“Misión cumplida”. Con estas palabras daba por concluidos los actos de conmemoración del primer siglo de vida del Cuerpo de Regulares su coronel jefe en Melilla, Juan Jesús Martín Cabrero, que fue el encargado de poner punto y final al último evento celebrado para recordar el nacimiento de esta Unidad tan unida a la historia de la ciudad.
El tiempo respetó la parada militar que llevaron a cabo ayer los Regulares en la base militar Alfonso XIII a las 12:00 horas, ya que el clima era más propio de un día de verano que de noviembre. En las gradas, como invitados civiles de honor, se encontraban los máximos representantes de cada una de las administraciones; Antonio María Claret por parte de la Delegación del Gobierno y Miguel Marín por la del Ejecutivo local, ambos aguardando pacientemente a que diera comienzo el acto. Acompañándoles en las gradas se encontraban familiares y amigos de los soldados, que en esta ocasión no fueron tantos como en otros eventos. Por otro lado, no faltaron los veteranos del Cuerpo.
Para presidir el evento acudió el comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, al que secundaron como invitados de honor numerosas autoridades militares de Melilla y de Ceuta, ya que los Regulares de la vecina ciudad autónoma no quisieron perderse el acontecimiento.
Cuando todo estuvo preparado y la tropa del Grupo 52 de Regulares se presentó en la Explanada de los Héroes en perfecta formación, comenzaron los actos castrenses. En primer lugar, se recordó las condecoraciones con las que cuenta el Cuerpo, pues se trata del que más tiene de todo el Ejército español. Con especial relevancia y orgullo se enumeraron las Cruces Laureadas de San Fernando recibidas a lo largo de estos cien años de historia.
Inmediatamente después, llegó el discurso del coronel jefe, quien recordó el largo camino recorrido desde que empezaron a programarse, hace algo más de dos años, las actividades con motivo del centenario que se han celebrado a lo largo del 2011. Ha habido iniciativas de todo tipo, según recordó el propio Cabrero, desde las meramente castrenses a otras de tipo social y cultural, así como deportivas.
Pero lo más importante es que todas han estado abiertas a la participación del personal civil y llevadas a cabo, en su mayoría, fuera de las tapias de los acuartelamientos, en plena ciudad de Melilla.
El coronel jefe subrayó que el primer acto del centenario no fue planeado por los propios Regulares, sino por la Ciudad Autónoma y los melillenses, con la concesión de la Medalla de Oro que recibieron el 17 de septiembre de 2010 y que le fue impuesta a la bandera de la unidad el pasado 30 de junio, fecha oficial del primer siglo de vida del Cuerpo.
“A lo largo de este año hemos estrechado aún más nuestros lazos de hermandad con los melillenses”, agregó. “Gran prueba de los vínculos que unen a los Regulares con la ciudad es que gran parte de sus componentes son naturales de Melilla”, aseveró.
Además, recalcó que los actos organizados a lo largo del 2011 componían “un proyecto muy ambicioso y complicado de llevar a cabo”, dada la importancia de le efemérides a conmemorar. Por ello, echando la vista atrás y recordando todas las actividades de este año, se dio por satisfecho.
Sin embargo, destacó que muchas de ellas no se podrían haber llevado a cabo sin la colaboración y apoyo de un alto número de instituciones civiles y militares, organismos, empresas y particulares que, de una u otra manera, “han animado y acompañado a los Regulares durante los actos de conmemoración”.
“Quiero reconocer públicamente el apoyo de todos ellos y darles las gracias en nombre de los Regulares de todos los tiempo. Gracias a su desinteresada colaboración hemos celebrado el centenario como creo que esperaban de nosotros nuestros antecesores”, afirmó.
Hermanados con Ceuta
No faltó una mención especial para la representación de oficiales y personal de tropa del “grupo hermano” de Regulares de Ceuta 54. “Ésta es una muestra de la unión y la camaradería existente entre ambos grupos, nacidos de un tronco común aquí, en Melilla, y más concretamente a pocos metros de aquí, en el fuerte de Sidi Guariach”, señaló.
Del mismo modo, aplaudió la presencia de los veteranos de las hermandades de Regulares de Melilla y Ceuta en las gradas. “Siempre tendrán un sitio entre nuestra filas, ya que son el ejemplo a seguir de lo que representa este uniforme garbanzo que tan orgullosos llevamos y nos distingue”, añadió.
Por último, se dirigió a la tropa de Regulares y les indicó que el 2011 ha sido un año atípico, cargado de trabajo extra con motivo de la preparación y desarrollo de las actividades del centenario, pero que no ha impedido que siguiera adelante el normal proceso de instrucción, adiestramiento y preparación para el combate, ya que a lo largo de los últimos meses se han realizado ejercicios de maniobras en Chinchilla, Almería, Toledo y la propia ciudad de Melilla.
Para poner punto y final a su discurso, gritó, acompañado de los cientos de gargantas de los soldados en formación 'viva España, viva el Rey, vivan las Fuerzas Regulares'.
Acto seguido, tuvo lugar una emotiva ofrenda floral a los soldados que han dado su vida por la defensa de la patria a lo largo de los siglos, y los Regulares desfilaron ante los presentes, con la escuadra de gastadores, el mando de línea y los guiones históricos a la cabeza, tras lo cual se dio por concluido el acto. Con él finalizan las numerosas actividades que este año han celebrado los Regulares para conmemorar sus cien primeros años de vida.
El 2011 ha sido un año cargado de actividades para los Regulares de Melilla. En lo que se refiere a las iniciativas de corte social, cultural y deportivo, ha habido conferencias sobre la historia de la Unidad, un concierto de música en el Palacio de Exposiciones y Congresos, un concurso de fotografía en el Casino Militar, una exposición de pintura sobre Ferrer Dalmau, una participación en el stand turístico de Melilla en FITUR, cursos de verano con la Universidad de Granada, ciclos de cine y una carrera popular.
Mención aparte merece la exposición 'Regulares de Melilla, cien años de historia' de la Fundación Gaselec, que ha recibido a cientos de visitantes durante los seis meses que ha permanecido abierta al público. En vista de su éxito entre los melillenses, continuará disponible durante algún tipo más, según señaló ayer Cabrero.
En lo que toca a actos puramente castrenses, hay que subrayar la audiencia ante el Rey Juan Carlos I, la multitudinaria jura de bandera de personal civil en la explanada de San Lorenzo, el homenaje a los héroes Regulares en el cementerio de La Purísima, la participación en el día de las Fuerzas Armadas y en el de la Fiesta Nacional y el acto principal del centenario, celebrado el 30 de junio en la base militar Alfonso XIII.
Así pues, finaliza para los Regulares de Melilla un año cargado de acontecimientos, en los que los ciudadanos han sido los primeros en involucrarse y participar, expresando así su simpatía y cariño por una de las unidades militares más emblemáticas de la historia local.
Como broche de oro a este año, la exposición de la Fundación Gaselec seguirá abierta algunas semanas más para que los melillenses puedan aprender más de esta unidad del Ejército Español
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