Lucía Herrera tiene en el despacho decanal el Decreto de la Fundación de la Escuela Normal de Melilla, que desde que se fundó el 14 de enero de 1932 ha ido evolucionando y cambiando de nombre hasta llegar a ser la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte del Campus de Melilla de la Universidad de Granada como la conocemos hoy en día. En una entrevista con El Faro, la decana de la facultad, Lucía Herrera, con motivo de este 90º aniversario. En Herrera da un breve repaso a las actividades conmemorativas y a la evolución que ella misma ha visto del centro desde que llegó en 1997 hasta este momento en el que vive la efeméride tan importante como decana.
–Se van a cumplir 90 años de la creación de la Escuela Normal de Magisterio Primario, ¿cómo de importante es esta efeméride para la comunidad universitaria de Melilla?
–Tiene mucha importancia, porque sobre todo vamos a celebrar esos 90 años formando a maestros con lo que inicialmente fue la Escuela Normal del Magisterio Primario en Melilla. En enero de 2022 es cuando haremos los 90 años. Desde entonces llevamos todo este tiempo haciendo actividades anticipando ese 90 aniversario. Y el año que viene haremos más actividades también. Entonces, ya comenzamos todos los actos en enero haciéndolo coincidir con mi toma de posesión como decana. Las comenzamos presentando distintas cuestiones, como puede ser el logotipo del aniversario con el cartel conmemorativo que hizo Manuel Bru, profesor del Departamento de Didáctica de la Expresión Plástica de nuestra facultad.
Además, es una imagen que estamos utilizando mucho, como por ejemplo con el Día Internacional de la Bici, para el que hemos dado como premios unas camisetas de la facultad con el logotipo de la universidad y en la parte de atrás lleva esa imagen del 90 Aniversario que ha diseñado Manu Bru.
Se hizo también un vídeo sobre distintos alumnos y profesores que han formado parte de nuestra comunidad universitaria a lo largo del tiempo. Algunos de ellos son profesores que ya no están aquí pero que comenzaron su carrera profesional en Melilla. Algunos como, por ejemplo, Roberto Cremades, que es vicedecano de Investigación de la Universidad Complutense de Madrid; o Juan Pablo de Juan, que además es melillense y siempre se le ha conocido por su vinculación en el ámbito musical en Melilla. Él estuvo como profesor asociado con nosotros y después se marchó a Madrid para hacer sus estudios de dirección de orquesta. Y, de hecho, ha sido director durante un tiempo del Coro de RTVE, donde está como miembro de plantilla.
Hemos tenido a profesores de la Universidad de Santiago, a antiguos alumnos que además son profesores universitarios. Tuvimos también a José María Roa, que hizo su Bachillerato y su formación universitaria en esta escuela, que entonces era Escuela Universitaria. Roa es profesor y está apunto de jubilarse en en mi departamento en Psicología Evolutiva y de la Educación en Granada. Por eso, el aniversario nos vino bien también para rememorar a esas personas que han formado parte de nuestra comunidad.
Son muchas las actividades que están previstas y que estamos haciendo. De lo que se trata sobre todo es de llevar a la sociedad, a la ciudadanía melillense y de fuera de Melilla, esa congratulación que tenemos por ese 90 aniversario formando a maestros y maestras. En los últimos años tenemos también a graduados y graduadas en Educación Social; y en ese Doble Grado que tenemos en Educación primaria y Ciencias de la Actividad física y el Deporte, que para nosotros es una perita en dulce porque todos los alumnos, salvo uno o dos, son de la península porque vienen a estudiar ese Doble Grado. Son todos alumnos muy comprometidos con todo lo que estamos haciendo.
–¿Y para usted qué significa? ¿Se esperaba poder vivir este momento tan importante como Decana?
–No. Yo siempre digo que yo era secretaria de la facultad. He estado de secretaria de la facultad cuatro años y medio con Alicia Benarroch, que era la decana en su momento y en mis expectativas no estaba presentarme como decana porque tenía otros planes. En principio, era ella la que se iba a presentar y luego por diferentes motivos dijo que no se presentaba y ahí fue cuando, fruto de ese compromiso, responsabilidad y lealtad a la institución universitaria, a la Universidad de Granada, dije que, bueno, a lo mejor es el momento.
