Reanudarán sus protestas frente a la Delegación en septiembre si la situación persiste. La plantilla de vigilantes de seguridad de Serramar aceptaron ayer no realizar más horas extraordinarias de aquí en adelante. Como ya publicó El Faro en su edición de ayer, los continuos impagos de sus nóminas se extiende también a las horas extraordinarias que deben realizar al mes, por lo que “si no las vamos a cobrar, no las vamos a hacer”.
En la asamblea general que celebraron los trabajadores, en turno de mañana y tarde, en la sede de la UGT Melilla, en la plaza Primero de Mayo, también acordaron pasar a la acción y comenzar a poner las denuncias correspondientes contra la empresa en la Inspección de Trabajo para reclamar sus salarios. Ya para el mes de septiembre, se plantearán reanudar las concentraciones de protesta frente a la Delegación del Gobierno, como han venido celebrando en las últimas semanas, si la situación sigue igual hasta entonces.
En los pasillos del sindicato, los problemas de Serramar y el hecho de que esta semana ningún vigilante melillense haya cobrado su nómina era el único tema de conversación entre los compañeros. Algunos de ellos están viviendo esta situación por segunda vez, pues fueron subrrogados por Serramar, cuando Esabe se fue de Melilla al finalizar su contrato en la Casa del Mar.
Parecidos con Esabe
Los problemas de los trabajadores de la antigua Esabe los siguen arrastrando hoy día, pues la empresa, según comentaron los ex empleados, ha dejado de existir y a pesar de las denuncias presentadas para recuperar su dinero, todo apunta que será el Fogasa quien tendrá que compensar a estos vigilantes de seguridad.
A medida que iban llegando a la sede ugetista más trabajadores, la pregunta siempre era la misma: “¿Habéis cobrado algo?”. Y la respuesta común a todos: “Yo he mirado la cuenta del banco y nada de nada”. El pasado lunes uno de los trabajadores dijo a este diario que algunos vigilantes habían cobrado medio mes de junio, pero desde el martes no ha habido ningún movimiento bancario nuevo. “La cosa se ha vuelto a parar”, lamentó.
El descontento de los vigilantes con la empresa no solamente se ciñe al hecho de no cobrar sus nóminas, les deben junio y julio y las horas extra, sino también con los responsables de Serramar, pues no atienden a ninguna de sus llamadas. “Les llamamos, descuelgan y cuelgan rápido. Así es como nos tratan”, aseveró uno de los trabajadores a este diario.
El secretario general de la UGT en Melilla, Alonso Díaz, fue el encargado ayer de presidir la asamblea general de estos trabajadores, que tuvo una gran respuesta por parte de la plantilla de Serramar. Por la mañana, al menos una veintena de vigilantes acudieron a la cita y por la tarde otros tantos.
Todos ellos aceptaron las tres propuestas que se perfilaron el pasado martes, durante la reunión de la Sección Sindical UGT-Serramar, de cuyo contenido se hizo eco este diario en su edición de ayer.
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