Los empleados consiguieron en la reunión del martes una ligera subida salarial y que se respete, casi íntegro, el convenio anterior · La decisión de desconvocar el paro se tomó en una asamblea ayer por la tarde.
Los trabajadores de la limpieza no irán finalmente a la huelga. Tras varias semanas de negociaciones, los empleados del servicio decidieron ayer por la tarde, en una asamblea celebrada en la puerta del edificio de los sindicatos, desconvocar el paro que hubiera empezado a las doce de la noche de hoy. La última reunión entre el comité de empresa y los delegados de la adjudicataria del servicio, la UTE Melilla, formada por Urbaser y FCC, se produjo el martes. Durante horas, ambas partes negociaron un nuevo convenio colectivo. Finalmente, como ya adelantó ayer este periódico, los empleados lograron una pequeña subida salarial, en concreto del 0,6%, frente al 1% que ellos pedían y la empresa elevó la jornada semanal, de 35 a 37,5 horas. Tras la reunión del martes, el presidente del comité de empresa, Antonio Guerrero, convocó a los trabajadores para exponerles el acuerdo al que habían llegaron y que fueran ellos quienes decidieran si seguir adelante o no con la huelga. Pasadas las 18:00 de la tarde, en la puerta del edificio de los sindicatos, Guerrero explicaba a los empleados que allí se congregaron los puntos más importantes del acuerdo. Así, indicó que una vez que se firme el convenio el 1 de octubre, los empleados tendrán que trabajar media hora más al día, de lunes a viernes, con esta opción consiguen que a pesar del aumento de la jornada, sigan sin tener que trabajar los fines de semana. Ademas, apuntó que los trabajadores que están contratados por obra y servicio pasarán a ser indefinidos y que los sobrinos pasarán a formar parte de los familiares directos en caso de defunción o enfermedad. No obstante, Guerrero indicó que hasta el próximo 1 de octubre podrán seguir negociando algunos puntos de este convenio, aunque señaló que en los aspectos más importantes los empleados han logrado sus objetivos. El presidente del comité de empresa recordó a los trabajadores que sus principales reivindicaciones eran no trabajar los sábados y mantener las condiciones que tenían en el anterior convenio. En este sentido, insistió en que la situación actual es complicada y les ha resultado difícil lograr que la empresa ceda en muchos aspectos en los que exigían más a los trabajadores. Guerrero reconoció que en otros momentos hubieran podido exigir más, pero que en la actualidad era muy complicado. Tras exponer sus ideas, fueron los trabajadores reunidos los quienes expresaron sus dudas, antes de decidir qué hacer respecto a la huelga. Durante algunos momentos se vivió tensión entre los que se mostraban a favor y los que no, sin embargo finalmente todos llegaron a la conclusión, de que por ahora, la mejor opción era desconvocar el paro. No obstante, los trabajadores insistieron en que no descartan volver a iniciar una acción similar en el caso de que la gestora del servicio no cumpla con lo acordado o quiera empeorar sus condiciones. El nuevo convenio colectivo se firmará el 1 de octubre y tendrá validez hasta 2015. Hasta entonces los representantes de los trabajadores, que aún tienen margen para negociar algunos puntos de este acuerdo, seguirán trabajando con las mismas condiciones que hasta el momento. Tras más de dos semanas de intensas reuniones, desde que los empleados decidieron ir a la huelga el pasado 11 de agosto, finalmente ayer decidían dar marcha atrás, con la esperanza de que su situación no empeore. Antes de este punto, tres reuniones con la empresa y varios encuentros con la Consejería de Medio Ambiente, han sido la tónica de estos días, en los que la huelga ha ido y ha venido, según las negociaciones.