Los sindicatos no creen que las reválidas mejoren la calidad de la Educación

El Ministerio estudia la posibilidad de poner pruebas externas en sexto de Primaria y cuarto de la ESO para pasar al siguiente curso · CCOO, UGT, CSI-F y SATE-STes indican que lo correcto es aumentar el número de docentes y reducir el de alumnos en las aulas.

Entre las reformas que está proponiendo el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte está la posibilidad de recuperar las reválidas, es decir, unas pruebas externas de evaluación de los conocimientos de los alumnos que se harían en los cursos de sexto de Primaria y de cuarto de Secundaria. En el caso de que los estudiantes superasen esta prueba pasarían al siguiente curso y en caso contrario tendrían que repetir. Desde el Ministerio se indica que el objetivo es determinar el nivel de los alumnos antes de que promocionen de curso y fomentar el esfuerzo. Sin embargo, no todos los sectores están de acuerdo con estas medidas. Desde los sindicatos de Educación de Melilla se indica que examinar en más ocasiones a los alumnos no implica que vaya a mejorar la calidad del sistema educativo ni que los estudiantes obtengan resultados académicos altos. El Ministerio de Educación inició la tramitación del anteproyecto de ley orgánica para la mejora de la calidad educativa, tras la presentación de un primer informe al Consejo de Ministros el pasado 29 de junio. Entre sus objetivos está reducir la tasa de abandono educativo temprano y mejorar la tasa de población que alcanza la ESO, fomentar la empleabilidad de los estudiantes y el nivel de conocimientos en materias prioritarias. Para ello, dentro de las propuestas del Ministerio, está establecer una prueba de evaluación externa a final de la etapa de Primaria, es decir, que la realizarían los niños de entre once y doce años antes de promocionar a primero de la ESO. En el caso de que superen esta prueba en materia de Lengua y Matemáticas pasarían de curso, y en caso contrario, deberían repetir. Este mismo examen se realizaría a los alumnos de cuarto de la ESO para aquellos que deseen promocionar a Bachillerato. Andrés Carretero, del sindicato independiente ANPE, comentó a El Faro que sino es a través de una reválida, cualquier otro sistema que permita evaluar el conocimiento de los alumnos es positivo. Así, comentó que muchos alumnos aprenden las lecciones para aprobar un examen y a la semana ya no recuerda nada de lo estudiado por cómo está ideado el sistema de enseñanza. Por ello, destacó que hacer hincapié en el aprendizaje de competencias básicas como la comprensión lectora o las Matemáticas son imprescindibles para que un alumno pueda promocionar de curso. En este sentido, Carretero explicó que hay alumnos que pasan de curso e incluso tienen su título de ESO sin aprobar todas las asignaturas y que un sistema de evaluación que permita saber si realmente ha conseguido esos conocimientos es positivo. No sirven para mejorar Sin embargo, no todos los sindicatos de Educación creen que estas pruebas externas vayan a aportar una mejora de la calidad educativa. Desde FETE-UGT se señaló que cuanto mayor sea el número de pruebas a las que se tienen que someter los alumnos, mayores serán las exigencias para los profesores. El secretario de organización de este sindicato, Juan Carlos Cavero, indicó que cada examen es como una prueba de diagnóstico para saber la enfermedad que tiene el sistema educativo. Pero que nunca se le pone un tratamiento adecuado para eliminar esta patología. En este sentido, Cavero destacó que ya se sabe que el sistema educativo está mal y que el único remedio es aumentar el número de docentes y reducir el de alumnos en las aulas. Bajo estas dos premisas, la calidad educativa podrá aumentar y se verá reflejada en los resultados académicos, según apuntó este sindicalista. “Miden y miden, pero no aportan solución”, aseguró Cavero. Así, explicó que se podrán poner todas la pruebas externas que se desee para determinar los conocimientos de los alumnos, pero que sino se le pone remedio a esto no servirán para nada. El componente de SATE-STEs, José Luis López Belmonte, explicó a El Faro que “no por hacer más pruebas se va a mejorar los resultados de los estudiantes”. Comentó que tan solo reduciendo el número de alumnos en las aulas y aumentando el de profesores se conseguirá una mejoría en el sistema educativo de Melilla. “No es la solución a la problemática de la Educación”, aseguró López Belmonte. Además, indicó que este tipo de pruebas pueden poner en entredicho la evaluación que realizan los profesores en las aulas, “como si nosotros regaláramos los aprobados”. Así afirmó que esta medida no es acertada y que significaría comprimir todo el temario como se hace en segundo de Bachillerato y más trabajo para los docentes. El secretario general de la Federación de Educación de CCOO, Ricardo Jimeno, comentó que cualquier método que sirva para que el sistema educativo esté mejor es positivo. Sin embargo, destacó que el hecho de hacer estas reválidas no hacen que se produzcan cambios en el sistema educativo. Además, destacó que supondrán mayor carga de trabajo para los docentes y que si no hay cambios como la reducción de la ratio y el aumento de profesores en los centros, no se conseguirá nada. También CSI-F indicó que son muchas las preguntas que se deben responder antes de que se llegue a aprobar esta medida. El máximo responsable del sector de Enseñanza de este sindicato en Melilla, Juan Manuel Medina, explicó que puede generar conflictos sobre qué tendrá mayor validez si la evaluación de los profesores o los resultados de estas reválidas. También comentó que será más trabajo para los docentes preparar a los alumnos para estas pruebas y que si los alumnos no promocionen puede que se de el caso de que no haya sitio para ellos en el curso que deben repetir, según están ahora las aulas en Melilla. En este sentido, aseguró que puede llegar a ser preocupante si no superan la prueba entre el 20 y 40% del alumnado. Medina apuntó que se debería adelantar el temario de los cursos que cuenten con reválida y que aún queda por saber quién elaborará esta prueba y quién será el que la corrija.