Nunca imaginaron ver a unas 20 personas fallecidas flotando en el mar. El centenar de viajeros que iba en el buque Sorolla de camino a Almería el pasado sábado por la tarde se quedaron impactados al ver tan de cerca el dramático final que muchos migrantes sufren al intentar llegar en pateras a las costas españolas. Uno de esos pasajeros del Sorolla explicó que estaban “muy afectados” por lo que vieron en el agua y por no poder hacer nada más que esperar a que llegaran Salvamento Marítimo y la Guardia Civil para rescatar los cuerpos sin vida de las olas.
Este mismo pasajero señaló a El Faro que la tripulación del barco estaba también muy triste e impotente ante esta escena, que no podrán olvidar en mucho tiempo.
Indicó que no es lo mismo ver las imágenes en televisión de personas flotando en el mar de Grecia, aunque causen pena y tristeza, que salir a la cubierta del buque y observar de primera mano y sin filtros que hay 20 personas sin vida a pocos metros.
Sin rastro de la embarcación
Fueron las autoridades marroquíes las que se hicieron cargo de los fallecidos, todos de origen subsahariano, al encontrarse en aguas de su jurisdicción. No obstante, la Guardia Civil localizó a un varón sin vida en su regreso a Melilla. Por lo que la cifra de muertos asciende a 21. Al respecto, la activista Helena Maleno aseveró en Twitter que en la embarcación que naufragó habría 47 personas. Esto significa que hay otras 26 sin localizar en el mar.
El pasajero del Sorolla también explicó que solo vieron los cadáveres. No consiguieron localizar a simple vista ninguna embarcación de la que podrían haber naufragado estas personas.
Además, indicó que no comprende cómo salieron de las costas marroquíes con una alerta amarilla porque iba a ser muy complicado llegar a al litoral español con el mar en este estado. Aunque la activista Helena Maleno afirmó en Twitter que su intención sería venir a Melilla.
No sería la primera patera en llegar a la ciudad en las últimas semanas. El pasado 22 de diciembre tuvo lugar el último rescate en el que intervino la Guardia Civil para evitar la muerte de inmigrantes que viajaban en patera. Ese día seis fueron sacados del mar y dos de ellos tuvieron que ser ingresados en la UCI, tras estar en parada cardiorespiratoria.
Con esa intervención fueron cinco las embarcaciones que llegaron a nuestras costas en trece días.
Aunque las mafias entregan chalecos a los inmigrantes para que tengan la sensación de ir más seguros, la realidad es que esos objetos no les salvan la vida, porque sólo si sabes nadar, pueden echarte una mano para flotar un tiempo. Fuentes consultadas por El Faro indicaron que esos chalecos no están homologados y no serían válidos en embarcaciones que se utilizan en territorio español.
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