El presidente de Amlega, Rafael Robles, se reunió ayer con la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, para abordar los principales problemas que tienen los solicitantes de asilo del colectivo LGTBI en nuestra ciudad. Robles aseguró en declaraciones a El Faro que el proceso de asilo para estas personas tarda entre un año y un año y medio en resolverse y dijo que al no tener opciones de moverse por el territorio nacional se encuentran encerrados en una ciudad en la que tienen que enfrentarse en muchas ocasiones a situaciones de acoso e incluso a agresiones sexuales. Robles apuntó que la mayoría de los peticionarios de asilo por motivos de orientación sexual vienen de localidades marroquíes cercanas por lo que al estar en Melilla se cruzan en muchas ocasiones con las personas de las que venían huyendo.
Robles apuntó que actualmente en el CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) residen alrededor de medio centenar de solicitantes de protección internacional por razones de orientación sexual. Señaló, además, que cada vez son las mujeres que vienen a la ciudad huyendo de esta situación. Precisó, eso sí, que las cifras son orientativas.
El presidente de Amlega dijo que no entiende por qué en Melilla y Ceuta continúa habiendo esta restricción de movimiento, mientras que en el resto del país los solicitantes de protección internacional pueden moverse con total libertad por España.
Esta realidad provoca que los migrantes se enfrenten a situaciones peligrosas para este colectivo especialmente vulnerable. Dijo que el trabajo con la dirección del CETI ha servido para que dentro de las instalaciones estar personas vivan mejor, pero fuera continúan haciendo frene a todo tipo de peligros. No necesitan alejarse mucho, en la carretera de Farhana, a pocos metros del centro de estancia, se producen robos, agresiones e incluso violaciones, según denuncia Amlega.
Presentar la solicitud
Asimismo el presidente de Amlega se refirió a las dificultades que tienen estas personas para realizar su solicitud. Apuntó que hasta ahora podían hacer el trámite tanto en comisaría como en la oficina que hay en la frontera. Sin embargo, en los últimos tiempos cada vez se les ponen más trabas para hacerlo en las dependencias policiales, ya que señaló que sólo se les permite a aquellos que llevan pasaporte de Nador. Apuntó que esta situación ha provocado, además, que se creen mafias que trafican con esta documentación y venden pasaportes falsos a los migrantes.
Robles resaltó que la acogida por parte de Moh a toda esta problemática ha sido buena y confía en que la nueva delegada del Gobierno trabaje para encontrar soluciones a esta situación.