El centro funciona correctamente, aunque con un gran esfuerzo por parte de los trabajadores.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha aliviado ligeramente sus niveles de ocupación en los últimos días, aunque todavía sigue al cuádruple de su capacidad máxima. Según fuentes de estas instalaciones, actualmente residen en el centro unos 2.000 inmigrantes, alrededor de 300 menos que hace un par de semanas, cuando se produjo un asalto masivo al vallado fronterizo en el que entraron entre 410 y 500 subsaharianos.
La mayor parte de los residentes que hay en el CETI está formada malienses y sirios, según las fuentes consultadas por este periódico. De este modo, se mantiene la tendencia iniciada desde que comenzó el año, con ambos grupos como nacionalidades mayoritarias en el centro. El tercer colectivo más numeroso es el de los cameruneses.
El desahogo experimentado en el centro obedece a un doble factor. En primer lugar, la ausencia de entradas masivas por el vallado en las últimas semanas. Hay que recordar que la última llegada de inmigrantes se produjo el pasado 3 de junio en patera, en concreto por Horcas Coloradas. Accedieron a la ciudad autónoma un total de 28 subsaharianos. Además, pese a que ayer hubo un intento de entrada protagonizado por un millar de personas en el tramo de la valla próximo a Villa Pilar, ninguna logró entrar en Melilla.
Salida de Melilla
Asimismo, en los últimos quince días se han agilizado los traslados de inmigrantes a la península, tanto en barco como en avión. Las fuentes del CETI consultadas por El Faro detallaron que esta semana han salido de la ciudad autónoma tanto familias como solteros. En el caso de las primeras, pasan a estar bajo el cuidado de asociaciones humanitarias, mientras que en el de los segundos, su destino son los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) y posterior devolución a sus países de origen.
Buen funcionamiento
Por otro lado, las fuentes del CETI consultadas por este periódico señalaron que se está dando servicio a los inmigrantes “en condiciones óptimas”, aunque ello está causando un gran esfuerzo al conjunto de empleados que trabajan en estas instalaciones, desde cocineros hasta limpiadores, pasando por los encargados de seguridad. “Está claro que no es lo mismo atender a un millar de personas que a 2.000”, subrayaron en manifestaciones a este periódico. “Todo funciona bien, pero con mucho esfuerzo por parte de la plantilla”, insistieron.
De igual modo, detallaron que a lo largo de la próxima semana semana seguirán produciéndose traslados a la península con el objeto de desahogar más todavía las instalaciones del CETI. Se prevé que el ritmo de traslados sea el mismo que el mantenido en los últimos días, es decir, a razón de unas 150 personas a la semana.
Hay que recordar que el pasado lunes llegó a Melilla un equipo de Policía Científica para agilizar la identificación de inmigrantes, requisito previo a su salida de la ciudad autónoma. De esta forma, ha sido posible incrementar el número de traslados en los últimos días y paliar en parte la saturación que sufre el centro desde hace varios meses. Pese a ello, el CETI continúa albergando al cuádruple de personas para que las tiene capacidad.