Cultura y Tradiciones

Los vendedores ambulantes hacen balance y discrepan de la viabilidad económica del Mercado Renacentista

Los vendedores ambulantes, la gran mayoría venidos desde disferentes puntos de la península para la ocasión, también hacen balance del Mercado Renacentista y no se ponen de acuerdo sobre la viabilidad económica de este evento en Melilla. Mientras que algunos comerciantes aseguran que llevan años viniendo a la ciudad con buenos resultados, otros aseguran que un espectáculos de estas características pero de sólo tres días no es suficiente para cubrir los gastos del viaje y no compensa el tiempo invertido en venir.

Las opiniones

María del Pilar, que regenta un puesto de jabones naturales y aromáticos, se considera ya una veterana de este mercado. “Hay un ambiente muy lindo, el lugar es precioso y la valoración de los melillenses es muy buena. Repetimos por quinta vez y hay clientes muy fieles”, explica. En referencia a las ganancias obtenidas, asegura que “todavía es pronto para hacer cuentas”. Sin embargo, asegura que vendrá el año que viene sin falta.

Blas no comparte este entusiasmo. Sí que considera que la estancia en Melilla ha sido positiva, pero asegura que el mercado ha sido “bastante flojo por lo general”. Este joyero explica: “La mayoría venimos de la península, hacemos mucho recorrido y tenemos un elevado gasto en el viaje y hay muy poco tiempo para vender. Este mercado no compensa. Es verdad que no voy a perder dinero, pero el esfuerzo es enorme”. Este comerciante asegura que es la primera vez que viene al Mercado Renacentista y dice que posiblemente no venga a la próxima edición.

Isabel se mueve entre dos aguas. Esta experta del mundo de los quesos y chorizos repite por segundo año consecutivo en este evento y dice que hay algunos clientes del año pasado que han venido exclusivamente buscando sus productos.

No obstante, preguntada sobre los posibles beneficios de su viaje para participar en esta feria, comenta: “Vamos ahí, ahí. Más o menos sí que va bien, pero la verdad es que hasta que no termine el día de hoy (por ayer) no lo sabremos”. Por otro lado, considera que ampliar los días de esta celebración no valdría la pena porque “la gente sólo sale de viernes a domingo, los demás días trabajan”. Esta sevillana se plantea volver de nuevo el año que viene. Todo dependerá de la cuenta final, según dice antes de volver al mostrador a ofrecer taquitos de queso a los visitantes.

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