Los integrantes del Rotary Internacional aprovecharon la mañana de ayer para visitar los templos y Melilla la Vieja.
Los rotarios del distrito 2203 pasaron ayer su última jornada en Melilla, después de tres días de asamblea, en los que los casi trescientos integrantes del club han tenido tiempo para la formación, pero también para la diversión y para disfrutar de la ciudad, que ha acogido este evento por primera vez.
Los miembros de Rotary se reunieron pasadas las 10:30 de la mañana en la puerta del hotel Melilla Puerto, donde se alojaba la mayor parte de ellos, para partir a la visita programada por la ciudad.
El domingo amaneció soleado y el tiempo acompañó a los visitantes en su día de turismo por Melilla. Si bien es cierto que muchos de ellos habían aprovechado ya los días previos para pasear por algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, la jornada de ayer era la elegida por el club anfitrión para organizar una visita guiada.
El Pueblo fue el espacio elegido por la mayoría de los rotarios para este día de turismo. Los visitantes descubrieron entre las murallas de Melilla la Vieja, una de las partes más atractivas de la ciudad y disfrutaron de bellas imágenes que se observan desde los numerosos miradores con los que cuentan esta zona de Melilla.
El Faro, la plaza de Estopiñán, la iglesia de la Purísima Concepción o algunos de los museos que hay en el Pueblo fueron paradas obligadas, para medio centenar de rotarios que quiso conocer la ciudad amurallada.
Los visitantes aprovecharon además para perderse por las estrechas calles que componen el entramado urbano de la Melilla Vieja y se mostraron sorprendidos, tanto por la conservación de esta zona, como por el contraste entre esta parte de la ciudad y el estilo modernista que se puede observar en los edificios del centro.
Pero no todos los rotarios eligieron El Pueblo para pasar la soleada mañana del domingo. Otro grupo de integrantes de este histórico club internacional optaron por otra de las clásicas visitas que se realizan en la ciudad de Melilla. La ruta de los templos, en la que los rotarios pudieron ver las diferencias entre los distintos lugares de culto con los que cuenta cada una de las religiones representantivas de Melilla, cristianismo, islamismo, hinduismo y judaismo.
La interculturalidad de la ciudad, que fue una de las razones que llevaron al gobernador electo, Juan Manuel Arenas, a optar Melilla cómo sede de esta reunión, se hicieron patentes en este recorrido del que disfrutaron más de una decena de rotarios, que aprovecharon además para conocer así varias zonas de la región.
Además de las visitas organizadas durante la jornada de ayer, tanto el viernes como el sábado los melillenses se han cruzado con pequeños grupos de rotarios que han ido descubriendo de forma improvisada la ciudad en la que han realizado esta quinta asamblea formativa.
Después de una mañana de diversión, la tarde de ayer fue el momento de sacar las conclusiones de estos días de reunión y formación, en los que los futuros presidentes y secretarios de los más de setenta clubes del distrito han afianzado conocimientos sobre el funcionamiento del club y han establecido las principales líneas de actuación de este año.
Pero parece que aunque el primer encuentro del club en Melilla haya finalizado, éste no será el último. Así, el Rotary ya piensa en su próxima visita a Melisa. El gobernador electo, apuntó que está previsto que el día 20 de septiembre, los rotarios vuelvan para la presentación de un proyecto, que no quiso desvelar, pero que volverá a traer a algunos de los miembros hasta la ciudad.