l El Comité de Empresa también denunciará en unos días en la Inspección de Trabajo los golpes que sufren por un residente violento.
Los trabajadores del Gámez Morón están cansados de escribir notificaciones a la empresa que gestiona el centro (Eulen) para que ponga fin a las agresiones que sufren los empleados por parte de un residente agresivo y para arreglar los desacuerdos que hay con la gerente de esta institución. Afirman que ya no saben qué más hacer para conseguir que les escuchen y busquen soluciones a sus reclamaciones. Por ello, aseguran que no les queda otra opción que llevar sus protestas a la calle. El lunes presentarán una petición en la Delegación de Gobierno para hacer sentadas en la puerta del Gámez Morón. Se manifestarán sentándose en la entrada del centro para reivindicar a Eulen y a la Consejería de Bienestar Social remedios a sus problemas.
El Comité de Empresa será el encargado de organizar las sentadas en la puerta del centro. Va a convocar estas manifestaciones porque desea una solución a la agresiones que sufren los trabajadores y a la falta de comunicación que hay con la gerente. No quiere que se quede en el olvido ese escrito que publicaron en prensa el pasado 24 de noviembre porque no se ha puesto fin a ninguno de los problemas que destacaron los trabajadores en ese documento. No obstante, el Comité de Empresa del Gámez Morón señala que no cuenta con haya muchos empleados en estas protestas. Afirma que es mucho el miedo que hay a perder el trabajo. Pero insiste en que eso no va a disuadir a los pocos que deseen manifestar su disconformidad con la gestión de estos temas.
Continúan las agresiones
“Tenemos la sensación de que se ríen de nosotros”, asevera el Comité de Empresa que apunta que les prometieron hacer un plan de actividades para evitar las agresiones que sufren por parte de un residente agresivo y que finalmente no se van a llevar a cabo y no saben el por qué.
Desde el pasado 4 de diciembre no se producen agresiones que hayan derivado a los empleados a un servicio de urgencia sanitario. Pero eso no quiere decir que no sigan soportando empujones y puñetazos, resalta el Comité de Empresa. Por ello, si no se soluciona este tema, optarán por acudir a un médico cuando sufran cualquier daño de este tipo, aunque no sea grave, para que quede constancia en un parte de lesiones, pues tampoco sirve de nada anotarlo en el libro de incidencias del centro.
Denuncia en la Inspección
Por otro lado, el Comité de Empresa asegura que esta semana presentará en la Inspección de Trabajo la denuncia por las agresiones que sufren aunque aún quedan partes de baja y de lesiones por recoger de varios empleados. No quiere esperar más porque este tema se ha dilatado mucho tiempo y desea que la Inspección tome parte en este asunto y decida quién debe resolver esta falta de seguridad en el centro, si es cuestión de la empresa o son el Imserso y la Consejería de Bienestar Social las que se tienen que hacer cargo.
En cuanto a la relación con la gerente del centro, las cosas van a peor, señalan los trabajadores. Explican que en Navidad se negó a recoger los cambios de turno y ahora es el gerente de Eulen en Melilla el que hace de intermediario y acepta esos documentos. Además, denuncian que no se están llevando a acabo acuerdos a los que llegaron en el convenio que se firmó hace unas semanas. Por eso, el Comité insiste en que no les queda otra que salir a la calle a protestar.