Alrededor de 200 melillenses se concentraron frente a la delegación en protesta contra la reforma laboral · CCOO y UGT afirman que el decreto–ley es un ataque “ideológico ultraliberal”.
A las 11:30 horas, frente a la Delegación del Gobierno en Melilla, alrededor de 200 melillenses acudieron a la convocatoria de los sindicatos UGT y CCOO para protestar contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno central y que no dudaron en calificar como “una declaración de guerra laboral a los trabajadores”. El líder de UGT en la ciudad, Alonso Díaz, aseguró que este Decreto–Ley es un “ataque ideológico ultraliberal” que atenta contra los derechos de los trabajadores y que el equipo de Gobierno de Rajoy “es consciente y lo saben que no creará empleo”. Junto con la secretaria general de CCOO, Caridad Navarro, ambos representantes sindicales afirmaron que el Ejecutivo español “está actuando como si fuéramos un país intervenido” económicamente por la Unión Europea.
La concentración se dio con total normalidad y sin incidentes y los asistentes no dudaron en gritar proclamas contra la reforma laboral y el Gobierno de Rajoy, parapetados tras una gran pancarta en la que se leía: ‘No a la reforma laboral. Injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo’.
El manifiesto oficial de este 19–F, que fue leído por Juan Garbín, criticó duramente las declaraciones de dirigentes del Partido Popular que, en los últimos días, han arremetido contra los sindicatos. “Han dicho que las movilizaciones no crean empleo porque eso es responsabilidad del Gobierno de poner las condiciones necesarias para crear empleo. Los sindicatos tienen la responsabilidad de defender a los trabajadores, con errores y aciertos, pero están ahí”.
Garbín destacó además que el propio presidente Rajoy “ha reconocido que la reforma laboral no creará empleo y es cierto que ninguna reforma lo ha hecho. Sólo se crea empleo cuando hay crecimiento económico y el país está en recesión por las políticas equivocadas de España y la UE” y , al igual que los responsables sindicales de Melilla, apeló a la unidad de la sociedad española y melillense para frenar este decreto–ley.
“Una huelga general no es plato de gusto para nadie pero los recortes nunca son por arriba siempre por abajo”, razonó.
Por su parte, el líder ugetista insistió en que el Partido Popular ha aprovechado la crisis económica para implantar su “ideología ultraliberal” con el objeto de “desmontar el estado de bienestar. Son conscientes de lo que están haciendo y por eso tenemos la obligación y deber de explicar a los trabajadores la letra pequeña de la reforma laboral que es peor que la letra grande”.
Por ello, los sindicatos dedicarán las próximas semanas a informar a los trabajadores melillenses sobre la reforma laboral y su impacto en lo que Díaz calificó como un “ataque al modelo de convivencia” y apeló una vez más a la unidad de la sociedad española y melillense porque “saben –el Gobierno del PP– que si conseguimos llegar a la sociedad, frenaremos esto y por eso se ha producido esa escalada de descalificaciones contra los sindicatos”, razonó el líder ugetista.
Por su parte, la responsable de CCOO en Melilla, Caridad Navarro, secundó las palabras de Díaz y no dudó en leer un estracto de las recientes declaraciones de Cristina Almeida. En su intervención, Navarro destacó que las decisiones de Rajoy han sido tomadas por “exigencias alemanas”, de la mano de Angela Merkel.
Además, hizo un llamamiento a los jóvenes desempleados del país así como al movimiento de los indignados para que tomen un papel “solidario y activo con las cosas que están pasando”, ya que “no pueden desentenderse de los retrocesos sociales y culturales que se están dando”.
Para finalizar, Navarro afirmó que “para la salud democrática del país es importante que los jóvenes se rebelen y que sean irreverentes con el poder, mostrando la enorme falsedad que le sostiene. Nuestros padres lucharon en condiciones durísimas en contra del golpe militar fascista. Nuestras generaciones continuamos esa lucha para terminar con la dictadura y las nuevas generaciones debieran luchar para exigir el pleno desarrollo democrático que la ciudadanía se merece y todavía no ha conseguido”.
Sin respuesta ante la polémica del reparto de las bonificaciones
Los responsables sindicales melillenses siguen esperando una respuesta por parte del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, al que solicitaron la pasada semana que interviniera en las fracasadas conversaciones con la patronal melillense y exigir el reparto de la ampliación de las bonificaciones a las cuotas de la Seguridad Social. Anteayer, el PSOE local anunció que llevará al Congreso de los Diputados este asunto, a lo que el líder ugetista, Alonso Díaz, dijo que cualquier iniciativa en beneficio de Melilla es “bienvenida”. En cambio, la responsable de CCOO en la ciudad, Caridad Navarro, dejó claro que se trata de una iniciativa tomada unilateralmente por el PSOE melillense y dijo no creer que ayude en las conversaciones con la patronal.
El SUP se suma a las protestas del 19 de febrero
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) manifestó ayer su apoyo a la movilización en Melilla “en señal de disconformidad con la reforma laboral aprobada por el Gobierno de España”. “Hace casi dos años venimos diciendo que España está en situación de emergencia; que hay que adoptar medidas estratégicas estructurales para revertir la situación y que el estado de bienestar alcanzado debía ser la línea roja que ningún Gobierno debía traspasar”, continuó en la nota de prensa enviada. “Dichas medidas deberían partir de convocar a todas las fuerzas políticas y sindicales a un gran acuerdo nacional”, sostuvo el SUP y añadió que ese pacto debe incluir planes contra el paro, como “trabajar más tiempo y destinar el beneficio a inversión productiva, por ejemplo”; combatir el fraude fiscal; una política impositiva justa, redistributiva, que fomente las inversión y una reforma laboral que prime la contratación y no el despido. En opinión del sindicato policial, “cuando una sociedad se fractura por la incapacidad de los políticos que nos gobiernan, el siguiente paso siempre conduce a movilizaciones, conflictos y al uso y abuso de las fuerzas de Seguridad del Estado para controlar y someter a los ciudadanos. Y es en esa vertiente donde nos sentimos directamente concernidos pues seremos nosotros, los policías, quienes afrontaremos la violencia fruto del descontento”. “El Gobierno parece no ser sensible al drama que supone estar por encima de cinco millones de parados, miles de desahuciados, millones que viven bajo el umbral de la pobreza, y actúa al dictado de organismos extranjeros despreciando la voluntad de los ciudadanos”, razonó.