Si hay una caseta que nunca se pierde la Feria melillense es la de Los Polillas, que lleva nada más y nada menos que una década acudiendo a las fiestas patronales para alegrar el día a sus clientes con alegría y humor, aunque la buena mesa y el mejor precio vayan por delante.
La calidad de la cocina de esta caseta tiene un referente muy claro, pues el equipo que la compone es el mismo que sirve a los melillenses en el local del mismo nombre, a los pies del Pueblo. No obstante, en estos días tan especiales, lo que más se pide en cocina es el pescaito frito, sobre todo adobo de emperador y los pinchitos, tradicionales siempre sea Feria o no.
Tampoco va a faltar este año la leche de pantera de mano de 'El Veneno', personaje melillense que siempre pone su granito de arena para alegrarle a sus convecinos los días de fiesta. Un año más, lo veremos en la caseta de Los Polillas.
En cuanto a precios, los mismos que en el bar, asequibles para todos los bolsillos y bien baratos. Como siempre, el mejor medidor lo tenemos en la combinación caña – tapa, que cuesta dos euros. Eso sí, hay que pedirla en barra, porque las mesas son para las raciones.
Para los dueños de esta caseta, la Feria va viento en popa por el momento, aunque se han encontrado con algunos contratiempos por el camino en lo que llevamos de Feria, como el aguacero del domingo y el Ramadán.
No obstante, ambos elementos han influido para que el número de clientes bajo con respecto a otros años, pero muy poco, ya que hay mesas reservadas todos los días. Además, se espera que cuando acabe este semana el sagrado ayuno, venga más gente al real de la Feria.
En comparación al año pasado, la cosa va a un ritmo muy similar, aunque al mediodía está más floja. Según se responsable, el fuerte calor es uno de los elementos que hace que más de uno se lo piense dos veces antes de salir de casa y visitar la Feria.
Así pues, un año más aquí estarán Los Polillas para ofrecer lo mejor de las fiestas patronales a los melillenses; buena comida con sello de garantía y experiencia, la mejor bebida y un precio del que nadie se puede quejar.
Después de una década de vida, Los Polilla siguen dando alegrías a los melillenses. Con gente así, quien no disfruta de la Feria este año es porque no quiere.
Y es que Los Polillas llevan ya una década a sus espaldas viniendo al real de la Feria, lo que no es poco, aunque a veces pese, según su encargado, ya que es mucho el esfuerzo que hay que realizar cada verano para poner en marcha la caseta.
Sin embargo, son personas y negocios así los que dan vida a las fiestas patronales de la ciudad, ya que los melillenses tienen un sitio de referencia con la calidad como estándar al que acudir
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