Alguien tiene que hacerse cargo de gestionar y de liderar esta facultad, y la decisión la tomé en nada, con las dificultades de presentarse sin haberlo previsto y sin un equipo que me respaldara.
Pero afortunadamente sí que tengo un equipo que me está apoyando. Tres de ellos fueron antiguos alumnos míos: el vicedecano de prácticas, Manuel Ortega; la vicedecana de Estudiantes, Laila Mohamed; y la secretaria de la Facultad, María Tomé. Estoy muy contenta y muy orgullosa de haber formado parte de su proceso de formación y que hoy en día estén acompañándome en el equipo decanal, junto con los otros dos vicedecanos que ya formaban parte del equipo anterior, Oswaldo Lorenzo y Javier Navarro, que me han acompañado también.
–¿Cómo ha visto esa evolución de la facultad? ¿Cómo era cuando llegó, y cómo es ahora?
–Yo llegué aquí hace 24 años, en el 97 con el quinto centenario de la ciudad. Me acuerdo. En ese momento mis ideas eran volverme al año siguiente en cuanto pudiera a Granada para continuar trabajando en la Facultad de Psicología y seguir desarrollándome. Cuando decidí quedarme, por varias razones, una era que teníamos un centro pequeñito, entonces era Escuela Universitaria de Formación de Profesorado de EGB. Yo venía de una facultad de Psicología en Granada, una gran facultad con muchos alumnos, con muchos profesores y aquí lo que me encontré fue un espacio pequeño con un clima personal y social realmente positivo. Y eso fue algo de lo que valoré.
Eran grupos reducidos de alumnos, donde todos de conocían y donde había una relación de tú a tú que no se da en otras facultades. Eso para la docencia es fundamental. Ha cambiado mucho respecto al número de profesores, que somos más del doble que cuando llegué. El número de estudiantes también ha cambiado porque las titulaciones han ido cambiando y se han ido incorporando nuevas titulaciones.
El tema de los espacios todavía es algo endémico, necesitamos más. Las obras del pabellón deportivo se iniciaron el día 1. Es fundamental para las actividades deportivas de la comunidad universitaria, porque también la universidad tiene que ofrecer un espacio de desarrollo, saludable y de actividad física, dentro de campus; y, además, sería algo positivo para la ciudadanía melillense. Pero necesitamos mucho más espacios como seminarios, laboratorios de investigación y más aulas para la docencia.
También es cierto que cuando yo llegué aquí lo que había era nuestra Escuela Universitaria de Formación del Profesorado EGB y la Escuela Universitaria de Empresariales, que se había incorporado unos años antes. Pude ver también cómo la Escuela de Enfermería, que ahora es la Facultad de Ciencias de la Salud, se incorporaba en nuestro Campus Universitario.
–¿Qué mensaje le gustaría enviar al estudiantado, que además son los futuros docentes y académicos?
–Les diría que se dediquen a trabajar y mucho. Sé que lo hacen porque además me consta el compromiso profesional con las titulaciones que están cursando. Al menos en nuestra facultad es fundamental, es decir, uno no puede pensar que va a ser maestro o maestra para tener un sueldo, que también es cierto, pero el compromiso de un maestro o una maestra para más allá; y de un educador social digo lo mismo. Tienen un compromiso con la sociedad y con la profesión que están desarrollando. Por lo tanto, mi mensaje es que trabajen, que busquen, que exploren nuevas oportunidades.
Yo creo que el primer compromiso de un maestro debe ser con sus alumnos, y su respinsabilidad debe de ser la de formarlos correctamente para que a posteriori la sociedad se beneficie de estos conocimientos. Y con motivo de este articulo, aprobecho en decir que esta apuesta por formar a personas cualificadas es muy dificil conseguirlo, pues ello no solo depende del profesor sino del interes del alumno, y para esto somos los padres y familiares quienes deberiamos de fomentar este aliciente en ellos. No obstante, creo que se deberia trabajar mas en clase y comprobar que el alumno asimila lo explicado, asi como no cargar a los alumnos con tareas en casa. Pues muchos no cuentan con la ayuda de nadie y ello les hace caer en la monotonia y aburrimiento.