Los sindicatos policiales tampoco ven indicios de mafias en el Gurugú

Los sindicatos policiales ven “muy extraño” que los inmigrantes no cuenten con la ayuda de alguien que coordine los saltos al vallado en fronterizo. Desde la Unión Federal de Policía (UFP) se hicieron ayer eco de las declaraciones realizadas por dos subsaharianos residentes del CETI a El Faro, en las que aseguraban que en el monte Gurugú no hay mafias que trafiquen con seres humanos ni dinero para pagar la entrada irregular en la ciudad autónoma, al contrario de lo que ocurre con los que se aventuran a subirse a una patera.
El secretario de Organización de la UFP, José Guerrero, señaló en la jornada de ayer que “tiene que haber alguien” que ayude a los subsaharianos a saltar el vallado, bien sea en Marruecos o en territorio español. “Puede que en el Gurugú no haya redes criminales estructuradas, pero seguro que hay algún organizador que vigila cuál es el mejor momento para entrar en la ciudad”, aseguró.
En este sentido, señaló que es “muy extraño” que los asaltos de subsaharianos tengan lugar en los momentos “más delicados” del día, como cuando se lleva a cabo el relevo de agentes en los puntos de vigilancia. “Curiosamente, nunca ocurre nada cuando el perímetro y los pasos fronterizos están plenamente reforzados”.
El ejemplo más claro está en el último intento de entrada, que tuvo lugar el pasado viernes. Varias oleadas de subsaharianos intentaron pasar a través del puesto de Beni Enzar justo cuando se estaba produciendo el cambio de guardia, sobre las 7:00 horas. “No puede ser algo casual. Es muy raro que siempre pase lo mismo. No sabemos si aquí, en Melilla, alguien les ayudará de manera altruista. En Marruecos, como no podemos meternos a investigar, no tenemos ni idea de cómo organizarán las entradas, pero según estamos viendo, los inmigrantes cuentan, como mínimo, con un ojeador”, aseveró.

Beni Enzar, punto vulnerable
Tal y como señaló el sindicato la semana pasada, Guerrero indicó que el paso fronterizo de Beni Enzar se ha convertido en un punto “vulnerable”, tal y como demuestran los últimos intentos de entrada estén teniendo lugar por esta zona. “La valla está ahora mismo bastante reforzada con la llegada de nuevos agentes de la península. En la otra cara de la moneda, el puesto de Beni Enzar se ha vuelto endeble y los subsaharianos lo saben perfectamente. Si es más difícil saltar por el perímetro, buscarán nuevas zonas”, recalcó.

Valla en Marruecos
En este sentido, señaló que la  supuesta instalación de una segunda valla en Marruecos, de la que hablan algunas fuentes, supondrá “un obstáculo más” para los inmigrantes, pero no la solución definitiva para poner punto y final al problema. “Puede que aparte un poco a los subsaharianos, pero está muy lejos de resolver la situación”, subrayó en referencia a esta medida. “Hay que tener en cuenta que son personas dispuestas a jugarse el tipo saltando una valla de seis metros de altura. Si le ponen otra, se frenarán un poco las entradas, pero seguirán teniendo lugar”, aseguró.
Asimismo, apuntó que los inmigrantes podrían comenzar a optar por otros métodos para llegar ilegalmente a Melilla, como el de las pateras, que en los últimos años se ha reducido considerablemente si se compara con el espectacular incremento de los asaltos al vallado. “El principal problema que se pueden encontrar los subsaharianos es que para montarse en una embarcación tienen que pagar dinero a las mafias. En caso de que roben una y los pillen, van directamente a la cárcel”, apuntó Guerrero.