Los policías trabajan en la frontera en peores condiciones que los marroquíes
La UFP denuncia que los agentes españoles trabajan a la intemperie y desprotegidos ante posibles agresiones mientras que los marroquíes tienen cabinas pagadas con fondos de la UE.
Las condiciones de trabajo de los agentes de la Policía Nacional destinados en los puestos fronterizos de Melilla son peores que los de la Gendarmería marroquí. Así se lo harán saber los responsables de la Unión Federal de Policía (UFP) al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, en la reunión que ambas tienen prevista hoy a las once de la mañana.
El sindicato afirma que los policías españoles que controlan el paso de vehículos y personas hacia Melilla trabajan a la intemperie. Su único equipamiento son unas banquetas, similares a las de cualquier bar, que los agentes apenas usan y que dan una pésima imagen. Por el contrario, en el lado marroquí hay instaladas unas cabinas equipadas con cristales especiales que protegen a los gendarmes del lanzamiento de objetos. Están dotadas de equipos informáticos y los agentes encargados de comprobar la documentación de los vehículos trabajan sentados. Paradójicamente, denuncia la UFP, la Gendarmería marroquí cuenta con esas instalaciones gracias a fondos de la Unión Europea.
En cambio, en el lado español de la frontera, el trabajo se realiza a la intemperie, una situación que además de incómoda representa un riesgo para los agentes, que se exponen a ser alcanzados con algún objeto. De hecho, la UFP afirma que no es extraño que algunos individuos a los que se les impide la entrada en España respondan a la prohibición con el lanzamiento de alguna piedra. En ocasiones los agentes han tenido que esquivar también botellas e, incluso, cuchillos, según el sindicato policial.
Del mismo modo, los denominados conductores ‘kamikazes’ también son consecuencia de esta falta de medios. La UFP denuncia que los individuos que intentan cruzar la frontera con sus coches a la carrera para evitar el control policial conocen perfectamente la falta de medios y de personal de la Policía Nacional y tratan de aprovecharse de esa circunstancia.
Además de más recursos y de la necesidad de aumentar la plantilla, la UFP también planteará hoy al delegado del Gobierno la conveniencia de adoptar una serie de medidas de protección para los agentes y acordar un protocolo de actuación. Igualmente, el sindicato policial reclama un catálogo de puestos de trabajo para que cada agente tenga asignado su lugar. Actualmente, según la UFP, no existe ese reparto y los mandos establecen los servicios en función del momento y a modo de premio o castigo para los agentes.
Los responsables de la UFP también confían en poder plantear al delegado del Gobierno la necesidad de ampliar las instalaciones de la Jefatura Superior de Policía. De hecho, existe un terreno aledaño que la Ciudad cedió hace tiempo con el compromiso de que se acometieran en un plazo determinado las obras de ampliación. Sin embargo, la UFP no tiene ninguna noticia sobre este hipotético proyecto. Esta ampliación permitiría dotar a la Jefatura de dependencias de las que ahora no dispone, como una galería de tiro. En la actualidad los agentes tienen que ir ‘de prestado’ a instalaciones del Ejército en Melilla para realizar prácticas una sola vez al año.
Mañana, el turno de la CEP
Los encuentros del delegado del Gobierno con los sindicatos de la Policía Nacional tendrán su continuación mañana con la reunión de El Barkani con Juan Carlos Gil, secretario regional de la CEP (Confederación Española de Policía). Gil, que viaja desde Málaga y confía en poder reunirse también con el presidente Juan José Imbroda, presentará al delegado del Gobierno un informe elaborado por el sindicato sobre diversos aspectos relacionados con la seguridad en los puestos donde están destinados agentes de la Policía Nacional. El secretario de la CEP también expondrá a El Barkani diversas propuestas de tipo laboral y planteará medidas para reducir riesgos laborales. En este sentido, las condiciones de trabajo de los agentes en la frontera, donde hace unos días fue atropellado una gente por un conductor ‘kamikaze’ ocupará una parte importante del encuentro.