Los nuevos avances en tecnología permiten recrear escenas que se viven en los hospitales.
La mejor forma de aprender algo es ponerse manos a la obra. Enfrentarse a una situación en la que probar de forma práctica todo lo que se estudia en los libros. Pero no en todas las profesiones se puede practicar todo lo que se debe saber. Como los pilotos de avión cuando se suben a un simulador, los sanitarios del Sant Joan de Déu utilizan muñecos para analizar si están desarrollando bien su trabajo, por ejemplo, cuando llega un niño con una deficiencia respiratoria a Urgencias. Esta iniciativa se llama proyecto Darwin y está dando sus frutos mejorando la capacidad de acción de los sanitarios de este hospital maternoinfantil.
El encargado de explicar esta iniciativa en las Jornadas de Pediatría que se están desarrollando en Melilla fue el coordinador de Telemedicina de este hospital, Carles Fàbregas. La idea principal de este proyecto es que se puede recrear una enfermedad con todos sus síntomas. Se le puede entubar, inyectar medicación, tomar las constantes vitales sin problemas porque a efectos prácticos es como tener a un enfermo de verdad.
Gracias a estos muñecos, que se parecen mucho a los que utilizan las compañías de coches para realizar los simulacros de accidentes, los médicos, enfermeros y auxiliares de enfermería aprenden a resolver los problemas que pueden surgir con un paciente. Fàbregas indicó que los que más están practicando con estos robots son los enfermeros que se están formando en este hospital.
El sistema consiste en plantear un caso y reproducirlo como si se tratara de un paciente de verdad. Todo se graba con unas cámaras. De esta forma, una vez que se ha terminado el trabajo de atención al paciente, los participantes analizan sus acciones. Esto les permite detectar si han tardado mucho en realizar la atención, si hubiera sido mejor pedir una analítica o una prueba antes que otra o si hay algún fallo en el diagnóstico.
Esta simulación de la realidad permite a estos sanitarios mejorar sus actuaciones cuando los pacientes que están en sus manos son reales y no unos robots.
Estos avances tecnológicos ayudan a recrear escenas que se viven en los hospitales y en las que no siempre pueden intervenir todos los sanitarios.
Formar a formadores
El proyecto está empezando y aún no les ha dado tiempo a cambiar ningún procedimiento porque hayan detectado un fallo gracias al proyecto Darwin. De momento, han estado formando a los formadores, es decir, a los médicos docentes que se van a encargar de emprender todas las actividades formativas de esta iniciativa.
El hospital Sant Joan de Déu no es pionero en aplicar estas técnicas de robótica a la enseñanza. Fàbregas indicó que hay otros centros en los que se utiliza a estos muñecos para mejorar las técnicas, por ejemplo, de cirugía. Pero en lo que sí son pioneros es en que se centran el cuidado de los niños, desde el vientre de la madre hasta que son adolescentes.
Tienen varios muñecos que simulan cuerpos de niños con diferentes edades y otro de una mujer embarazada. Cuando se desarrolle durante unos meses este proyecto, se verán mejor los frutos de esta inversión, según apuntó Fàbregas.
Este especialista también informó de que una vez que Darwin lleve algo más de tiempo se podrá abrir a otros colectivos, como padres de niños enfermos que deseen ver cómo actuar ante una crisis o ciudadanos en general que deseen aprender, por ejemplo, a hacer una reanimación a una persona que se ha desmayado.
Más asistencia que otros años en las jornadas
Pedro Cuesta, pediatra del Comarcal y organizador de las VI Jornadas de Pediatría, destacó ayer que el número de asistentes a las charlas ha sido mucho más alto que en otras ediciones anteriores. Aseguró que siempre se han inscrito muchos sanitarios, pero que nunca habían llegado a nivel de asistencia tan alto como el de este año. Unas 100 personas han estado jueves y viernes en estas jornadas de forma intensiva, apuntó, de las 120 inscritas.
Cuesta explicó que no hay una conferencia más significativa que otra en esta edición, pues el objetivo es actualizar conocimientos y ponerse al día sobre los últimos avances científicos. Es más un repaso por los temas que suelen ser más frecuentes en las consultas de pediatría, según añadió este especialista.
No obstante, destacó las dos ponencias que ofrecieron los médicos que han venido de otros hospitales. En primer lugar, la de Carles Fàbregas del Sant Joan de Déu sobre ‘Simulación clínica’ y la de Francisco Aguirre Rodríguez del Hospital de Almería sobre enfermedades raras.
En cuanto a los temas que se podrán abordar el próximo año, Cuesta indicó que era “un lujo” para ellos ponerse a pensar eso cuando queda un año. Explicó que “de momento lo único que saben que mañana tienen que volver al trabajo” y de la jornadas del próximo año ya hablarán más adelante.
Otro de los aspectos destacados de las jornadas de este año es que han intervenido por primera vez los médicos internos residentes que se están formando en Melilla.
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