Un gran barco acercó a sus Majestades al puerto deportivo donde cientos de niños les recibieron con aplausos.
“¡Qué llegamos tarde, mamá!”, gritaba un niño que casi se escapaba de los brazos de sus padres porque deseaba llegar cuanto antes al puerto deportivo. Su intención era ponerse de los primeros para recibir a los Reyes Magos nada más se bajaran del barco que cada año les trae a Melilla. Unos patines, un videojuego y un coche teledirigido son algunos de los juguetes que ha pedido y que esperan que le traigan hoy los Reyes Magos. Este pequeño melillense aseguró a El Faro que no tiene rey preferido, con eso evita que los otros se enfaden y no le traigan todo lo que ha pedido.
Y como este niño, otros cientos esperaban ayer en el puerto deportivo la llegada de sus Majestades. Varias embarcaciones escoltaron al barco que trajo a los Reyes Magos de Oriente a la ciudad.
Melchor, Gaspar y Baltasar fueron recibidos por el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el consejero de Seguridad Ciudadana, Francisco Javier Calderón. Además, contaron con la música de la Banda de Cornetas y Tambores del Cautivo, que interpretó varios villancicos para amenizar la llegada de sus Majestades.
Los Reyes Magos tardaron casi una hora en recorrer los pocos metros que había desde el lugar del desembarco hasta los coches oficiales. Esto se debió a que había muchos niños y deseaban saludarles a todos. Cada uno llamaba a su preferido y recibía caramelos de todos, incluso, del séquito de pajes que acompañaba a estos tres personajes mágicos.
Para los padres y abuelos recibir a los Reyes Magos en el puerto deportivo es una buena experiencia, ya que hay menos aglomeraciones que durante la cabalgata y pueden saludar de forma más cercana a Melchor, Gaspar y Baltasar. También aprovechan para entregarles algunas cartas que no habían podido echar antes en Correos y hacerse fotografías con ellos.
Al ser a primera hora de la tarde, muchos padres aprovechan para salir a dar un paseo y disfrutar del sol, además de para llevar a los bebés a conocer a los Reyes Magos, pues durante la cabalgata los carritos no caben por ningún lado y es más difícil moverse, según apuntó una melillense.
Como no puede ser de otra forma, todos los pequeños aseguraron que se han portado bien este año y al charlar con sus Majestades les indicaban que serán aún más buenos en las próxima semanas, que harán caso a los padres y a los abuelos y harán los deberes.
Melchor, Gaspar y Baltasar aconsejaron a los niños que se fueran a dormir pronto, para que ellos pudieran aprovechar y dejar los regalos de todos los pequeños melillenses.
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