de Europa, América Latina y El Caribe. Este proyecto tiene un millón de euros de presupuesto y durante los tres próximos años hay que apostar por ello.

También hay que tener en cuenta a los estudiantes y que puedan participar y estar en contacto directo con el equipo decanal. Se trabajará también a los talleres o cursos abiertos a la ciudadanía. Ampliar los convenios de movilidad internacional y mejorar las infraestructuras son otros puntos de este programa de Gobierno, entre otros.

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