El organizador del Proyecto Rusadir, José Luis Faus, celebró el interés de que pusieron todos los jugadores del evento, que se involucraron con las interpretaciones de sus personajes. “Los participantes han estado implicadísimos, se creyeron su papel”, dice Faus, hasta tal punto que “muchos se creían que realmente les podían infectar”.
Algunos participantes zombie se creyeron tanto su papel que incluso simulaban convulsiones, señala Faus, quien recuerda que “la zombie del columpio también causó mucho impacto”.
El ataque final
El asedio zombie terminó a las 06:00 horas de ayer, cuando tan sólo dos participantes, de los 17 supervivientes que evitaron ser infectados, lograron escapar de la horda final que se concentró en el foso del Fuerte de Rostrogordo.
“No había manera de pararlos, fue una hecatombe”, reconoce Faus entre risas. El organizador se muestra satisfecho con el resultado del juego, ya que muchos participantes “han disfrutado mucho”, aunque dice tener “un sabor agridulce” por algunos contratiempos que surgieron, como la demora de algunos jugadores, que retrasó ligeramente la hora de inicio de la actividad, o el frío de la noche.
Aún así, Faus asegura que esta experiencia le ayudará a mejorar “futuras ediciones” de este u otros eventos, y tendrá en cuenta las peticiones de algunos jugadores, como aumentar el tiempo en tensión de las pruebas.
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